La titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, dijo este domingo que trabaja activamente, en diálogo con las compañías aéreas que operan vuelos internacionales desde y hacia la Argentina, para implementar a partir de los próximos días la decisión del gobierno de limitar a un máximo de 600 por día el ingreso de personas al país por vía aérea.
Tamburelli dijo que fue un fin de semana “muy complicado y muy activo” de diálogo con las compañías aéreas y otros organismos del Estado para instrumentar el nuevo cupo, que significa una reducción del 70% respecto del anterior, de 2.000 ingresos diarios. El nuevo cupo, reconoció, es la decisión de mayor impacto.
Entrevistada en el programa Rayos X, por Radio 10, la funcionaria dijo que el diálogo con las empresas y con otras agencias estatales tiene como prioridad evitar que muchos argentinos queden mucho tiempo varados en el exterior. “Varados había cuando no había vuelos; algunos tendrán que demorar su llegada, pero la conectividad está asegurada, aunque con un menor número de arribos”, señaló.
Consultada sobre cuántos vuelos diarios llegarán a la Argentina, la titular de la ANAC dijo que eso dependerá de cuánto se autolimiten las compañías aéreas en cuanto al porcentaje de ocupación de los vuelos y usen aviones más chicos.
Además, señaló que hay “miles” de argentinos en el exterior y que el intercambio con otros organismos del Estado (aunque no la mencionó, probablemente la principal sea la dirección nacional de Migraciones) es para intentar conocer cuáles son los lugares en donde hay una mayor concentración de argentinos en el exterior, de modo de organizar los vuelos de modo que todos los días haya argentinos que lleguen desde las diferentes regiones del mundo.
“Desde el punto de vista práctico, todos los días dialogamos para que todas las empresas tengan posibilidad de operar”, dijo la funcionaria, quien afirmó que “la conectividad está asegurada de manera diaria de todas las zonas y el diálogo con las empresas es para determinar de qué manera lograr ese objetivo.
Además, resaltó que las empresas dialogan y pueden coordinar entre sí. “Hoy todas las empresas están en alianzas que les permiten intercambio de pasajeros, y también hay convenios entre las alianzas. El diálogo es muy fluido y se acentuó con la pandemia, pero también hay un componente de competencia”, subrayó.
En cuanto a la queja o sospecha de algunas empresas extranjeras de que el regulador otorga trato privilegiado a Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera, Tamburelli dijo que “uno trata de que si hay disminución de operaciones sea de manera recíproca, que nos están pidiendo otros países. Por supuesto que uno siempre trata de cuidar a Aerolíneas Argentinas, pero el cupo aplica para todos y también la incluye”.
Es una situación “muy dinámica”, señaló y explicó que “cuando hay distintas empresas concurrentes en un mismo destino, todas deben bajar el mismo porcentaje de vuelos”.
Una cuestión sanitaria
En cuanto al tiempo que los argentinos en el exterior deberán esperar para regresar al país, Tamburelli reconoció lo difícil de la situación y la imposibilidad de una solución rápida. “Los argentinos en el exterior son miles. No hay forma de saber cuántos requieren un regreso inmediato, dependerá de la operación de las empresas y las conversaciones que tengan entre sí. No sabemos quién se quedará varado o con regreso postergado cuánto tiempo”, reconoció. Y enfatizó que lo que está en juego es una cuestión sanitaria. “Lo que buscamos impedir es que estas nuevas cepas entren al país y se propaguen. Eso implicará que algunos pasajeros queden demorados”, dijo.
Este tipo de medidas las tomaron muchos países, dijo la funcionaria. “Estas nuevas cepas son peligrosísimas, son muy contagiosas. Por eso los testeos, el aislamiento, pedimos encarecidamente que se tenga eso en cuenta.”
Hasta ahora, concluyó, se había apelado a la responsabilidad individual, por ejemplo, con la norma de que las personas que llegan al país se aislaran voluntariamente, pero las inspecciones que realizó el gobierno determinaron, precisó, que “el 38% de la gente que venía del exterior no se aislaba”.
“En 15 meses de pandemia, tratamos de que se mantengan el tráfico aéreo. Pero es cada vez más difícil. La responsabilidad individual sigue siendo básico para esto”, enfatizó.
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