El Gobierno decidió habilitar una reapertura general de las negociaciones paritarias, atento a una aceleración de la inflación que amenaza con enhebrar el cuarto año consecutivo por encima de la variación de los salarios. Para algunos analistas, este año los ingresos de los hogares podrían llegar a empatar o ganarle por poco a la suba de precios, pero lejos estará de poder recuperar lo perdido en los últimos años o siquiera en 2020.
El Indec informó este miércoles que los salarios subieron 3,2% en abril. De esa manera, acumularon en los primeros cuatro meses del año un aumento nominal del 16,8%, menos de un punto por debajo de la inflación medida entre enero y abril últimos, que fue del 17,6 por ciento.
Es la comparación interanual, de todas formas, la que deja más al descubierto lo atrás que quedaron los ingresos en la carrera contra la inflación. En los últimos doce meses, el índice de salarios acumuló un alza del 36,3%, por lo que quedó 10 puntos porcentuales por debajo de la suba de precios acumulada en ese período, del 46,3 por ciento.
Los salarios acumularon en los primeros cuatro meses del año un aumento nominal del 16,8%, menos de un punto por debajo de la inflación medida entre enero y abril últimos, que fue del 17,6 por ciento.
Hay disparidad hacia dentro del mercado laboral. En el primer cuatrimestre del año los únicos salarios que le ganaron a la inflación fueron los del sector privado formal, que experimentó una variación de 19,1%, por lo que superó casi por dos puntos porcentuales al índice de precios.
Por su parte, los salarios de la administración pública nacional provincial y municipal y los de los trabajadores no registrados tuvieron una actualización de 16,2% y 11,4% cada uno y de esa manera quedaron por debajo de la inflación uno y cinco puntos respectivamente.
Nuevamente, la comparación interanual iguala a todos hacia abajo. En la comparación de los últimos doce meses la remuneración salarial de los tres sectores se ubican entre entre trece y ocho puntos porcentuales por detrás del alza de precios minoristas. Mientras el IPC acumulado anual fue de 46,3% hacia el primer cuatrimestre, los ingresos del sector privado avanzaron 38,1%, los públicos mejoraron un 33,1% y el salario informal, un 38,4 por ciento.
Según el Indec, en abril se aplicaron varios aumentos correspondientes a cuotas paritarias, entre los que se destacaron los acordados por los sindicatos de Pasteleros, Indumentaria, Metalúrgicos, Construcción, Calzado, Bancarios, Alimentación, Estaciones de Servicio, Plásticos, Camioneros, Encargados de Edificios, Gráficos, Maestranza, Textiles y Sanidad.
La pauta inflacionaria original plasmada por el Ministerio de Economía en el Presupuesto 2021, que implicaba un alza de precios de 29% anual con algunos puntos porcentuales como margen quedó vetusta en los últimos meses tras la aceleración inflacionaria de los primeros meses del año, lo que ya sentó un precedente para que las paritarias de los grandes gremios cierren negociaciones por encima del 30 por ciento.
Pero en las últimas semanas ese piso de la puja salarial volvió a ampliarse. Por un lado, los trabajadores legislativos tuvieron un incremento salarial de 40%, los bancarios acordaron estirar su reajuste hasta 43%, los camioneros hasta 45%, los alimenticios un 42% y en los próximos días podría haber un nuevo aumento para la planta de empleados estatales, que hace poco más de un mes cerraron su negociación en 35% y podría también estirarse a un 40%, según anticiparon a Infobae fuentes oficiales y sindicales.
A nivel interanual, mientras el IPC acumulado fue de 46,3% hacia el primer cuatrimestre, los ingresos del sector privado avanzaron 38,1%, los públicos mejoraron un 33,1% y el salario informal, un 38,4 por ciento.
El ministro de Trabajo Claudio Moroni afirmó recientemente que “la meta del gobierno en el plan que tenemos es que el salario crezca en términos reales”, dijo, y por eso “se reabrirán todas las paritarias que sean necesarias para que el objetivo se cumpla”.
Para algunos analistas, el segundo semestre del año dejará ver una recuperación más marcada del salario pero que no necesariamente implique que termine ganando contra los precios. Para el economista de Ecolatina Matías Rajnerman, “este año puede terminar hasta con salarios empatando o ganando contra la inflación, habrá que ver cómo es la reapertura de paritarias. El Gobierno ya abandonó el objetivo de inflación y va a un equilibrio de mayor nominalidad y mayores salarios para evitar el cuarto año de caída del salario real”, explicó en diálogo con Infobae.
“En el segundo semestre van a ganar, pero no van a recuperar lo que se perdió durante 2020 y menos durante 2018 y 2019. Y en 2022, entre el acuerdo con el FMI y alguna corrección cambiario va a afectar a los ingresos”, anticipó Rajnerman.
“Estamos ante una una nueva nominalidad. Anteriormente estaba en torno al 30% en línea con la inflación que esperaba el Gobierno, pero como va a ser mas cercano al 45%, decidió liberar paritarias desde hace un mes y medio y así arrancaron primero los sindicatos del estado como PAMI, Congreso y Anses y le siguieron los importantes como camioneros o bancarios”, mencionó por su parte Ricardo Delgado, director de Analytica.
“En la segunda mitad del año el salario va a traccionar al consumo tanto por los aumentos como por la desaceleración de la inflación. Sin embargo, dada la dinámica del primer semestre y la heterogeneidad en los aumentos que consiguieron los trabajadores sindicalizados estimamos una caída cercana al 5% del salario real”, explicaron desde esa consultora.
Por su parte, Matías Ghidini, especialista en mercado laboral y autor del libro Mi Trabajo Ahora consideró que “después de tres años de que hayan perdido, las posibilidades de que eso cambie son bajas. La inflación no parece estar controlada y es una incógnita dónde va a terminar. La mayoría del mercado asume cerca de un 50 a 55 por ciento. Cuesta pensar que la pauta del salario llegue a alcanzar a la inflación, probablemente la caída sea más baja que en otros años pero no quita el hecho de que sea el cuarto año consecutivo de pérdida”, mencionó.
“En el segundo semestre van a ganar, pero no van a recuperar lo que se perdió durante 2020 y menos durante 2018 y 2019. Y en 2022, entre el acuerdo con el FMI y alguna corrección cambiario va a afectar a los ingresos”.
“Esto redunda en una masa de trabajadores cada vez más pobre. El informal va a ser el más rezagado, el público está más influenciado por la política y es difícil prever y el privado es poco probable que pueda llegar a empatarle a la inflación. Además muchas empresas están en un momento muy crítico en medio de una economía recesiva. Quizás algun sector puntualmente pueda conseguir un empate técnico”, concluyó.
La caída del salario de los últimos años es considerable. Una estimación del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) mostró en base a datos oficiales que en los últimos tres años los asalariados perdieron hasta el 25% del poder de compra de sus ingresos.
Para comparar la evolución de los distintos tipos de salario, el estudio tomó marzo de 2018 como punto de partida. Esto es, el mes previo al inicio de las sucesivas corridas cambiarias que hicieron acelerar la inflación y dieron origen a la crisis económica. Desde entonces el salario de los empleados formales del sector privado perdió 15,6% de su valor y el de los empleados públicos un 20,7%, pero ambos superaron superados por la caída que sufrieron los trabajadores informales: 25,9 por ciento.
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