Ante la aceleración inflacionaria, el Gobierno decidió acelerar la actualización del salario mínimo, vital y móvil y determinó que el aumento de 35% que estaba previsto en siete tramos hasta febrero de 2022 se realizará más rápido: serán tres reajustes en total que terminarán en septiembre. Ese mes, además, habrá una revisión.
Según confirmaron fuentes oficiales a Infobae, la decisión será materializada en un decreto que será publicado este martes en el Boletín Oficial. En julio el piso de remuneraciones será de $27.216. Este monto, además de ser una referencia para los asalariados del sector privado, impacta en prestaciones sociales como el plan Potenciar Trabajo, las becas Progresar y las jubilaciones sin aportes.
Entre los considerandos del decreto que se publicará mañana, el Gobierno consideró que “la recuperación del salario es una prioridad y constituye una condición necesaria para que la economía sostenga la reactivación en marcha”, y que “que para ello deben generarse todos los instrumentos necesarios para que el ingreso de los trabajadores y las trabajadoras crezca en términos reales”.
El Salario Mínimo, además de ser una referencia para los asalariados del sector privado, impacta en prestaciones sociales como el plan Potenciar Trabajo, las becas Progresar y las jubilaciones sin aportes.
Por otra parte, apunta que “en esa inteligencia que corresponde variar sobre uno de los elementos contenidos en el acuerdo arribado entre las partes, anticipando los plazos fijados de modo que ellos acompañen el proceso en marcha que puede advertirse”.
Con el nuevo esquema, los tres tramos de aumentos serán de 6% en julio (el que se aplica para calcular el piso salarial de $27.216 vigente), un reajuste de 4% adicional en agosto, que llevará el ingreso mínimo hasta $28.080 y una última suba de 1% en septiembre. Con este último porcentaje el monto alcanzará los $29.160. De esa manera, la suma final será la misma que en el acuerdo firmado en abril, pero llegará cinco meses antes.
La medida fue adelantada por la conducción de la CGT, que explicó en un comunicado que “ante el avance sostenido de la inflación se han realizado gestiones ante el Ministerio de Trabajo, y se ha decidido adelantar la vigencia de los aumentos del Salario Mínimo, Vital y Móvil”, explicó la plana mayor cegetista.
Según coincidieron desde la central obrera y fuentes oficiales consultadas por Infobae, el anticipo de los incrementos para el piso de remuneraciones volverá a ponerse en discusión en septiembre.
“El Salario Mínimo, Vital y Móvil es la principal referencia para los trabajadores informales e independientes, y su actualización está ligada también a los haberes jubilatorios y las prestaciones sociales que brinda el Estado”, continuó el comunicado cegetista.
“Por todo esto, el adelantamiento de los aumentos del Salario Mínimo es de suma importancia para mantener el poder de adquisitivo y fundamental en la batalla contra la inflación, que golpea los ingresos de millones de trabajadores y trabajadoras todos los días”, cuestionó la central gremial.
Este lunes Infobae había consignado que el Gobierno estaba evaluando si el monto paritario extra para el piso de las remuneraciones se concretaría a través de un decreto presidencial o, de lo contrario, a través de una reunión del Consejo del Salario Mínimo, el mismo que dictaminó ese 35% hace poco menos de tres meses. Ese cuerpo está integrado por funcionarios, sindicalistas y empresarios.
Los tres tramos de aumentos serán de 6% en julio, un reajuste de 4% adicional en agosto, que llevará el ingreso mínimo hasta $28.080 y una última suba de 1% en septiembre. Con este último porcentaje el monto alcanzará los $29.160.
El piso salarial para los trabajadores formales tuvo un incremento retroactivo en abril de 9% y luego contó con actualizaciones mensuales en mayo, junio (4% en cada caso). En julio se preveía un 3% -con el nuevo decreto será de 6%-, y quedaban pendientes reajustes en agosto, noviembre y por último en febrero.
El avance de la inflación y la reapertura de paritarias generales que propició el Gobierno en las últimas semanas para evitar que el salario termine el año con su cuarta pérdida consecutiva de poder de compra forzó al Poder Ejecutivo a revisar sus propias pautas de incrementos.
Así, por ejemplo, evalúa reforzar los aumentos de salario de los trabajadores del sector público, que hace apenas un mes habían rubricado una paritaria de 35% y que los gremios firmaron a pesar de considerar que no recuperaba el poder adquisitivo perdido en los últimos meses. El Gobierno puso ahora sobre la mesa la posibilidad de negociar un adicional. ATE, uno de los sindicatos involucrados en las conversaciones, pedirá que al menos termine en un 40 por ciento.
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