Las intervenciones del BCRA empujaron al riesgo país al segundo nivel más alto desde que salió del default

La intensa operatoria oficial con el AL30 tiene sus costos. Se trata del bono de peor performance y el Banco Central no vacila en rematarlo para contener la suba de los dólares alternativos

Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

El Banco Central, en medio de rumores de que va a aplicar más regulaciones en el mercado, siguió interviniendo con fuerza para evitar la suba de los dólares financieros. El problema es que está vendiendo divisas que pronto dejarán de llegar cuando los exportadores se retiren del mercado a partir de la segunda mitad de julio.

Por caso, ayer las reservas bajaron USD 50 millones. Si bien una parte se debió a la fuerte caída del oro de más de 1%, también fue porque tuvo que vender USD 13,6 millones en la plaza de bonos para evitar la suba del contado con liquidación y al hecho de que no pudo comprar dólares en la plaza minorista.

Cada día el mercado ve la misma película pero con el desgaste de uno de los actores que cada vez tiene menos reservas para intervenir. El principio del film es un dólar contado con liquidación que abre entre $168 y $169 y el Banco Central que comienza a pagar y pagar hasta el final de la rueda cuando lo vuelve a una posición cercana al nivel del día anterior.

Por supuesto, sabe que en esta jugada tan costosa le va la vida porque evita que se le dispare el “blue”. Las manos grandes no van a comprar un dólar por el que en el mercado libre le piden $ 170 cuando por el MEP pagan $ 163,75 aún con la suba de $ 1,03 de ayer. Esta diferencia de poco más de $ 6 hace la diferencia.

Por otra parte, el “blue” se debilitó ante las restricciones para regresar al país de los argentinos que viajaron al exterior. El cupo de 600 personas diarias disuadió a futuros viajeros y redujo los compradores del mercado marginal. Esto hizo que la divisa bajara $ 3 a $ 170.

Las intervenciones con el bono AL30C (cable) que ayer alcanzaron a USD 40,6 millones nominales que equivalen a USD 13,7 millones en efectivo, tienen su costo. El bono en dólares perdió 11% de su valor. Bajó 4 dólares en dos semanas y tiene una tasa de retorno de 21,5% porque su precio retrocedió de USD 38,40 a 34,15. Es el bono de peor performance y el Banco Central no vacila en rematarlo para contener la suba de los dólares alternativos.

El tema es que ese costo contagia al resto de los bonos de la deuda y elevó el riesgo país 13 unidades (+0,8%) a 1.600 puntos básicos y se acercó a los niveles de principios de abril, cuando llegó a 1.618 puntos básicos, el punto más elevado desde que se salió del default a fines de agosto.

De todas maneras, hay que reconocer que esa intervención que no mide riesgos consiguió que el contado con liquidación, que abrió a $ 169, terminara la rueda con un alza de solo 83 centavos a $ 165,69. El MEP subió $ 1,03 a $ 163,75.

En la plaza donde operan las mesas de dinero sin cupos porque utilizan el bono GD30, el MEP subió 40 centavos a $ 164,54 y el contado con liquidación quedó sin cambios en $ 169,59. La brecha entre ambos dólares muestra que la salida de capitales de la Argentina es elevada.

“El tema es que entramos en el período de menor liquidación de los exportadores. Julio empieza a aflojar y en el promedio de los años con cepo, agosto es una época que muestra al Banco Central como vendedor neto. Por eso, hay más cobertura en el mercado de futuros. Los fines de mes de noviembre para adelante estuvieron verdes”, señaló Nicolás Rivas, trader de BAVSA.

Si el dólar a partir de fin de noviembre haya subido su precio y su tasa, es porque el mercado no cree que se pueda mantener este tipo de cambio, salvo que la inflación baje de manera notable. Hasta un ex presidente del Central predijo una devaluación de 20% para esa época del año.

En el mercado mayorista, donde el anclaje es cada vez más sostenido, el dólar subió apenas 1 centavo a $ 95,71. A pesar de que el monto de negocios llegó a USD 324 millones, el Banco Central no tuvo saldo a favor.

La Bolsa sigue sin reaccionar, aunque hay compradores que están aferrados de manera selectiva a algunos papeles. Los negocios sumaron $ 1.223 millones, es decir que se mantuvo en un monto regular. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 1,38%.

Las mayores caídas fueron las de Edenor (-5,04%), Transportadora Gas del Norte (-3,72%) y Galicia (-3,51%). Entre las alzas se destacó Aluar con 2,38% y Cresud con 1,89%.

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en las Bolsas de Nueva York- operaron un volumen menor al habitual de $ 1.908 millones y tuvieron una rueda negativa liderada por Edenor con (-7,66%), seguida por los bancos donde Galicia bajó 3,93%; Supervielle, 3,65% y BBVA, 3,49%. Entre las pocas alzas estuvieron Central Puerto (+2,05%) y Ternium (+1.83%).

Los bonos indexados siguieron en alza. El Boncer, que vence en marzo de 2022 y paga 1,20% sobre CER, aumentó 0,67%. En el mercado ven una ganancia de equilibrio en 50% anual con estos bonos. Por debajo de ese porcentaje, no se justifica el riesgo.

Para hoy se espera otra fuerte contienda en el mercado cambiario con un Banco Central activo y tal vez dictando nuevas reglas de juego para endurecer más el cepo.

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