La mejora de los indicadores macroeconómicos, como la desaceleración de la tasa de inflación mensual, el logro de superávit gemelos, de las finanzas públicas, como del comercio exterior, y la acumulación de reservas, no alcanzaron la entidad suficiente para mejorar el humor de las familias argentina.
“El Índice de Confianza del Consumidor a nivel nacional bajó 2,3% con respecto al registro de mayo. En lo que va del año, el ICC acumula una contracción de 11,9% (comparación junio 2021 contra diciembre 2020). En la comparación interanual, el ICC cayó 12,2%”, informó el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.
Esa disociación entre la mejora de los grandes números de los Gobierno y la confianza que intenta transmitir el ministro de Economía Martín Guzmán, con el acuerdo con el Club de París para que el país no vuelva al Estado de cesación de pagos; y el deterioro del humor del promedio de la población, se explica por las promesas incumplidas en cuanto a la recuperación de la situación de las finanzas personales en general.
La lista es muy larga que explica la cuarta caída en seis meses del estado de ánimo de los argentinos, pero puede sintetizar: 1) se postergó el reintegro de las retenciones de Ganancias a los asalariados que perciben hasta $150.000 por mes; 2) se sorprendió a los monotributistas con una deuda por el cambio de escalas de imposición, ahora suspendido tras los reclamos al Poder Ejecutivo Nacional de la sociedad afectada; 3) se volvió a la faz 1 de aislamiento preventivo contra el covid-19, en particular para actividades sin resto para continuar inactivos, como la gastronomía, hotelería, y servicios de turismo y esparcimiento en general; 3) se demoraron los programas de asistencia social vinculados con la crisis sanitaria por la falta de previsión presupuestaria; y 5) se agudizaron las políticas que limitan las actividades con potencial de crecimiento, como la exportación de granos, oleaginosas, y carnes, por la reactivación del consumo mundial que llevaron a impulsar los precios internacionales, pero el Gobierno decidió no aprovechar.
El ICC cayó 2,4% en Gran Buenos Aires, 2,9% en el Interior y se contrajo 0,4% en Capital Federal
“Se advierten variaciones negativas para el índice en todas las regiones. El ICC cayó 2,4% en Gran Buenos Aires, 2,9% en el Interior y se contrajo 0,4% en Capital Federal, siempre con respecto a mayo”, comunicó la casa de altos estudios.
En todos los casos el humor de las familias acumuló un deterioro medido a tasas de dos dígitos porcentuales desde el inicio de la gestión del actual gobierno: 18,2% en el promedio nacional, 20,3% en el interior; 17,9% en GBA y 15,4% en CABA.
Comportamiento heterogéneo
Cómo ha sido habitual en los últimos meses, el comportamiento de los subíndices fue heterogéneo. Las decisiones de compra de Bienes durables e Inmuebles cayeron 9,6%, reflejando el doble efecto de la sostenida caída del salario real promedio de la economía y el estancamiento en un bajo nivel del empleo global, con excepción de la administración pública; fenómeno que arrastró también a la baja de la Situación Personal, 3,1%; y por el contrario, la Situación Macroeconómica aumentó 2,7%, siempre con respecto al mes anterior.
Por nivel de ingresos del individuo, el relevamiento de Poliarquía Consultores para el CIF en 1.201 familias residentes en 40 localidades de todo el país detectó que la confianza bajó 4,6% en el grupo de consumidores de nivel educativo/ingresos más altos y aumentó 2,5% en los consumidores con nivel educativo/ingresos más bajos, siempre respecto a mayo.
Destaca el CIF: “En los países desarrollados, se le presta gran interés a estas estadísticas, pues revelan con relativa rapidez el “humor” de los consumidores, que determinará las decisiones de compra a corto y mediano plazo y por lo tanto la evolución de los indicadores macroeconómicos en los próximos trimestres. El ICC, que se construye a partir de los resultados de una encuesta, es considerado un leading indicator por el Departamento de Comercio de EE.UU., donde es preparado por la Universidad de Michigan”.
Las expectativas también registran un estado heterogéneo en la confianza de los hogares: “A nivel nacional, en junio las percepciones de los consumidores respecto a las Condiciones Presentes mostraron una fuerte contracción, 8,5%, mientras que el componente que mide las Expectativas Futuras de los encuestados aumentó 1,4% con respecto al mes anterior. En consecuencia, la brecha entre Expectativas Futuras y Condiciones Presentes aumentó a 21,4 en junio”, concluye el informe de la UTDT.
Las percepciones de los consumidores respecto a las Condiciones Presentes mostraron una fuerte contracción, 8,5%, mientras que el componente que mide las Expectativas Futuras aumentó 1,4 por ciento
En cuanto a la comparación interanual, el componente que evalúa las Condiciones Presentes cayó 2,7% mientras que el componente de Expectativas Futuras acumula una caída de 16,6 por ciento.
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