El negocio de los shoppings fue uno de los que tuvo que permanecer más meses cerrado por las medidas oficiales para contener la pandemia. Fueron siete meses sin poder operar durante el año pasado (entre marzo y octubre de 2020). Y cerca de dos meses este año (entre abril y junio). Esta semana, reabrieron en la ciudad de Buenos Aires con menos locales -ya están en proceso de cubrir los lugares que quedaron vacíos- y con algunas ideas de reconversión.
Según el último relevamiento sobre centros de compra, publicado por el Indec a fines de mayo, en los distintos shoppings del país hay 6.135 locales. En marzo de este año, el 26,4% de los locales estaban “inactivos” (disponibles para alquilar, en reforma o con cierre provisorio). La encuesta abarcó 79 centros de compras, de los cuales 19 están situados en el Gran Buenos Aires, 17 en la ciudad de Buenos Aires y el resto en el interior del país. En febrero de 2020, cuando se publicó el último informe del sector previo a la irrupción de la pandemia, el porcentaje de locales cerrados era de 12,6 por ciento.
En marzo el 26,4% de los locales estaban “inactivos”, esto es disponibles para alquilar, en reforma o con cierre provisorio
A la espera de poder ir recuperando, de a poco, su nivel de clientes habitual, los grandes shoppings ya están diseñando algunas estrategias. El Alto Palermo, uno de los centros comerciales del Grupo Irsa, montó un esquema de venta a la calle, fuera del centro comercial, con la ubicación de diez containers convertidos en locales comerciales sobre la calle Arenales. Las marcas se instalarán allí de forma rotativa y se irán renovando cada 15 días.
Esta medida, claro, no es replicable en otros centros comerciales, ya pocos son atravesados por una calle casi interna como es el caso de Arenales. “En el caso de la industria, durante las restricciones se llegó a un 30% de locales cerrados. En los shoppings de Irsa la vacancia fue muy variada. De los 1.500 locales de los 14 centros comerciales en el peor momento hubo 200 locales cerrados. De esa cantidad, repusimos unos 150 y estamos con una vacancia del 7%”, detalló Sergio Dattilo, gerente de Relaciones Institucionales de la compañía.
Lo que para algunas marcas es una situación crítica que los obliga a abandonar los centros comerciales, para otras que antes no veían posible tener un espacio en un shopping también puede ser una oportunidad. “Se sumaron rubros que hasta ahora no estaban en los shoppings como concesionarias de autos, empresas de archivos o de pisos de madera. Va a haber una renovación de rubros. La contracara es que se fueron locatarios que eran pymes y se cayeron. El negocio está cambiando”, destacó Dattilo.
Irsa es la empresa propietaria de los centros comerciales Alto Palermo, Abasto, Dot Baires, Alcorta, Patio Bullrich, Distrito Arcos, Alto Avellaneda, Soleil, Alto Rosario, Mendoza Plaza Shopping y Patio Olmos, entre otros. Durante los meses de cierre, los locatarios no se vieron obligados a pagar el alquiler, pero sí las expensas por los gastos comunes del centro comercial.
“Se sumaron rubros que hasta ahora no estaban en los shoppings como concesionarias de autos, empresas de archivos o de pisos de madera” (Dattilo)
En tanto, los shoppings de los barrios de Recoleta y Belgano -Recoleta Mall y El Solar- volverán a apostar por un formato de “outlet”: desde la reapertura y hasta fines de agosto, los locales de indumentaria y accesorios ofrecerán, además de las colecciones nuevas, prendas de temporadas anteriores, con precios hasta 50% más baratos que los actuales.
“Los meses de cierre fueron extremadamente complejos. El año pasado, cuando reabrimos después de 7 meses, el 14 de octubre, el proceso de recuperación había sido lento. Arrancamos en ese momento con una desocupación de los locales de 12% a 15% y con las marcas con problemas muy complicados de financiamiento”, contó a Infobae Pablo Peralta Ramos, gerente Comercial de los shoppings Recoleta Mall y El Solar.
En apenas unos días, los centros comerciales lograron reactivar algunas de sus habituales promociones con tarjetas bancarias para estimular la venta de productos por el Día del Padre. “No es abrir y que todo ya se normaliza. El Día de la Madre, el año pasado, en números absolutos no fue bueno porque hubo poco tiempo para vender. Pero la venta de Navidad fue relativamente normal. Había comenzado un proceso de mejora pero con el último cierre se volvió a frenar. Llegamos a marzo con muchas expectativas y en abril tuvimos que volver a cerrar y muchas marcas no llegaron a recuperarse y tuvieron que volver a achicarse”, agregó Peralta Ramos.
“El Día de la Madre, el año pasado, en números absolutos no fue bueno porque hubo poco tiempo para vender. Pero la venta de Navidad fue relativamente normal” (Peralta Ramos)
El ejecutivo coincidió en que la crisis alejó a marcas grandes de los shopings, que tuvieron que reducir su cantidad de locales, pero que también comenzó a acercar a otras empresas más chicas, pyme, que antes -cuando había lista de esperar para conseguir un espacio- no tenían muchas opciones de conseguir un espacio. “Normalmente los shopping no tienen vacancia, para diciembre habíamos alcanzado un 100% de ocupación en los dos centros comerciales”, dijo.
Desde el sector, remarcan que los centros comerciales son espacios seguros con un doble aforo -dentro del shopping y dentro de cada local- y con personal destinado a que se cumplan los protocolos.
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