Para pintar puertas y ventanas que dan a la intemperie, debe tenerse en cuenta el uso productos y recubrimientos que sean específicos para exterior, con características para resistir condiciones extremas como el envejecimiento, la humedad y condensación, el ataque de microorganismos, entre otros, derivados de la directa exposición a los efectos del clima.
“El primer paso es realizar un diagnóstico y determinar si se trata de una superficie nueva o si las aberturas cuentan con un recubrimiento y en dicho caso, en qué estado están. Si son de maderas o metales vírgenes, debemos asegurarnos de que la superficie esté limpia y desengrasada”, explicó a Infobae, Violeta Coacci, directora del área docente de Taller Cardamomo.
Si existe algún tipo de recubrimiento que se quiere renovar, se puede eliminar empleando métodos químicos (con removedor de pintura), con ayuda de medios térmicos, como la pistola de calor o con algún medio mecánico (lijas, vidrios, rasqueta, por ejemplo).
“La técnica de la aplicación de pistolas de calor es muy efectiva para quitar capas de pinturas, pero a la vez es necesario hacerlo con mucha delicadeza” (Heredia)
Muchas familias en pandemia redescubrieron áreas del hogar que estaban desatendidas, como puertas y ventanas exteriores, y por estar más tiempo bajo techo y con recursos monetarios iniciaron reformas y cambios.
La arquitecta Myriam Heredia, dijo, a Infobae, que, “lo más importante es evaluar el valor de la pieza y eso nos indica con cuanta delicadeza debemos aproximarnos. Si es de madera, es importante evaluar la dureza y si posee relieves, evaluar de qué forma no alterar esos dibujos es fundamental. Lo apropiado es quitar las capas de pintura. Se puede realizar de diferentes maneras, lijando con diferentes grosores de hojas; más gruesas al principio, y luego finas a medida que nos vamos acercando a la madera en su estado natural. Otra técnica es a través de la aplicación de pistolas de calor, es muy efectiva, pero a la vez es necesario hacerlo con mucha delicadeza con el fin de no quemar el material”.
Según los expertos, también es efectivo aplicar el removedor de pintura. En gel es el más recomendable porque permite pincelar la pieza con cuidado y con una espátula sin mucho filo se puede lograr hasta la remoción completa.
Primeras precauciones
“Usar guantes. El removedor gel es realmente corrosivo para la piel. Mantener obviamente lejos de los ojos y mucosas. Usar pinceles descartables, y una vez removida la pintura es importante enjuagar con abundante agua o con una esponja embebida en agua. Luego de este proceso es necesario descartar la esponja. Una vez seca la superficie, se clarifica para uniformar la madera con lavandina o de modo más natural con limón. Luego, ya seco hay que lijar las imperfecciones y luego de quitar bien todo el polvo aplicar un sellador para madera. Allí, recién se puede proceder a pintar con barniz o laca”, contó Heredia.
La mejor técnica para laquear es diluir una parte al 50% o 70% con thinner oro. Luego de ser diluida, sin dejar grumos ni burbujas se aplica de 4 a 10 manos según la exposición al exterior, lijando entre mano y mano. Al ser bien diluida la laca es de rápido secado, pero igualmente es importante calmar la ansiedad, y no apurarse. Cada mano de laca o barniz debe ir en la dirección transversal a la anterior y así se obtiene una terminación que dura años”, subrayó Heredia.
Las lacas generalmente son brillantes. En el caso que no se desee una terminación así, a la mezcla de laca y thinner se le agrega lo que se llama laqueante universal en las proporciones que indique el envase. Esto es para cuando se desea conservar el color y la beta de la madera.
También se le pueden dar color a las aberturas, mezclando la laca con thinner oro y agregarle algún pigmento. Esto le da una transparencia y no un color pleno. “También se le pueden agregar purpurinas oro, plata, cobre, incluso nacarado, dándole un toque muy especial”, añadió la arquitecta.
“Cada mano de laca o barniz debe ir en la dirección transversal a la anterior y así se obtiene una terminación que dura años” (Heredia)
En cuanto a las puertas y ventanas metálicas, lo aconsejable es aplicar un mínimo de 3 manos respetando los tiempos de secado entre cada aplicación.
