Frente a una realidad que muestra que los niveles de desempleo afectan en mucho mayor porcentaje a los jóvenes que al resto de la sociedad -en el primer trimestre del año, la desocupación alcanzó el 24,9% en el caso de las mujeres de entre 14 y 29 años y 17% en varones de la misma franja etaria-, el Gobierno tiene como una de sus prioridades de política trabajar en la inserción laboral formal de estos grupos de posibles nuevos trabajadores.
Con esta finalidad, los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, lanzarán la semana próxima un ambicioso plan de empleo que involucrará a las personas de entre 18 y 24 años con secundario completo que busquen un trabajo registrado, así como también a las micro, pequeñas y medianas empresas que tengan planes de inversión pendientes y requieran contratar nuevo personal. La gran ventaja para las firmas es que el Estado se hará cargo de una gran porción del salario de ese trabajador durante un año, además de un monto por cuatro horas diarias de capacitación, en el caso de que la empresa lo requiera.
El programa será oficializado mediante una resolución conjunta de ambas carteras, e inmediatamente la pyme interesada podrá inscribirse en una página web especialmente creada para el programa. A su vez, el joven deberá inscribirse en la Agencia Territorial de Empleo Municipal y luego será el Estado el que haga de nexo entre ambos en función de las necesidades de cada empresa y los currículum de cada una de las personas registradas. Hoy ya existen unos 7.000 inscriptos a nivel país en las agencias, de los cuales sólo 2.000 podrían acceder al nuevo programa porque son los que tienen el secundario completo, precisaron fuentes oficiales.
¿En qué consiste el programa?
Si luego de esa interconexión la pyme contrata al joven, el Estado aportará los siguientes subsidios:
-Aporte para el pago de salarios: a través del Programa de Inserción Laboral del Ministerio de Trabajo, durante los primeros 9 meses desde la contratación, se abonará $ 18.000 por trabajador en el caso de una micro empresa (0 a 5 trabajadores); $ 14.000 si es pequeña (6 a 15 empleados) y $ 11.500 si es mediana (16 a 80 trabajadores). Este dinero será transferido directamente al joven.
-Aporte económico para el sostenimiento de la nueva contratación, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep): en este caso, se abonarán $ 13.000 por mes en caso de que la empresa contrate mujeres o personas no binarias, y $ 10.000 si son varones. Este aporte no reembolsable se extiende por doce meses.
-Reducción de contribuciones patronales durante un año a partir de la contratación, que en el caso de mujeres o personas no binarias será del 95%, y en hombres, del 90%. Esta reducción, estima el Gobierno, significa un ahorro mensual equivalente al 12% o 13% del salario bruto por cada joven incorporado full time.
De acuerdo con los cálculos oficiales, el Estado aportará por trabajador $ 400.000 en todo el año, y el objetivo es beneficiar con este programa a unos 30.000 jóvenes, por lo que el presupuesto ascendería, si se cumple con el plan, a $12.000 millones.
El programa contempla también una cobertura para que la empresa pueda capacitar a ese trabajador en un lapso de hasta seis meses. En este caso, el Estado se hará cargo de $ 15.000 por trabajador que trabaje una jornada de cuatro horas diarias para aprender acerca del futuro empleo.
“Este programa ya se viene charlando con las pymes y con las diferentes cámaras y hay un porcentaje grande de pequeñas empresas que está invirtiendo. El destinatario es la pyme que tenga interés en contratar empleo formal. Y la ayuda es importante: el Estado puede llegar a cubrir hasta el 70% del sueldo, dependiendo del rubro”, dijeron fuentes oficiales.
Claro que la participación de las empresas tiene dos condiciones: en primer lugar, que mantengan la nómina que tenían hasta el momento de la contratación, ya que podría existir la tentación de despedir para tomar nuevos trabajadores bajo el nuevo programa y recibir el subsidio; y por otro lado, que la pyme tenga que hacer su aporte al salario, es decir, que ese nuevo joven empleado cobre el mínimo de su categoría y que deba abonar una parte. Además, en plena negociación paritaria, el aumento correría también por cuenta de la firma, ya que los montos fijos estipulados en el programa no se modificarán con los incrementos salariales.
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