El Gobierno alcanzó un “entendimiento” con el Club de París y pagará una suma parcial para evitar que ese consorcio de naciones declare a la Argentina en default a fines de julio, pudo saber Infobae en base a fuentes oficiales.
El ministro de Economía Martín Guzmán anunció este martes por la tarde que el Poder Ejecutivo llegó a un entendimiento con ese grupo de países, lo que implicará un pago de 430 millones de dólares, de los USD 2.500 millones que debe el país en su totalidad transcurridos siete años del acuerdo firmado en 2014. El trato tendrá vigencia hasta el 31 de marzo de 2022.
Se tratará de un acuerdo “de buena voluntad” pero no el “acuerdo definitivo” con el Club de París, que será terminado de negociar más adelante. La operación contaría con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional, que en las próximas horas dará a conocer un comunicado en el que “saludará” el avance de las conversaciones entre las partes.
Según explicó el jefe del Palacio de Hacienda, el pago podría realizarse en dos partes. Un primer tramo el 31 de julio (el día después de que termine el plazo de gracia antes del eventual default) y otro “en algún momento del año próximo”, dijo Guzmán.
“Hemos llegado a un entendimiento con el Club de París para obtener un puente de tiempo que nos permita no tener que enfrentar una situación de incumplimiento o default el día 31 de julio de este año”, mencionó el ministro de Economía en conferencia de prensa.
“En el período de 8 meses (hasta marzo de 2022), en lugar de hacerse frente a los aproximadamente 2.400 millones de dólares programados, se hará frente a un conjunto de pagos que sumarán alrededor de 430 millones de dólares. Implica un alivio financiero para la Argentina de 2.000 millones de dólares entre ahora y el 31 de marzo”, continuó Guzmán.
Según explicó el jefe del Palacio de Hacienda, el pago podría realizarse en dos partes. Un primer tramo el 31 de julio (el día después de que termine el plazo de gracia antes del eventual default) y otro “en algún momento del año próximo”, dijo Guzmán.
La Argentina pasó el 30 de mayo como última fecha de pago hacia ese consorcio de naciones y se abrió una ventana de 60 días hasta fines de julio. Tras ese plazo de gracia, los países miembros podrían declarar al Estado argentino en situación de impago de su deuda.
El Poder Ejecutivo llegó a un entendimiento con el Club de París que implicará un pago de entre 400 y 500 millones de dólares, de los USD 2.500 millones que debe el país en su totalidad transcurridos siete años del acuerdo firmado en 2014.
De todas formas, el Gobierno ya había adelantado su intención de negociar una salida “temporal” por la cual, sin completar una reestructuración de los USD 2.400 millones, pudiera conseguir un aval del FMI para que ese consorcio de naciones no considere la falta de cancelación de ese saldo como un evento de impago.
Ese paso será transitorio: para una readecuación de los términos del acuerdo rubricado en 2014 el Club de París pedirá, como prácticamente desde su fundación, que la Argentina cuente con un programa financiero vigente con el FMI. En términos prácticos, el ministro de Economía Martín Guzmán buscará reducir la tasa de interés de 9% que rige desde 2019 y plazos de devolución más amplios.
La Casa Rosada apostó a que las dos giras por Europa que encabezaron Guzmán y más adelante el propio Alberto Fernández para tejer apoyos de mandatarios europeos allanasen el camino para que el Club haga pública una minuta -como lo hace tradicionalmente, por consenso entre sus miembros- para que la no cancelación de esos USD 2.400 millones no sea considerada por ese foro como una cesación de pagos. Este entendimiento estará reflejado en esa decisión que harán pública los miembros del consorcio de naciones.
Más de la mitad de la deuda argentina con el Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).
Durante los últimos siete años, el Estado argentino pagó cerca de USD 8.100 millones a ese consorcio de acreedores bilaterales. El flujo de pago, no obstante, se interrumpió en 2019: el gobierno de Mauricio Macri hizo un último pago de USD 1.900 millones en mayo de ese año y la cuenta quedó con un rojo pendiente de otros USD 1.900 millones más. En ese momento, el Ejecutivo argumentaba que la situación de reservas (la economía ya acumulaba más de un año de tensiones cambiarias) no le permitía afrontar un pago mayor, por lo que preferían que se activara la tasa de interés de 9% a tener que resignar más divisas en ese contexto.
En mayo de 2020 el Ministerio de Economía no giró el pago pendiente tal como estaba previsto. Incluso ya semanas antes de esa fecha el propio Guzmán había enviado cartas al Club de París anticipando esa decisión. El 13 de marzo de ese año Guzmán escribió a los miembros del Club de París expresando la decisión de posponer hasta el 5 de mayo de 2021 el pago de USD 2.100 millones (es decir, los USD 1.900 millones más la tasa de interés) originalmente vencido el 5 de mayo de 2020.
Más de la mitad de la deuda argentina con el Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).
Y más adelante Guzmán les adelantó que buscaría un cambio en las condiciones del acuerdo. El 7 de abril, el Palacio de Hacienda envió una segunda carta al Club de París con una propuesta para modificar los términos, y anticipó que pretendía discutir principalmente una extensión de las fechas de vencimiento y una “reducción significativa” en la tasa de interés.
Recientemente, el Gobierno había admitido que sin un acuerdo firmado con el FMI no podría reestructurar la deuda con el Club de París. Así lo afirmó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero en el primer informe al Congreso enviado este año en que respondió más de mil preguntas de senadores y que responderá presencialmente mañana en el Senado.
“Teniendo en cuenta que un requisito del Club de París para iniciar cualquier proceso de renegociación de sus contratos es la vigencia de un programa con el FMI, en abril de 2021 la República Argentina envió una nueva carta actualizando a los miembros del Club sobre el contexto económico actual del país y el estado de las negociaciones con el FMI. Allí se reiteraron los desafíos que presenta el próximo vencimiento y se planteó dar inicio a un proceso de intercambio entre los miembros para poder avanzar y reacomodar los pagos en virtud de la actual negociación con el FMI”, aseguró el funcionario.
“Desde el Club resaltan la importancia de tener previsibilidad sobre los plazos del acuerdo con el FMI y respetar el principio de términos comparables con otros acuerdos”, dijo el jefe de ministros.
Fondo Monetario: cuáles serán los próximos pasos en la negociación
Guzmán aseguró que la semana próxima volverán los contactos con los funcionarios del Fondo Monetario. El ministro de Economía participará entre el 30 de junio y el 1° de julio en la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes del Banco Central del G20 en Italia donde, mencionó el ministro, mantendrá reuniones con ejecutivos del FMI.
“Una vez que esté resuelto el programa con el FMI, se retomarán las negociaciones con el Club de París”, anticipó Guzmán, aunque evitó dar precisiones sobre con qué cronograma trabaja el Gobierno para cerrar esa negociación. Sobre el entendimiento con el Club de París, dijo que “no existe una carta del FMI (con un apoyo explícito) pero hay un diálogo constructivo”.
“Nunca hubo un plazo (para acordar), sino circunstancias convenientes. La pandemia generó cambios muy fuertes en todo el mundo. Seguimos trabajando de manera constructiva. Se hipotecó el futuro de la sociedad argentina, fue algo muy grave y nosotros estamos mirando para adelante. La responsabilidad es compartida entre el acreedor y el deudor. Ahora las dos partes tienen que sentarse en la mesa”, continuó Guzmán.
Sobre una eventual misión del FMI en Buenos Aires, el ministro de Economía dijo que el organismo “suspendió las visitas del artículo IV hasta nuevo aviso” por la crisis sanitaria mundial.
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