La intervención del Banco Central en el mercado cambiario fue la más alta del año y superó a la del 26 de enero pasado. Vendió bonos AL30C (la “C” indica cable) por USD 59,4 millones nominales que equivalen a USD 20,2 millones en efectivo y eso sale de las reservas. Además, intervino con el AL30 por un total de USD 97 millones nominales que implican $ 5.559 millones.
Con estos volúmenes consiguió frenar al contado con liquidación que había abierto a $ 170 y cerró en los mismos valores del día anterior a $ 164,86. El MEP perdió 75 centavos y quedó para hoy en $162,78. En el mercado de las mesas de dinero donde se opera sin límites con el bono GD30, el contado con liquidación quedó al mismo valor del día anterior de $ 169,69, mientras el MEP bajó $ 1,39 a $ 162,78.
En el mercado libre, el “blue” tuvo un movimiento fluido de vendedores y compradores y se negoció todo el día a $ 173, un valor que es un peso más barato que el del día anterior. No se vieron manos amigas y sí gente que se apresuró a vender por las obligaciones de fin de mes.
El dólar mayorista subió 9 centavos a $ 95,70. El Banco Central redujo más el ritmo de devaluación porque, contando sábado y domingo, significa una depreciación del peso de 3 centavos diarios. Según el informe de Buenos Aires Valores (BAVSA), el mes terminará con una devaluación de apenas 1,12% y con un valor de $ 95,75. La tasa anualizada es de 11.65% anual, muy lejos de la inflación.
El informe de BAVSA advierte que en el mercado de futuros la situación es distinta porque “subieron las tasas implícitas en todos los tramos, siendo más marcado el efecto en los contratos más largos” y pone como ejemplo que a fin de agosto la tasa implícita en el precio es de 38,4% cuando hasta hace pocos días era de 33,5%.
El monto de negocios fue de USD 294 millones, pero el saldo para el Central fue neutro. Las reservas, por lo tanto, subieron apenas USD 1 millón a 42.420 millones. En 3 de las últimas 7 ruedas no compró dólares y en ese lapso las adquisiciones sumaron USD 127 millones, una notable caída frente a los USD 433 millones de los 7 días previos.
Los bonos de la deuda continuaron en baja, en particular los de ley extranjera ya que los fondos están impedidos de comprarlos. Por eso el riesgo país aumentó 13 unidades (+0,8%) a 1.587 puntos básicos. Desde el 11 de junio pasado subieron 118 puntos básicos y se acercan a perforar el techo de los 1.600 puntos.
La Bolsa no tuvo una buena rueda porque sigue ajustando la calificación de standalone que le otorgó Morgan Stanley Capital Investment (MSCI). Es innegable la tendencia bajista porque se produjo con un buen volumen de negocios de $ 1.130 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, terminó con una caída de 1,50% después de estar más de 2% abajo media hora antes. Sin embargo, no son pocos los que ven una oportunidad en estos precios y se están comprando en corto plazo. Los papeles más afectados fueron: Cresud (-4,08%), Edenor (.3,67%) y Telecom Argentina (-3,20%).
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que se negocian en las Bolsas de Nueva York- operaron un volumen similar al del viernes de $ 2.380 millones. No fue una buena rueda para los certificados argentinos donde las bajas llegaron a 4,20% como fue el caso de Edenor. El alza más destacada fue la de Ternium con 2,45%.
En la licitación de bonos, no le fue mal a la Secretaría de Finanzas ya que buscaba recaudar $ 240.000 millones para hacer un colchón para julio y captó $ 173.855 millones. Las Letras que ajustan por CER que vencen en diciembre (según BAVSA con este instrumento indexado a corto plazo, Finanzas intenta testear el mercado “sobre el apetito por instrumentos CER luego del dato de inflación de mayo menor al esperado”) y junios próximos, fueron las elegidas por los bancos para canjear sus tenencias de Leliq. Entre ambas captaron $ 55.902 millones que representan 20% de lo aceptado. El otro bono exitoso fue el de pesos a descuento con vencimiento el próximo 30 de noviembre que se alzó con $ 30.366 millones. A favor de este título influyó el plazo que es muy corto y el rendimiento de 39,97% anual.
Para Federico Furiase, economista de Anker Latinoamérica y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, la licitación fue propicia hasta ahora porque “el campo siguió liquidando divisas y se estrenó la opción de los bancos para encajar con Bonos del Tesoro. Pero de acá en más puede haber una película distinta porque el mercado ya está pagando por cobertura con dólares contado con liquidación y la cosecha gruesa entra en la etapa final.”
Lo cierto es que la rueda de ayer muestra que hoy habrá otra batalla campal para detener la suba del dólar y que el banco Central necesita utilizar cada vez más reservas para frenarlo. En el primer día de la semana intervino con un monto equivalente a 40% de los dólares que necesitó la semana pasada.
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