Por la pandemia llegaron nuevas tendencias que eligen quienes buscan disponer de mayor confort en el hogar permitiendo atravesar el aislamiento social preventivo de manera amena, tanto en el interior como en el exterior. Ahora, con la proximidad del invierno, crece la búsqueda de presupuestos para dar calefacción en áreas abiertas, como patios, galerías y quinchos de casas, como en terrazas y balcones en los departamentos, para poder compartir un almuerzo o cena en esos lugares sin tener que estar tan abrigados ante el frío.
El arquitecto Pablo Rodríguez Acevedo, dijo a Infobae, que, tanto para una terraza como un patio o ambiente abierto de una vivienda, “es posible instalar un equipo calefactor de gas butano o propano. Dichos equipos conforman estructuras piramidales de aproximadamente 2 metros de altura. Poseen una autonomía de alrededor de 60 horas, calefaccionando hasta 30 m2 de superficie con un consumo de 15 kw. Al contar con regulador de llama es posible obtener confort con un adecuado consumo energético”.
Existen otros sistemas como los calefactores infrarrojos, a partir de componentes de carbono, cuarzo o halógeno, que generan una radiación infrarroja cuya longitud de onda produce calor de corto alcance. “Ese calor se acumula en el suelo y los muros cercanos, sin ruidos, gases u olores.
Otra opción son las estufas de biomasa, están habilitadas para calefaccionar una terraza abierta, a través de un sistema de combustión de virutas de madera prensadas las cuales generan bajas emisiones de CO2, proporcionando una aceptable potencia calorífica para ambientes de entre 30 hasta 100 m2”, explicó a Infobae, el arquitecto José Torrado Maceiras.
“Las estufas de biomasa son equipos habilitados para calefaccionar una terraza abierta, demandando la combustión de virutas de madera prensadas las cuales generan bajas emisiones de CO2″ (Torrado Maceiras)
Los especialistas recomiendan observar algunas cuestiones antes de elegir uno de los sistemas, por ejemplo, el entorno donde se encuentra implantado el espacio abierto a calefaccionar.
Rodríguez Acevedo, aclaró, que no es lo mismo vivir en una zona de clima seco o de clima húmedo. “En las primeras, recomendamos las estufas del tipo radiante y en las segundas, los equipos de gas butano o propano que lograrán una mejor combustión. Otro factor es el tiempo de estancia en ese ambiente, también decisivo a la hora de elegir equipos de baja inercia térmica, que calefaccionen más rápido, como los radiantes, por ejemplo”.
Cómo adaptar los espacios
Sobre qué artefactos pueden utilizarse asociado al tema consumo, vale considerar especialmente, más allá del gasto específico del equipo, las tareas de adaptación, por ejemplo, de la terraza, patio o sector abierto que se desea calefaccionar.
“De no contar con tomas o que la sección de los cables no resulte suficiente en cuanto a consumo de electricidad, deberá adaptarse la instalación, las llaves de protección y accionamiento para poner a punto el circuito. Recordemos también que algunos sistemas demandan buenas superficies de ventilación para evacuar los productos tóxicos de la combustión”, aclaró a Infobae, el arquitecto Gustavo Di Costa.
La demanda de poder disfrutar más tiempo en espacios al aire libre por la pandemia potenció el uso de artefactos y sistemas que calefaccionen balcones, terrazas, patios y quinchos, aunque ya eran utilizados en locales gastronómicos.
“De no contar con tomas o que la sección de los cables no resulte suficiente en cuanto a consumo de electricidad, deberá adaptarse la instalación, llaves de protección y accionamiento para optimizar el circuito” (Di Costa)
Torrado Maceiras, comentó, que, “de prolongarse las restricciones sanitarias, estos sistemas serán muy demandados durante el presente invierno. Las instalaciones, si se cuenta con las condiciones adecuadas de colocación de los equipos no demanda muchos días, pudiéndose realizar en 6 horas, por parte de un instalador y un ayudante por cada equipo. Desde luego, recordamos que ese tiempo dependerá del estado y capacidad de las instalaciones existentes (la eléctrica, por ejemplo) y de los trabajos que requerirán para la aplicación de las distintas opciones”.
A gas
Desde el área de Soluciones Energéticas de Naturgy, contaron a Infobae que en principio no es recomendable calefaccionar ambientes abiertos, debido a la pérdida calorífica que se origina en este tipo de ambientes. “Aun así, lo aconsejable es realizar la instalación sobre el perímetro que da al exterior, de forma tal de generar una cortina y un impedimento de ingreso de aire frio . Existen variados sistemas, uno de los más requeridos es el de tubos radiantes, adoptado en el uso domiciliario”.
Además, están las estufas “hongos” o “piramidal”, que resultan muy fáciles de trasladar ya que generalmente tienen consigo el gas envasado en su base. En cuanto al consumo, en materia de seguridad y económica, es aconsejable aquellas que se abastecen a gas natural.
