El Departamento del Tesoro de Estados Unidos le planteó al ministro Martín Guzmán que la Argentina necesita un plan económico sólido para contar con el apoyo de Washington en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Así lo informó el organismo que conduce Janet Yellen, al detallar que “ayer, el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, dialogó con el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán”.
“El subsecretario Adeyemo revisó las consultas de Argentina con el Club de París de acreedores bilaterales, y la negociación pendiente de Argentina de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional”.
El funcionario de la administración Biden le indicó al ministro que “un marco de política económica sólido para Argentina que ofrezca una visión de crecimiento del empleo en el sector privado contaría con el apoyo de Estados Unidos y de la comunidad internacional”, según informó el organismo norteamericano.
Un marco de política económica sólido para Argentina que ofrezca una visión de crecimiento del empleo en el sector privado contaría con el apoyo de Estados Unidos y de la comunidad internacional
El Ministerio de Economía no informó oficialmente sobre esta comunicación, cuyo contenido evapora las fantasías de algunos funcionarios argentinos acerca de un posible apoyo de Yellen a Guzmán por la cercanía entre su esposo, George Akelof, y el padrino intelectual del ministro, el premio Nobel Joseph Stiglitz.
De todos modos, calificadas fuentes oficiales indicaron a Infobae que, en su interpretación, el diálogo entre Guzmán y Adeyemo fue “muy positivo”.
“Hubo un apoyo contundente. No les pedimos nada y lo comunicaron igual. Fue una excelente charla que muestra una buena perspectiva de cara a la negociación con el Club de París y la mención a la recuperación del empleo privado es muy importante”, señaló el funcionario argentino. Esto permitiría, según el Gobierno, que el Club no declare en default al país el mes próximo, pero tampoco que le mejore las condiciones del pago. Es decir, el vencimiento se postergaría, sin penalidades ni reducción en el costo.
Adeyemo, de 40 años, es ciudadano nigeriano-americano y presidió la Fundación Obama durante el anterior gobierno demócrata y también fue subsecretario de Seguridad Nacional para Asuntos Internacionales y subdirector del National Economic Council.
Tiene un doctorado en Yale y se desempeñó previamente en la campaña de John Kerry en 2004 y colaboró con el secretario Jack Lew en el Tesoro. En particular, trabajó en la Alianza Trans-Pacífica. Con Obama también fue el representante del Tesoro ante el G7 y el G20.
Previamente, se desempeñó como asesor senior de BlackRock, el mayor fondo de inversión de Wall Street, que enfrentó al gobierno argentino en el canje de la deuda en 2020.
Durante su viaje a Washington en marzo, Guzmán no había podido tomar contacto directo con el Tesoro, un organismo clave para cerrar la negociación con el FMI con vistas a postergar el pago de la deuda de USD 45.000 millones que tiene la Argentina.
El evento principal en la agenda de Guzmán de ese viaje, realizado en marzo, fue la reunión que sostuvo con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Sin embargo, desde entonces las negociaciones no han avanzado aunque desde el Palacio de Hacienda hayan dejado trascender que se estaba cerca en términos técnicos.
Sin contacto con el Tesoro, Guzmán aprovechó aquella visita a la capital estadounidense para reunirse también con el senador Bill Cassidy, un republicano que integra la comisión de Finanzas.
Antes, se encontró con el director gerente de Operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, quien le ratificó créditos a la Argentina destinados al desarrollo de infraestructura, protección social, salud, empleo y cambio climático por USD 2.000 millones durante 2021, de los cuales ya se aprobaron unos USD 420 millones el mes pasado.
Previamente, el ministro pasó por Nueva York, donde se reunió con representantes de fondos de inversión que participaron del canje de la deuda y que desde entonces mantienen un fuerte escepticismo en torno de la situación argentina.
Guzmán siguió sus contactos internacionales en Europa, donde también se encontró con sus pares de España, Italia, Francia y Alemania, para avanzar en el acuerdo a 10 años con el FMI y la postergación del vencimiento del pago al Club de París por USD 2400 millones. El país no pagó en el plazo original de fines de mayo y cuenta con plazo hasta fin de julio para no caer en default.
Tanto en Europa como en Washington le aclararon que necesita un aval explícito del Fondo para renegociar con el Club mejores condiciones financieras en términos de plazo y tasa de interés en relación al acuerdo al que llegó el entonces ministro Axel Kicillof en 2014, quien por no haber aceptado que la Argentina tenga la revisión del artículo IV del FMI, tuvo que aceptar términos que ahora termina sufriendo el gobierno de Alberto Fernández.
Esta semana, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, prevé reunirse en Washington con importantes funcionarios del gobierno y el congreso de Estados Unidos para avanzar en estas gestiones.
En su disertación con empresarios reunidos por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), Guzmán indicó hoy que “cada gira con el Presidente tiene que ver con construir un apoyo que fortalezca la posición argentina y que se cree un sentido común con lo que Argentina necesita”. La próxima escala en este viaje será a fin de mes con el segundo encuentro entre Fernández y su par francés, Emmanuel Macron.
La semana pasada, el vocero del FMI, Gerry Rice, aclaró que no hay novedades ni en torno a la comunicación que necesita la Argentina para conseguir el apoyo en el Club ni en los plazos para realizar una misión del staff a Buenos Aires, una posibilidad que, desde Washington, creen que el oficialismo quiere evitar a toda costa en medio de la campaña electoral de este año. El Palacio de Hacienda, por su parte, afirma que el diálogo con el staff del organismo, continúa siendo fluido, pero no hay plazos para avanzar hacia un final feliz.
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