Con la calma cambiaria obtenida a después del pico de la cotización del dólar libre de octubre del año pasado el foco de las preocupaciones de los ahorristas en el corto plazo pasó a ser la inflación, que parece haberse liberado de toda ancla y anotó números por encima de los pronósticos más pesimistas en los primeros cinco meses del año. En ese contexto, más allá de la demanda siempre vigente por los dólares paralelos, pasó al centro de la escena una alternativa de ahorro prácticamente marginal: los plazos fijos que ajustan por UVA.
Más allá de la demanda siempre vigente por los dólares paralelos, pasó al centro de la escena una alternativa de ahorro prácticamente marginal
La opción por colocar pesos en plazos fijos que siguen a la inflación explotó en el último año de la mano de la masiva emisión monetaria que necesitó el Gobierno para financiar gastos extraordinarios durante la crisis económica y sanitaria de 2020.
En el último mes, con datos actualizados al 8 de junio, el stock de depósitos UVA crece 16%. En el año el salto es del 179% y, respecto de un año atrás, la cantidad de dinero que los privados tienen colocado en ese tipo de depósito se catapultó 564 por ciento.
Claro que se trata de una alternativa de ahorro todavía relegada en la preferencia de los ahorristas argentinos. El plazo mínimo de un depósito UVA es de 90 días y en el sistema financiero local el 80% de los depósitos están puestos a plazos menores a 60 días. Corto plazo y velocidad para salir a la carrera es una de las preferencias del golpeado ahorrista local.
El plazo fijo UVA todavía es una alternativa para ahorristas algo sofisticados o quienes, el menos, que no se resignan a perder contra la inflación resultado del 3% que pagan los plazos fijos tradicionales a 30 días de plazo con datos de suba del Índice de Precios al Consumidor del Indec que supo rozar el 5% mensual este año.
A pesar de estar en récords nominales, los $158.379 millones que tienen depositado ahorristas y empresas en plazos fijos UVA son apenas el 5,42% del total de los plazos fijos que existen en bancos locales.
El plazo mínimo de un depósito UVA es de 90 días y en el sistema financiero local el 80% de los depósitos están puestos a plazos menores a 60 días
Pero aunque sean minoría los ahorristas que optaron por el ajuste UVA tienen qué festejar. En lo que va del año, acumulan un rendimiento del 23,99% en pesos. Esto está por encima del 22,7% que se estima acumuló la inflación en los primeros 5 meses del año.
Pero no sólo eso: también está por encima del 13,1% que subió la cotización del dólar oficial en lo que va del año, del 12,9% que subió el dólar MEP en el mismo plazo o del 17,5% que ganó el contado con liquidación. Al menos en el año, los ahorristas que apostaron por depósitos UVA están, entonces, haciendo ganancias en dólares: un carry trade que los más arriesgados se animan a continuar al menos hasta las elecciones legislativas, bajo la hipótesis de que el Gobierno podrá sostener la calma cambiaria, como mínimo, hasta entones.
¿Pero cuánto ganaron los ahorristas que apostaron por UVA? Un inversor imaginario que hubiera colocado $100.000 el último día hábil de diciembre de 2020 en un plazo fijo UVA a 90 días y renovado ese depósito por el mismo plazo tendría acumulado 123.986,31 pesos.
Claro que, todavía no podría haberlo retirado. Para cumplir dos períodos de 90 días debería esperar a julio, cuando por el avance diario del UVA, la tasa y el ajuste extra que se espera al publicarse la inflación de mayo obtenga, finalmente, ganancias aún mayores.
Impulso a los UVA por parte del Tesoro
El plazo fijo UVA no es una de las ofertas más promocionadas por los bancos. El ajuste por inflación más la tasa del 1% que están obligados a ofrecer por normativa del Banco Central está lejos de ser atractiva para ellos. Y esto es porque el crédito privado avanzando todavía lento y, más aún, muy pocos privados capaces de o deseosos de endeudarse con una línea ajustable por inflación.
Pero en los últimos días, las entidades bancarias encontraron su cliente con una renta real asegurada: el Tesoro nacional. Necesitado de pesos con los que financiar el déficit de la cuentas públicas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, coordinaron el mes pasado un cambio regulatorio. Los bancos podrán cumplir sus normas de encajes con letras del Tesoro en lugar de Leliq de la autoridad men los últimos días, las entidades bancarias encontraron su cliente con una renta real asegurada: el Tesoro nacional.
En los últimos días, las entidades bancarias encontraron al cliente dispuesto a pagar una renta real asegurada: el Tesoro nacional
En los hechos, esa fue una autorización del Banco Central para que los bancos desarmen Leliq -un instrumento de regulación monetaria- y le presten más dinero al fisco. Más allá del efecto monetario de ese movimiento, el resultado se vio esta misma semana cuando el ministro de Economía Martín Guzmán emitió Letras para renovar vencimientos por $19.500 millones y obtuvo bastante más que eso: le prestaron más de $160.000 millones. En su mayoría, fueron letras ajustadas por CER, lo que les va a dar margen a los bancos para ser mas agresivos con la captación de depósitos UVA.
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