El petróleo subió 50% en 2021: cómo impactará en el comercio exterior de Argentina y en los precios de la nafta

El crudo de Texas superó los USD 76 el barril y el Brent, los USD 77, en máximos de tres años, con negocios pendientes de las discusiones en el cartel de exportadores de petróleo de la OPEP

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Los precios del petróleo anotan
Los precios del petróleo anotan en niveles máximos en casi tres años.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se mantenía este lunes en torno a los 76 dólares el barril, con ligeras subas en una jornada sin actividad en Estados Unidos y con el mercado pendiente de las negociaciones de la alianza OPEP+ para tratar de desbloquear un acuerdo sobre los niveles de producción de crudo en los próximos meses.

El crudo West Texas Intermediate (WTI), que opera en el mercado de futuros de Nueva York (Nymex), avanzaba 1,6% y se comercializaba a USD 76,36 el barril en los contratos con entrega en agosto, en un día en el que no habrá cierre oficial por la celebración del Día de la Independencia en EEUU y en el que Wall Street no opera.

En tanto, el petróleo Brent del Mar del Norte, que lo hace en el mercado electrónico de Londres (ICE), ganaba 1,3% y el barril se pactaba a USD 77,15, en este caso en los contratos para septiembre.

El petróleo crudo es negociado en sus precios más altos desde septiembre de 2018

Estas cotizaciones son las más elevadas en casi tres años, desde septiembre de 2018. Basta recordar que en lo que va de 2021, el petróleo crudo se encareció un 50%, una suba también perceptible en otras materias primas, como los granos y derivados industriales que exporta la Argentina.

La reunión ministerial de los 23 miembros de la alianza OPEP+, que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez aliados, se aplazó de nuevo este lunes a una fecha por determinar, indicó a la AFP una fuente del cártel.

El encuentro actual, que en principio debía haber finalizado el jueves pasado, tiene como objetivo fijar la producción de crudo de la OPEP+ a partir del mes de agosto, pero un diferendo con Emiratos Árabes Unidos bloquea la negociación.

Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un trabajador en un pozo petrolero propiedad de Bashneft en Bashkortostan, Rusia. 28 de enero, 2015. REUTERS/Sergei Karpukhin/Archivo

La alianza OPEP+ (OPEP y aliados), liderada por Arabia Saudí y Rusia, deliberó desde el pasado jueves, pero las conversaciones quedaron atascadas en su intento de decidir cuánto petróleo suministrará en los próximos meses y, tras horas de deliberaciones sin resultado. Esos desacuerdos sumaron una importante “incertidumbre” para los inversores y los precios están subiendo ante la perspectiva de que no haya un acuerdo, según señaló en una nota la analista de la firma Rystad Energy Louise Dickson reproducida por EFE.

Según recordó, si los productores no logran un acuerdo, se mantendría al menos por ahora los niveles de suministro actuales, que están por debajo de la demanda a medida que Estados Unidos y Europa recuperan la actividad gracias a la mejora de la pandemia. La propuesta de Arabia Saudí y Rusia es incrementar la producción conjunta del grupo en 0,4 millones de barriles diarios (mbd) cada mes a partir de agosto.

El principal escollo para un acuerdo en la OPEP es la exigencia de Emiratos Árabes Unidos de que se le permita bombear más

La idea es volver a introducir gradualmente en el mercado, hasta septiembre de 2022, los 5,7 millones de barriles diarios (mbd) del gran recorte (de 9,7 mbd) que la alianza puso en marcha en mayo del año pasado. La propuesta incluye así extender la vigencia del compromiso alcanzado entonces para compensar la histórica destrucción de la demanda petrolera causada por la crisis del coronavirus y apuntalar los hundidos precios.

Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, explicó que “evidentemente, las acciones que tome o deje de tomar la OPEP influyen en la Argentina. Una oferta restringida de la OPEP tiene el efecto en general de subir los precios. Estos precios benefician a la industria argentina -que se guía habitualmente por el Brent- porque les permite solicitar mayores precios ese valor de referencia. Eso beneficia a la industria pero, como contrapartida, perjudica a los consumidores”.

El aumento de precios es mejor para la industria que lo provee y peor para quien lo consume (Jorge Lapeña)

“Si se diera en cambio que la oferta mundial en vez de ser restringida por una reducción de los volúmenes fuera aumentada por los grandes países productores de petróleo nucleados en el cartel de la OPEP, en ese caso los precios tenderían a bajar y esto beneficiaría enormemente a todos los consumidores de petróleo, derivados como nafta y gasoil, y transporte y perjudicaría a la economía de las productoras locales. Esto es lo que se juega en este tipo de decisiones que toman afuera de la Argentina”, añadió Jorge Lapeña a Infobae.

“Hay que tener presente dos cosas al evaluar esta situación. En primer lugar, que la industria petrolera y de hidrocarburos de la Argentina no es competitiva a nivel mundial, no tiene cantidades para ofrecer que puedan alterar al mercado mundial, y tiene unos costos internos de producción que la misma industria los evalúa aproximadamente en USD 55 por barril de petróleo producido, de forma tal de que si hubiera una baja de precios en el mercado mundial, tendría problemas para funcionar y sería imposible la colocación de saldos importantes en el exterior, afectaría las eventuales exportaciones”, afirmó el titular del Instituto General Mosconi.

