En sentido completamente opuesto a lo que ocurre en la Argentina, donde nuevamente se espera para mañana un alto índice de inflación para mayo, el dato en muchos países emergentes aportó una sorpresa inédita. Con un registro sin precedentes, el avance promedio del índice de precios al consumidor del grupo de economías que integran el Indice de Bonos Soberanos de Mercados Emergentes (GBI-EM, según sus siglas en inglés) fue menor al registrado en Estados Unidos.
En otras palabras, la inflación en Estados Unidos avanza más rápido que en muchos países en vías de desarrollo relevantes para el mercado de capitales global y, por cierto, por encima de su promedio. Es que la economía de la principal potencia mundial anotó el mes pasado una inflación interanual de 5%, cifra casi un punto superior a la de abril y por encima de las expectativas, lo que encendió algunas alertas. Al mismo tiempo, el dato promedio de una canasta de 12 países emergentes que integran ese índice del JP Morgan, entre los que se encuentran Brasil, México y Chile, anotó una suba de “apenas” 4,3%. Si bien esa medición fue levemente superior a la del mes anterior, se ubicó por debajo de las expectativas de los inversores, lo que alimenta el buen clima en los mercados de este grupo de países.
Claro que en ese resultado no participa la Argentina, país que no integra el índice del banco de inversión y que, de hacerlo, hubiera alterado completamente el promedio. Con una inflación interanual de 46%, el avance de precios en el país se ubica excesivamente arriba de cada uno de los mercados que integran el GBI-EM. En ese grupo de países emergentes, el mayor nivel de inflación lo detentan República Dominicana, con 9,7% i.a., y Brasil donde se registró una aceleración del 8,1%, siempre en términos interanuales.
Pese al debate sobre cómo interpretar el mal dato de la inflación norteamericano, su evolución en los emergentes es bien recibida en el mercado, cuyos analistas destacan las políticas monetarias cautelosas de los bancos centrales y su manejo de la tasa de interés. “Las políticas agresivas adoptadas por los bancos centrales de los mercados emergentes contrasta marcadamente con las posturas muy flexibles adoptadas por la Reserva Federal y el Banco Central Europeo”, sostuvo ayer en un informe a sus clientes el fondo de inversión Ashmore Group.
La inflación en Estados Unidos avanza más rápido que en muchos países en vías de desarrollo relevantes para el mercado de capitales global y, por cierto, por encima de su promedio. Es que la economía de la principal potencia mundial anotó el mes pasado una inflación interanual de 5%, lo que encendió algunas alertas
“La inflación de los mercados emergentes aumentó mucho menos de lo que se temía en mayo. La inflación del índice de precios al consumidor ponderada por GBI-EM GD de JP Morgan, un índice que rastrea los bonos en moneda local, subió a 4,3% en mayo desde 4,1% en abril. Esto es solo modestamente por encima de la línea de tendencia descendente de la inflación de los mercados emergentes durante los últimos 18 años”, añadió el informe.
El fondo Ashmore es un viejo conocido acreedor de la deuda argentina y sus operaciones se enfocan en países emergentes. En su reporte de seguimiento semanal, se destaca que la inflación sorprendió al alza en nuestro principal socio del Mercosur. En contrapartida, se registró una leve caída en México respecto de abril y se mantuvo relativamente estable en Chile, que con un avance de 3,3% anual se ubica entre los de menor inflación.
“Los bancos centrales de los países emergentes siguen comprometidos en anclar las expectativas de inflación, lo que es un buen augurio para la estabilidad de precios y el comportamiento de las divisas”, señaló el fondo Ashmore y destacó la suba de tasas en Rusia, donde el Banco Central la llevó a 5,5%, con un incremento 50 puntos básicos, la advertencia de la entidad monetaria Chile sobre posibles subas en el futuro y la expectativa sobre el mismo derrotero en Brasil, donde es probable que el Banco Central de Brasil incremente 75 puntos básicos su tasa de política monetaria, para dejarla en 4,25% anual. Puesto todo junto, el contraste con las cifras que desde hace años exhibe la Argentina, a la que curiosamente todavía se la considera país emergente, es shockeante, con un nivel de inflación superior al 3,5% mensual, tasas negativas del 38% y tipo de cambio avanzando muy por detrás del resto de los precios.
SEGUIR LEYENDO: