Hay una brecha entre los dólares financieros que pasa inadvertida, pero crece cada día y preocupa al ministerio de Economía porque muestra que hay una fuerte fuga de capitales. La diferencia de precio del dólar contado con liquidación entre el mercado donde interviene el Banco Central con el AL30C y el de las mesas de dinero, donde se opera el GD30 y no hay cupo de adquisición de bonos para transformarlos en dólares, alcanzó ayer el récord de 6 pesos.
Esta brecha se debe a la intervención ilimitada y, a veces, descontrolada del Central que ha derribado el precio del AL30 dejándolo sumido en una paridad menor a 34%, cercana a la de un título en default con una tasa de retorno de 22,07%.
El BCRA quiere hacer lo que nadie logró en la historia: torcer la voluntad del mercado con advertencias telefónicas a los principales operadores. No fueron pocos los que recibieron llamados para que no operen en determinados horarios y ayudarlos en su combate contra el precio de los dólares financieros.
El resultado fue que compraron AL30D contra pesos por un total de casi $ 5 mil millones. Luego se lo vendieron a los operadores en dólares a precios de liquidación. El total de la intervención fue de USD 11 millones que salieron de las reservas. Este monto es elevado, si se observa que los operadores actuaron bajo presión.
Si bien lograron bajar al contado con liquidación, que había empezado el día a $ 171, a $ 166,82 (+0,22 centavos), en la plaza de las mesas de dinero aumentó $ 1,70 a $ 172,82. Con el MEP sucedió algo similar, en la plaza del cepo cerró a $ 165,98 (-45 centavos), pero en las mesas de dinero cotizó $ 1,50 más alto que el día anterior a $ 168,53.
El “blue siguió en calma y se mantuvo en $ 171 en el mercado libre. En la plaza mayorista, el dólar aumentó 3 centavos a $ 95,93 y el Banco Central pudo comprar USD 40 millones que elevaron las reservas USD 48 millones a 42.728 millones.
Los bonos con ley extranjera tuvieron bajas de hasta 1,75% en los plazos más largos e hicieron que el riesgo país superara el techo de los 1.600 puntos básicos. El alza fue de 15 unidades a 1.606 puntos básicos lo que equivale a un aumento de casi 1%.
No todo fue culpa de la situación argentina. La tasa del Bono del Tesoro de Estados Unidos bajó abruptamente a 1,38% por la suba del título norteamericano. Al mismo tiempo el oro subió 2% a USD 1.796,20 por onza troy en el Mercado de Metales de Nueva York y esto hacía ver que hay un fly to quality -vuelo a la calidad- como se llama a la búsqueda de seguridad sacrificando rentas.
Esto puede preanunciar una salida de capitales de la región que comenzaron a tomar ganancias y buscan refugios más seguros. La muestra es Brasil donde el Bovespa, el índice de la Bolsa de San Pablo, perdió 1,44% y en lo que va del mes cede casi 4%. El dólar, a su vez aumentó 0,50% a 5,08 reales.
La Bolsa local con negocios por $ 935 millones padeció la toma de ganancia de solo dos ruedas. El S&P Merval cedió 1.98%. La caída pudo ser más brusca, pero la recortó a media hora del final de la rueda. Los papeles más afectados fueron Banco Macro (-4,96%), Telecom (-4,17%) y Cresud (-4,14%). Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $ 2.758 millones y recuperaron volumen. Los certificados argentinos tuvieron una rueda negativa. Las bajas fueron encabezadas por Tenaris (-4,84%), YPF (-4,19%) y Edenor (-3,51%).
En la licitación de bonos donde el monto mínimo a recaudar era de $ 20.000 millones, se captaron $ 46.200 millones y se rechazaron ofertas por $40.000 millones para no convalidar una suba de tasas. Esta vez los bonos elegidos fueron los de más corto plazo. Los bancos buscaron la Lecer a junio y se llevaron casi $ 5 mil millones. Era el único título que podían comprar para canjearlos por las Leliq, los bonos del Banco Central que utilizan como encaje. La otra Lecer, la que vence el 31 de diciembre no era apta para los bancos porque el canje lo pueden hacer por bonos soberanos a un plazo mínimo de 180 días. Esto le restó demanda al instrumento que ajusta por el costo de vida que tuvo ofertas por algo más de $ 17 mil, de los que la secretaría de Finanzas aceptó solo $ 6.798 millones.
La Letra del Tesoro a descuento que vence el 29 de octubre, fue la más buscada. Finanzas se llevó $ 23.922 millones a una tasa de 38,99% anual. Por la letra similar que vence a fin de año, captó $ 9.165 millones a 40,39% anual.
Con este resultado llega cómodo a cubrir los vencimientos de julio que totalizan $ 280.000 millones, pero tiene acumulado un neto de $ 158.000 millones y en las próximas licitaciones no le resultara complicado captar lo que necesita para cancelar lo que adeuda este mes.
Por supuesto, que no puede celebrar este resultado porque el endeudamiento es creciente y el dólar no cede. Solo un acuerdo con el FMI, que es lo que espera conseguir Martín Guzmán, el ministro de Economía antes de las elecciones, si lo dejan, puede descomprimir la demanda de dólares.
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