“El Vasco está re caliente”. Un conocido empresario que pide off the record resume de esa manera la tensión que hay en la Unión Industrial Argentina, luego de que Daniel Funes de Rioja asumiera como presidente.
La cara visible del enojo es Ignacio de Mendiguren, un histórico de la entidad y ex diputado, que también es funcionario de Gobierno: preside del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). El “Vasco” asegura que Techint, el holding que maneja Paolo Rocca, lo dejó afuera de la mesa chica de decisiones de la entidad.
Ahora, luego de la tensión durante la asamblea en la que asumió Funes, se filtró un audio del director de Aceitera General Deheza (AGD), Roberto Urquía –cuñado también del presidente saliente, Miguel Acevedo– en el que le manifiesta su apoyo directo a su presencia la cúpula de la central fabril, algo que finalmente no ocurrió.
El audio es de fines de mayo y su veracidad fue confirmada por el entorno de De Mendiguren, desde donde aseguran también que él no filtró nada. “Lo hubiera hecho antes si esa sera su intensión”, juran. “Lo hace ahora porque está muy enojado”, aseguran otros allegados a la UIA.
“¿Quién es quién para admitir a uno y rechazar a otros?”, se pregunta el titular de AGD en el audio. La referencia es al Grupo Techint, que no logró poner como secretario de la entidad a David Uriburu, cargo que finalmente ocupó Miguel Ángel Rodríguez, uno de los dueños de Sinteplast. Esa “rebelión” contra Techint la encabezó De Mendiguren y, aseguran en su entorno, eso le costó el cargo. Las tensiones entre el Grupo y el “Vasco” son de larga data: no so pocos los que recuerdan los fuertes dardos cruzados cuando el ahora titular del BICE fue presidente de la UIA por segunda vez, en 2011.
“Quiero reiterarte nuestro total e incondicional apoyo a que integres la lista de la Unión Industrial Argentina por parte de AGD. Sos una persona con una gran experiencia en el Congreso nacional, algo que será importantísimo por las leyes que están dando vueltas. Estás presidiendo un banco de inversión importante que ayuda muchísimo a la Argentina, en especial a las pymes”, sigue Urquía, en un mensaje en el que se identifica varias veces.
“¿Qué más pretenden algunas personas de la UIA que vos tengas detrás para poder admitirte en la lista. Además, quién es quién para admitir a uno y rechazar a otros. Me parece que tenemos que ser democráticos, es el gran desafío que tenemos. Si no buscamos un camión grande, agarramos por la calle Corrientes y pisamos a una cantidad importante de argentinos y quizás la cosa mejore, pero ese no es el objetivo de nadie. Hay que ser respetuosos de la democracia y la libertad, no se puede imponer caprichosamente”, asegura.
“El ‘Vasco’ había hablado con todos, quería volver. Hizo campaña por todos lados. Miguel (Acevedo) también quería que volviera, pero luego se conformaron las listas y quedó así. Todo lo decidió Funes, siempre decide el presidente que entra. El clima está caldeado: Techint quiere tener un perfil más confrontativo... también jugó fuerte Arcor, que tiene el tema de los precios, el etiquetado de los alimentos y otras cuestiones de agenda. Por eso lo pusieron a Funes”, asegura una fuente cercana a la entidad.
“El enojo del Vasco es porque Funes le prometió un puesto en el Comité y luego, por la interna, quedó sólo en la junta, que es donde están todos. Por eso está haciendo todo esto”, explicó otra fuente.
Funes y la tensión
El laboralista Funes asumió el pasado martes. Pese a que hubo una lista única de consenso, el traspaso estuvo algo convulsionado y reflejó las heridas que dejó la diagramación de cada uno de los lugares dentro del comité ejecutivo.
En el zoom del evento, De Mendiguren denunció, como ya lo había hecho días atrás en declaraciones públicas, las “irregularidades” en el armado de la lista, aseguró estar “vedado” y remarcó que quiere “una UIA transparente y equilibrada, que no la maneje una cúpula. Tan anormal ha sido esta elección que hasta ahora las cámaras no hemos recibido la lista. Me importa el futuro, buscar la transparencia, recuperar la institucionalidad”.
Como detalló Infobae, ningún otro industrial saltó en su defensa, ni siquiera los que apoyaban su regreso al comité ejecutivo. Pero sí levantaron la voz Eduardo Nougués, de Ledesma; Cristiano Rattazzi, de FIAT, y Adrián Kaufmann, de Arcor, negando que lo hubieran vetado y planteando que los dos apoderados (Funes y Rodríguez) tenían la lista definida hace diez días.
“De Mendiguren es miembro de la Junta como ocurre desde los últimos 6 años. No existe veto de naturaleza alguna. La UIA es una entidad plural; que haya habido una expresión no implica que eso haya alterado la reunión. Fue una elección de lista de unidad, no hubo presentación de ninguna otra lista. Y fue aprobada por consenso”, dijo Funes luego del evento.
La nueva comisión está en funciones, pero los ánimos están lejos de estar calmos.
SEGUIR LEYENDO: