Con el FMI y el nuevo impuesto global en la agenda, Martín Guzmán viaja a Italia a la reunión del G-20

En la cumbre con sus pares del G-20, que tendrá lugar entre el 9 y 10 de julio, el ministro de Economía retomará el contacto con los funcionarios del Fondo tras el entendimiento con el Club de París. La Argentina planteará que la tasa mínima mundial sea mayor a 15 por ciento

Martín Guzmán participará de la cumbre de ministros de Finanzas del G20 en Venecia, Italia.

El ministro de Economía Martín Guzmán viajará la semana próxima a Italia para participar de la cumbre de ministros de finanzas y banqueros centrales del G-20, que tendrá como uno de los temas principales de agenda la discusión por el nuevo impuesto mínimo global que los países centrales buscan implementar para gravar las ganancias de grandes empresas multinacionales.

De todas formas, la coyuntura argentina traerá novedades por otros frentes. La cita en Venecia entre el 9 y 10 de julio le servirá al Gobierno para retomar el contacto formal y presencial con el Fondo Monetario Internacional, ya que se esperan encuentros entre el jefe del Palacio de Hacienda y funcionarios del organismo para avanzar con las negociaciones para un acuerdo financiero nuevo que reemplace al que se firmó en 2018.

Fuentes oficiales prefirieron no anticipar el contenido de las conversaciones que tendrán lugar entre Guzmán y el Fondo Monetario en Italia, pero incluirá el entendimiento que alcanzó el Poder Ejecutivo con el Club de París para evitar un default el 30 de julio -cuando vencía el plazo de gracia tras la finalización del cronograma original de pago acordado en 2014- y que le permitirá al Estado abrir una ventana de tiempo hasta fines de marzo para realizar una reestructuración completa con ese foro de países, que solo vendrá una vez que haya primero un acuerdo nuevo con el FMI.

La cita en Venecia entre el 9 y 10 de julio le servirá al Gobierno para retomar el contacto formal y presencial con el FMI, ya que se esperan encuentros entre el jefe del Palacio de Hacienda y funcionarios del organismo

“Una vez que esté resuelto el programa con el FMI, se retomarán las negociaciones con el Club de París”, anticipó Guzmán hace una semana, aunque evitó dar precisiones sobre con qué cronograma trabaja el Gobierno para cerrar esa negociación. Sobre el entendimiento con el Club de París, dijo que “no existe una carta del FMI (con un apoyo explícito) pero hay un diálogo constructivo”.

La cumbre de ministros de Finanzas y banqueros centrales tuvo un prólogo con la participación de funcionarios de segunda línea de cada área. Representó al Ministerio de Economía Maia Colodenco, titular de la Unidad de Asuntos Internacionales y el vicepresidente del Banco Central, Sergio Woyecheszen. Aún no está confirmado que la semana próxima viaje el presidente del BCRA Miguel Ángel Pesce.

Los ministros de relaciones exteriores se reunieron esta semana en Italia en el marco del G20. La semana que viene será el turno de los de Finanzas y gobernadores de bancos centrales. REUTERS/Yara Nardi

Julie Kozack será la cara visible de las autoridades del FMI en el reunión de ministros en Venecia. La directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental pasó a tener un protagonismo mayor en los últimos meses con el inicio de la renegociación del Stand-By de 2018 que el gobierno de Alberto Fernández anunció formalmente en agosto pasado.

De esa manera, tomó el lugar que en su momento tuvo Alejandro Werner, director de esa oficina y uno de los funcionarios más involucrados en las negociaciones entre el Fondo y el gobierno de Mauricio Macri a mediados de 2018. Werner anunció su renuncia al organismo a partir de agosto. Según pudo confirmar Infobae de fuentes del organismo, hasta que se decida quién es el reemplazante de Werner, su lugar será ocupado interinamente por Nigel Chalk, otro de los funcionarios del FMI que formó parte de las gestiones de 2018.

El FMI mantuvo en las últimas semanas sus contactos con representantes del sector privado más allá del diálogo técnico permanente que sostiene con los funcionarios nacionales.

El FMI, de todas formas, mantuvo en las últimas semanas sus contactos con actores locales más allá del diálogo técnico permanente que sostiene con los funcionarios nacionales. Según pudo reconstruir Infobae en base a fuentes del sector privado que participaron en esas reuniones, los técnicos del FMI realizaron conferencias virtuales con empresarios de distintos sectores, que estuvieron liderados por el todavía delegado del Fondo en Buenos Aires, Trevor Alleyne -será reemplazado por Ben Kelmanson- y el economista argentino parte del staff del FMI, Mariano Szafowal.

En esas conversaciones, el Fondo Monetario consultó a los ejecutivos argentinos sobre algunas de las cuestiones que debatió recientemente con el Poder Ejecutivo más allá de los grandes temas que forman parte de la negociación como el déficit fiscal y las reservas internacionales. En esa agenda aparecieron cuestiones como el proyecto de ley de hidrocarburos que el Gobierno presentará en breve, la ley de biocombustibles que ya debate el Congreso y los programas de controles de precios.

Impuesto global: el tema de debate en el G-20

La reunión de ministros y titulares del Banco Central tendrá como uno de los temas principales de agenda la discusión sobre la puesta en marcha de un impuesto global mínimo para compañías multinacionales, una iniciativa promovida por países europeos y a la que se sumó los Estados Unidos para conseguir que las ganancias que esas empresas tienen en cada nación paguen impuestos en esos fiscos locales, independientemente de su domicilio fiscal.