Impacto para la Argentina

Daniel Montamat, ex secretario de Energía y titular de la consultora Montamat y Asociados, explicó a Infobae que “la suba de los precios del petróleo tiene un doble impacto en la Argentina. Uno, positivo, porque Argentina está auto abastecida de petróleo y está exportando saldos al exterior. Esta suba de los precios del petróleo valoriza las exportaciones y afianza la inversión productiva que se está haciendo en shale oil, sobre todo en Vaca Muerta”.

“Ahora, la suba de los precios del petróleo generalmente repercute en una suba de aquellos productos que son sustitutos próximos del petróleo. Es posible que suba el gas natural licuado (GNL) por barco y, en ese sentido, este año somos importadores, mucho más que el año pasado. El año pasado importamos 30 barcos y este año estamos importando 70 u 80 cargamentos. Hemos duplicado la cantidad y los precios son mucho mayores que el año pasado y es posibles que esta alza de los precios del petróleo siga impactando en mayores subas de los precios del GNL. Encarece las importaciones de un insumo que es necesario frente a la estacionalidad del invierno, porque la oferta doméstica de gas natural no alcanza y hay que complementarla con la oferta de gas importado vía barcos o vía Bolivia”, precisó Montamat.

Si sube el precio del petróleo y no suben los precios de los combustibles acá se reciente el margen de refinación de las empresas (Daniel Montamat)

El complejo de hidrocarburos arrojó en el último año un déficit de divisas del orden de los USD 1.889 millones, según el último Balance Cambiario del Banco Central, actualizado a mayo pasado.

Un informe de José María Rodríguez, consultor externo del IERAL de la Fundación Mediterránea, subrayó que “se encarecen las importaciones de GNL y ponen en evidencia el costo que tiene para el país la falta de incentivos para recuperar la producción de gas”, cuando “Argentina posee una matriz energética con predominio de los hidrocarburos, donde el gas natural y el petróleo contribuyen con el 89% de la producción total de energías del país”. Y detalló que “a través de licitaciones de mediados de junio de este año, realizadas por la empresa estatal IEASA, se contrató la carga de cinco barcos para importar Gas Natural Licuado a un costo cercano a los USD 13 millones de BTU al inyectarse a los gasoductos”.

Foto: EFE/ Bienvenido Velasco/Archivo
Foto: EFE/ Bienvenido Velasco/Archivo

Rodríguez consideró que “la producción convencional de hidrocarburos muestra una tendencia marcadamente decreciente. Sin embargo, la producción no convencional de gas y de petróleo se está constituyendo en un pilar clave para revertir la caída de producción total, y determina que la cuenca neuquina, a partir del desarrollo de Vaca Muerta, presente una relevancia creciente”.

Al comparar la producción pre-pandemia del año 2019 con la proyectada para el año 2021, se puede apreciar una reducción del 12,5% en la producción gas, que pasó de 135,2 millones de metros cúbicos (MMm3/d) a 118,39 MMm3/d, mientras que la producción de petróleo se incrementó en el mismo período un 9,7%, de 82.518 a 90.506 metros cúbicos diarios (m3/d). “La política pública sectorial está detrás de este comportamiento divergente, aunque también puede haber fenómenos asociados a efectos de la pandemia”, recalcó Rodríguez.

En el último año, los precios internos de los combustibles acumulan un incremento del 55%

Para el analista técnico Ruben Ullúa, “en abril del año pasado el mercado había llegado a cotizar en negativo, con todo el problema que hubo en el mercado de futuros con la posición mayo, los valores que uno considera como zona de mínimos -entre 6 y 10 dólares-, desde entonces ha venido subiendo casi sin descanso. Desde el lado técnico observo la zona de 75 a 80 dólares, que ya la testeado, una zona de resistencia muy fuerte, una contención muy importante que cuesta pensar que vaya a superarse tan fácilmente, independientemente de esta situación de la OPEP”.

“Tengo la impresión que estamos más cerca de una toma de ganancias en el precio del petróleo que de una continuidad de la tendencia alcista. Claramente, si no estoy en lo correcto y el mercado sigue subiendo y supera el rango de los USD 80 el barril, seguramente tendremos impacto en el nivel de precios locales del combustible, porque el mercado se ha ido ajustando a eso y como extra, en el circuito inflacionario de Argentina”, agregó Ullúa.

Fuerte aumento de los combustibles

El 19 de agosto del año pasado el Gobierno autorizó un incremento en los combustibles tras diez meses de congelamiento, en el marco de la emergencia económica y sanitaria. Desde entonces se registró una sucesión de aumentos que acumulan alzas en torno al 55% de acuerdo al producto, la marca y la región. En este aspecto, hay que recordar que el dólar oficial subió un 30,5% y el petróleo crudo, un 72,7 por ciento.

Daniel Montamat puntualizó que “en el mercado interno, la suba de los precios del petróleo obviamente repercuten en la suba de precios de los combustibles finales. Se había dicho que las últimas subas se iban a tratar de mantener este año. Si sube el precio del petróleo y no suben los precios de los combustibles acá se resiente el margen de refinación de las empresas, sobre todo aquellas que no están integradas, así que va a haber una presión frente a esta suba de los precios del petróleo para que se trasladen a los precios de los combustibles”.

“Por último, estamos también importando gasoil para generación eléctrica y ahí una suba de los precios del petróleo sí va a repercutir en un aumento de los derivados petroleros, retardado en un lapso de tiempo, pero va a aumentar el precio del gasoil. Esta importación se va a encarecer si se consolida esta suba en los precios del petróleo”, acotó Montamat.

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