A más de un año de caer en default, se prolonga el conflicto entre el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y sus acreedores privados. La administración de Axel Kicillof decidió extender por vigésima vez la oferta de canje de deuda a los bonistas, que avanzan en juicios por la cesación de pagos en los tribunales de Nueva York.
Según comunicó oficialmente este lunes la gobernación bonaerense, la propuesta de intercambio de los bonos viejos por los títulos públicos nuevos tendrá un nuevo plazo de vigencia hasta el 23 de julio próximo. Hasta ese momento, las dos partes comenzarán una nueva ronda de negociaciones en la que se discutirán cuestiones técnicas de un eventual acercamiento entre las dos posturas.
El acercamiento, afirmaron a Infobae fuentes cercanas a la negociación, comenzó hace aproximadamente un mes y calificaron a ese contacto como “tenso”. Por eso, desde ambos sectores eligieron iniciar “un período de negociación bajo acuerdos de confidencialidad para poder cerrar la brecha existente entre las posiciones”.
Hasta el 23 de julio las dos partes comenzarán una nueva ronda de negociaciones en la que se discutirán cuestiones técnicas de un eventual acercamiento entre las dos posturas.
La provincia de Buenos Aires tiene que reestructurar deuda por USD 7.148 millones, cifra que se extiende hasta rondar los USD 7.700 millones si se suman los intereses. Desde el 24 de abril del año pasado viene negociando con los acreedores sin llegar a un acuerdo.
Buenos Aires contrató a BofA Securities, Inc. y Citigroup Global Markets Inc. para que actúen como administradores para la invitación, mientras que D.F. King actúa como agente de intercambio, tabulación e información.
Recientemente, uno de los comités de bonistas involucrados en las conversaciones había elegido expresar su ironía ante la 19° extensión de la oferta de canje abierta por la provincia a la luz de los escasos avances. “La provincia de Buenos Aires ha ampliado por decimonovena vez su fallida oferta de canje. Mientras tanto, no hay ninguna discusión con sus tenedores de bonos. Con la llegada de Wimbledon, dejaremos el comentario a John McEnroe...”, publicó la cuenta de Twitter de la Coalition of Argentine Provincial Bondholders, un grupo de bonistas que ya negoció las reestructuraciones de varias otras provincias. El posteo estuvo acompañado con un meme animado en el que el tenista, John McEnroe, protesta durante un partido: “No podés estar hablando en serio”.
La provincia cayó en default en mayo pasado, cuando se cumplió el plazo de gracia del pago de intereses de un bono que vencía por USD 110 millones. Una vez que tuvo lugar la cesación de pagos, comenzó un proceso legal en los tribunales de Nueva York.
Un grupo de acreedores asesorados por la firma White & Case, el Steering Committee of the Ad Hoc Group of Buenos Aires Bondholders, demandó a la provincia en la la Corte del Distrito Sur de Nueva York, el mismo en el que el Tesoro Nacional perdió el caso “pari passu” por la reestructuración de la deuda de 2005.
En la demanda, el estudio jurídico sostuvo que la provincia bonaerense “dejó de realizar los pagos” programados por los Bonos en abril de 2020 y, desde entonces, “ha incumplido sus obligaciones de pago en todas las series” de títulos.
La provincia de Buenos Aires tiene que reestructurar deuda por USD 7.148 millones, cifra que se extiende hasta rondar los USD 7.700 millones si se suman los intereses. Desde el 24 de abril del año pasado viene negociando con los acreedores sin llegar a un acuerdo.
Hace algunos días, la demanda fue ampliada. Los bonistas incluyeron en el caso al fondo fiduciario, la Asociación de Bancos de los Estados Unidos, que representa a todos los tenedores de bonos. De esa manera, el reclamo judicial ganó fuerza y dejó de implicar solamente al fondo inversor que inició el juicio.
“Gestiones de los últimos días del ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, con uno de los principales acreedores, permitió acercar posiciones para realizar un último periodo de conversaciones restringidas (NDA), que permitan arribar a una solución definitiva”, mencionaron fuentes al tanto de los avances de la negociación.
Buenos Aires forma parte del reducido grupo de gobernaciones que no lograron todavía concretar sus procesos de reestructuración de deuda, entre los que se encuentra también Tierra del Fuego y La Rioja. La última provincia en anunciar un acuerdo con sus bonistas fue Chaco.
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