El G7, que está integrado por Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, llegó a un acuerdo histórico este mes para establecer una tasa global mínima de 15 por ciento. Un cambio de esta naturaleza podría implicar ingresos fiscales extra por USD 150.000 millones para países de todo el mundo.

Algunos países emergentes plantearon que una alícuota de ese tamaño representará un ingreso fiscal bajo para sus economías. Según estimaciones que hizo la economista india Jayati Ghosh, una tasa del 15% representaría ingresos fiscales extra de USD 900 millones para una economía como Brasil, mientras que al subir esa alícuota al 21% podría extenderse a 3.400 millones de dólares.

La reunión de ministros y titulares del Banco Central tendrá como uno de los temas principales de agenda la discusión sobre la puesta en marcha de un impuesto global mínimo para compañías multinacionales

En ese marco es que el Gobierno argentino plantea que ese nuevo tributo global debería ser más alto. “Hay un riesgo de que la tasa mínima sea en realidad la tasa máxima, o la tasa máxima que sea factible. En segundo lugar, una distribución de beneficios del impuesto. Estamos afrontando un crecimiento de la desigualdad por la forma en que los beneficios se están distribuyendo. Planteamos una aproximación en base a principios y acorde a ciertas variables”, dijo Guzmán esta semana en un evento organizado por el G24.

“El 15% de alícuota es muy bajo y tiene que ser más alto, de no menos de 21% y sería mejor un 25 por ciento. Esperamos mantener este debate porque es el momento indicado. Estamos en el medio de una pandemia y hay cambios importantes que podrían suceder pronto”, mencionó el funcionario.

Martín Guzmán planteó en el marco de un evento del G24 que la tasa del nuevo impuesto mínimo global debería ser de hasta 25 por ciento.

“Hay un riesgo sustancial de que los países en desarrollo no obtengan nada en términos de ingresos fiscales extra. Esto requiere de compromiso político para pelear contra los lobbies como en cada ocasión en que se intenta una reforma grande. El trabajo necesita hacerse más rápido con principios más fuertes para conseguir algo mejor que el 15%” de impuesto, concluyó.

Este jueves y viernes el Gobierno argentino participará de otro de los foros internacionales que debate sobre el impuesto global. Será el que llevará adelante entre jueves y viernes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la organización que nuclea a las economías más desarrolladas y que convocó a 139 países en total para debatir la implementación de un nuevo esquema de tributación internacional que tenga en cuenta las particularidades de los nuevos gigantes digitales.

En las últimas décadas, el criterio que aplican los países para establecer el pago de impuestos es considerar como referencia el lugar de radicación de la empresa. Pero las big tech como Google, Facebook o Amazon ponen a prueba esa lógica, ya que pueden generar ganancias sin necesidad de tener presencia física en determinado país. La preocupación de los gobiernos fue que esa situación les permita a las empresas hacer planificaciones fiscales para pagar impuestos en países de baja tributación o paraísos fiscales mientras obtiene renta en naciones con altos impuestos.

El encargado de representar a la Argentina en el plenario de la OCDE será el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias. “Somos un país que tiene significativos niveles de consumo de servicios digitales, pero como los grandes jugadores del mercado no tienen presencia física en nuestro país, esos ingresos generados contribuyen muy poco a la recaudación impositiva nacional”, afirmaron desde la Casa Rosada.

Los últimos datos económicos en medio del contacto con el FMI

El nuevo capítulo de la negociación con el FMI que tendrá lugar a fines de la semana próxima se dará en un contexto en el que la economía mostró en los últimos tres meses una caída de la actividad medida en términos mensuales, según los datos oficiales que publicó este martes el Indec.

La implementación de distintas medidas de restricción a la actividad por la suba de contagios de coronavirus impactó en la tendencia de rebote de la economía, que había comenzado en la medición mensual desde la reapertura parcial tras la primera cuarentena.

En febrero se interrumpió ese ciclo de recuperación intermensual. En febrero el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) tuvo una leve caída de 0,1%, en marzo fue de 0,3% y en abril se profundizó a un retroceso de 1,2 por ciento.

la economía mostró en los últimos tres meses una caída de la actividad medida en términos mensuales, según los datos oficiales que publicó este martes el Indec. EFE/ Enrique García/Archivo

En términos de inflación, el último dato de mayo mostró una desaceleración inflacionaria hasta 3,3% pero que aún está en un nivel alto, ya que anualizada la suba de precios alcanzó el 48,8 por ciento. Las proyecciones del sector privado -no solo estimaciones de consultoras o bancos sino los resultados de las negociaciones paritarias- ya descuentan que la inflación terminará el 2020 muy por encima de la pauta presupuestada de 29 por ciento.

Sin ir más lejos, los gremios de empleados estatales reconocieron que apenas un mes después de haber firmado la paritaria de este año de 35%, esperan poder sentarse a negociar próximamente un nuevo tramo de incremento salarial que lo estiraría al menos a 40%, una posibilidad que el Gobierno reconoció que analiza.

Y sobre las últimas presiones cambiarias durante junio, que llevaron al dólar blue a tener un alza de 7%, el Gobierno considera que se trata de cuestiones estacionales y descartó una escalada en las próximas semanas. De todas formas, desde el Poder Ejecutivo admiten que a partir del segundo semestre comenzará un nuevo ciclo en el mercado cambiario, en el que el Banco Central tendrá, tarde o temprano, un rol vendedor de reservas para sostener el precio del tipo de cambio por un ingreso menor de divisas y la demanda previa a las elecciones.

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