Más que un PBI: desde el inicio del kirchnerismo, los complejos oleaginoso y cerealero ingresaron al país divisas por casi 425.000 millones de dólares

La agroindustria es la columna vertebral de la economía argentina, no solo por ser el sector que más divisas ingresa al país, sino también por el movimiento y el empleo que genera en las localidades del interior. Un compendio de actividades que conforma la parte productiva más eficaz y eficiente de Argentina, las ramas cerealera y oleaginosa son las de de mayor importancia.

Para tomar en consideración la magnitud del aporte vale decir, en primera instancia, que en 2020 las exportaciones totales de Argentina fueron de USD 54.884 millones, de los cuales los embarques de origen agroindustrial (materia prima y manufacturas de origen agropecuario) sumaron USD 38.550 millones, según indicó en un informe el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Ahora bien, de los despachos totales del sector, la soja y sus derivados industriales aportaron USD 14.032,2 millones (36,4%), mientras que los cereales y sus productos procesados aportaron USD 9.020,7 millones (23,4%). En conjunto, ambos complejos sumaron USD 23.053 millones, el 60% de las ventas de productos primarios y agroindustriales.

Avidez de dólares

Esta participación, en un país constantemente ávido de dólares y con crisis de deuda todo el tiempo a la vuelta de la esquina, es vital y constante a lo largo de las últimas dos décadas. Así lo demuestra un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) respecto al ingreso de divisas acumulado que tuvieron estas dos ramas de la agroindustria argentina en las últimas dos décadas.

A partir de un trabajo elaborado por Julio Calzada, Bruno Ferrari y Emilce Terré, el sector oleaginoso liquidó divisas por USD 385.817 millones entre 2003-2019, casi un PBI. De esta forma, “se puede observar el importante aporte del sector en materia de generación de divisas, que para el período acumulado desde 2003 hasta abril de 2021 representó el 40 % del total de liquidaciones de dólares en el país por motivo de exportación”, señaló el informe.

El informe, que resulta de un entrecruzamiento de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y del Banco Central de la República Argentina (BCRA), divide el período 2003-19 en dos subperíodos que van del 2003 al 2012 y del 2013 al 2019. En el primero “se observa hasta el año 2006 una caída en la participación relativa anual del sector oleaginosos y cerealeros hasta alcanzar el 32% del total de dólares ingresados por exportaciones”.

“A partir de aquí, salvo por el año 2009, se registra una continuidad en el aumento absoluto de los cobros totales por exportaciones de dicho sector al igual que en términos relativos, arribando a un pico de participación del 41% en el año 2011 y cayendo levemente hasta 38% el año siguiente”, puntualizó la entidad.

En cuanto al segundo subperíodo, la BCR enfatizó que “a pesar de la fuerte caída en los cobros de exportaciones totales y el posterior estancamiento, el sector tuvo un aumento importante en su representatividad relativa alcanzando un máximo de la serie en 2016 con el 47% del total nacional en términos anuales. Mientras que en el último año analizado, se observa una participación cercana al máximo de la serie con el 46 % respectivamente”.

Exportaciones en 2021

Por otro lado, independientemente de la liquidación de divisas en lo que va de este año, que según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) alcanzó un récord histórico en los primeros cinco meses de 2021, “la agroindustria crece en su participación sobre el total de exportaciones”. Según destacó la entidad bursátil rosarina, entre enero y mayo las exportaciones de los seis principales complejos agroindustriales del país ascendieron a US$ 16.000 millones, lo que significó un incremento interanual del 32%. Esto permitió que la participación en el total de los despachos al exterior del país, suba al 59%.

“La mejora de los precios internacionales de los commodities agrícolas permitió así un fuerte incremento de la afluencia de divisas por comercio exterior al país, y con ello la participación de los complejos soja, maíz, trigo, cebada y girasol en el total de despachos argentinos creció al 59%: seis de cada 10 dólares que ingresan al país por comercio exterior lo genera la producción de estos seis cultivos, y sus industrias de primera y segunda transformación vinculadas”, explicó la BCR.

Así, sumando las exportaciones de los complejos oleaginoso y cerealero de 2003 a 2019 (USD 385.817 millones), en 2020 (USD 23.053 millones) y los primeros meses de 2021 (USD 16.000 millones) se llega a un total de USD 424.870 millones que entre ambos aportaron a lo largo de ese extenso período, que cubre las 3 administraciones kirchneristas, a un promedio de USD 1.922 millones por mes.

El complejo sojero tuvo un muy marcado salto en la participación de las exportaciones totales, con un avance del 9 puntos porcentuales con respecto al año pasado para ubicarse en el 38%. Esta rama “resultó la de mejor performance relativa impulsado por la mejora en los valores internacionales de los aceites vegetales y el impulso que ha cobrado la industrialización de poroto en lo que va de la nueva campaña comercial.

Así, el valor de sus exportaciones aumentó un 62% interanual, superando los USD 9.500 millones, a pesar de que el volumen despachado aumentó un 9% en el período, a 17,3 millones de toneladas. En cuanto al complejo maicero, el mismo avanzó 6% hasta los USD 2.800 millones, con una participación del 11%. Lo opuesto ocurrió con el trigo, cuyos ingresos cayeron 3% hasta los USD 1.600 millones y su participación pasó del 8% al 6% en 2021.

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