En cuanto a los artefactos, es importante tener en cuenta la etiqueta energética que presentan los mismos y adquirir artefactos clase “A”, aquellos que son más eficientes y generan un ahorro energético.
En general suelen ser de muy rápida instalación y deben ser siempre realizados por un gasista matriculado. Un cliente R-3.4, que es el de más alto consumo, paga promedio $4.100 por mes.
Desde Naturgy, recomiendan, “revisar periódicamente los gasodomésticos (artefactos que funcionan a gas natural) a fin de chequear que los quemadores estén realizando una correcta combustión y que las cañerías de salida de gases no estén obstruidas, de modo de prevenir accidentes por monóxido de carbono”.
Las empresas aconsejan “revisar periódicamente los gasodomésticos (artefactos que funcionan a gas natural) a fin de chequear que los quemadores estén realizando una correcta combustión y las cañerías de salida”
Innovación
Se lanzaron líneas de productos para climatizar espacios exteriores que permiten a los habitantes del hogar disfrutar del aire libre durante todo el año. “La mejor manera es ubicar los equipos de modo que la radiación que emiten sea direccionada a la zona habitable o donde van a ubicarse las personas que estén en ese espacio. Esto se logra gracias a la regulación de hasta 90° que cuentan los soportes de montaje y también gracias a su potencia”, dijo a Infobae, Gustavo Lara Bergese, gerente comercial de Liliana.
A la hora de elegir el equipo ideal debe tenerse presente la superficie de cada ambiente y si es un espacio protegido (balcón con techo, quincho o galería) o desprotegido (pérgolas o terrazas). Por lo general, posibilitan una cobertura calorífica de 10 a 20 m2, en el rango de potencias entre 2.000 a 3.200 watts.
Hoy se consiguen paneles de aluminio, que funciona por medio de placas de bajo consumo eléctrico y máxima eficiencia energética. Su tecnología además de ser beneficiosa para la salud y amigable con el medio ambiente, no requiere mantenimiento y es de fácil colocación.
Lara Bergese, amplió que también hay otras opciones: “Calefacción infrarroja que proporciona un calor instantáneo y direccional. Tienen iluminación atenuada. Y la calefacción halógena, que llega a temperaturas elevadas y con posibilidades de cobertura con 2 tubos circulares que emiten el calor en 360º, incluso en altura”.
El costo de instalación de estos equipos es prácticamente nulo, ya que en todos los casos se proveen con soportes para pared / techo y sus correspondientes tarugos y tornillos. En algunos equipos, se incluye una cadena para colgar con ganchos de fijación. Solo en los casos de los paneles de aluminio se deberá contar con un tomacorriente de 20 Amperes (como el de los aires acondicionados).
Una particularidad, es que los equipos son utilizables en pared, techo o con pie. Son seguros y con 2 años de garantías. Los valores van desde $7.999 hasta $39.999, dependiendo del modelo y sus características.
Los más económicos pero igualmente muy eficientes son los calefactores infrarrojos. Son reclinables hasta 45°. Tienen 3 niveles de emisión de calor y 2 tubos de Cuarzo. El modelo de pie es regulable hasta 1,85 metros y tiene versión para paredes, cuestan entre $7.999 y 9.999 pesos.
Los más tecnológicos son los paneles de aluminio: combinan diseño y potencia para ofrecer la temperatura ideal en mayores superficies. Cuentan con sistema wifi para ser comandado a distancia desde una app. Son utilizables en pared o techo. La potencia oscila entre 1.100 y 3.200 watts, por hasta $39.999, y los de 800 a 2.400 watts, tienen un costo de hasta 29.999 pesos.
Para el ahorro los equipos cuentan con regulación de 3 niveles, lo que permite ajustar la potencia y por ende el consumo de acuerdo a la necesidad de cada ambiente.
Asimismo, los paneles con resistencia de fibra de carbono y los de aluminio cuentan con timer que permite programar el apagado de los mismos de forma automática, además de contar con control remoto.
Desde Easy, contaron a Infobae que hay otras alternativas como los paneles vitro cerámicos (que parten desde $9.000 en promedio) y los calentadores que se alimentan con garrafas o gas natural (promedian $25.000). Que no requieren de instalaciones eléctricas importantes y por su diseño ergonómico son funcionales, no generan emisiones de monóxido de carbono y otorgan un calor sano sin humos ni sustancias nocivas.
La calefacción por medio de chimeneas u hogares, a través de leñas, se mantiene en lugares más aislados y rurales, donde el gas natural no llega.
En domicilios urbanos cada vez es menor el uso de leñas, y las chimeneas que han quedado (generalmente en casas antiguas) o bien los hogares prefabricados, utilizan el sistema de calefacción a gas natural con un diseño similar, pero con material refractario, lo que permite una adecuada concentración de calor y difusión, sin embargo no son recomendables en ambientes totalmente cerrados.
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