Coacci, explicó, que, “en metales, podemos usar pinturas como esmaltes (sintéticos o acrílicos) o pinturas epoxi (de base solvente o al agua)”. También se refirió a las de madera, “si se quiere proteger dejando la veta a la vista, se debe considerar que el cambio drástico de temperatura que se produce en exterior entre el día y la noche, hace que las maderas trabajen más (se contraigan y dilaten) por lo que se requiere de protecciones que les permita ese movimiento. En este sentido, los impregnantes, acompañan el desplazamiento de la madera ya que no se trata de películas tan rígidas como los barnices y lacas, por lo cual se aconsejan en estos casos. A la vez, dejan respirar a la madera lo que favorece la eliminación de vapor en caso de condensación”, detalló.
Usos e innovación
“El método sugerido para pintar, por un particular, es con pincel o rodillo. Si es un profesional, y en la vivienda donde trabaje hay varios marcos de ventanas y puertas, emplear un soplete tipo turbo, es lo más apropiado”, dijo a Infobae, Guillermo Ortega, gerente de la Red Sui Color.
Hay diferencias entre los productos transparentes como barnices o preservadores de madera en base a agua. “El preservador no forma capa y, el barniz, sí. Este último requiere mucho más mantenimiento en el caso del repintado. En cambio los preservadores, al año o a los dos años, cuando la madera se empieza a resecar, hay que darle sólo otra mano”, añadió.
En el caso del hierro, si hay demasiado óxido primero se debe aplicar un líquido desoxidante que lo que hace es volver al hierro como si estuviese nuevo. Esto es algo elemental para que la pintura que se le coloque dure más tiempo.
Si es en departamentos o casas dos o tres plantas, “las condiciones de pintado o repintado de las puertas y ventanas no tienen que ver con la altura. El tema de la altura es si se puede pintar adentro o no. O si lo tiene que hacer un silletero (con andamio desde el exterior). A mayor altura siempre será mayor la exposición de las pinturas y barnices al sol, la lluvia y el viento en comparación con la planta baja. Pero no tiene que ver con los materiales empleados”, explicó Ortega.
En cuanto a las aberturas de metales, los fondos imprimantes, como los antióxidos siempre son recomendables, a menos que haya pinturas que ya los tengan integrados.
Coacci, comentó, que, “podemos usar un fondo anticorrosivo y luego una pintura como un esmalte, o comprar un 3 en 1 (antióxido, convertidor más esmalte). Cualquiera de las dos opciones son indicadas en muebles u objetos de metal para evitar la corrosión”.
“Podemos usar un fondo anticorrosivo y luego una pintura como un esmalte, o comprar un 3 en 1 (antióxido, convertidor más esmalte)” (Coacci)
Lo aconsejable es observar el estado de las aberturas y al menor síntoma de degradación de la pintura o protección (descascaramiento, agrisado, pérdida de brillo, formación de moho, entre otros), renovarla para evitar el deterioro del material y llegar a un punto irreversible (podredumbre de la madera o metal).
Cuidados y colores más usados
En el proceso de pintar, Heredia, destacó como importante hacerse de todas las herramientas. “Enmascarar vidrio y bordes; retirar herrajes de las puertas y ventanas. La cinta de papel es una gran aliada, pero es fundamental, no dejarla mucho tiempo, no retirarla en fresco (podría correrse la pintura) ni tampoco retirarla con la pintura 100% seca por que podría afectar lo realizado”.
Las herramientas a usar dependen de quien vaya a pintar. Si va a ser un particular y lo hace con un soplete, puede ensuciar y consumir mucha más pintura de lo necesario. Entonces, le convendrá usar pincel o rodillo. Si el que trabaja es un profesional, ahí el soplete sería el indicado porque ganará tiempo y obtendrá una mejor terminación en las aberturas.
En cuanto a los tonos, actualmente la demanda apuesta por las texturas y el uso de colores brillantes que otorgan una sensación agradable. El verde claro, azul, amarillo o coral son colores en tendencia que combinan muy bien con los tonos neutros y grises.
“Los neutros y cálidos muestran una fuerte tendencia. Las paletas que hacen referencia a los colores de la tierra y evocan la naturaleza, están marcadas por la necesidad de crear una sensación de bienestar en nuestros hogares (sobre todo post pandemia)”, describió Coacci.
Precios
Un pincel de buena calidad cuesta entre $200 y $400 según el tamaño. Los mini rodillos entre $70 y $100 cada uno.
Para la puerta plana de superficie grande conviene un rodillo de entre $250 y 300 pesos.
Un litro de esmalte al agua cuesta $1.500 y con eso se pintan dos manos a 6 metros cuadrados y no necesita diluyente; un litro de barniz oscila en $750 promedio; un removedor en gel está en $1.300 el litro. Y una hoja de lija $60, en promedio.
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