El Banco Central inició un proceso de inspección sobre un grupo de nueve fintech que operan con criptomonedas para determinar si están realizando intermediación financiera, una actividad reservada a los bancos, de manera no autorizada. Las empresas involucradas están recibiendo las correspondientes notificaciones en las próximas horas.
Si bien no informó cuáles son las fintech en cuestión, a través de un comunicado el BCRA explicó que se trata de empresas que “se ofrecen como vínculo para financiar proyectos de inversión utilizando criptoactivos como canalizador del ahorro”. Según el Central, las fintech captan depósitos del público que luego convierten en Bitcoins u otros criptoactivos, que luego “son aplicados al financiamiento tanto de inversiones como de consumo, ofreciendo una retribución”.
La intermediación financiera, a grandes rasgos, consiste en tomar depósitos del público y pagar un interés para luego prestarlos a otros clientes a una tasa superior. Según la legislación, esa actividad puede ser realizada únicamente por los bancos, con la correspondiente supervisión del Banco Central y el cumplimiento de sus normativas, algo que no abarca a las fintech.
“La ley de Entidades Financieras delega en el Banco Central la potestad de requerir información cuando existe la sospecha de que una persona o empresa está realizando tareas de intermediación financiera y, de corresponder, disponer el cese inmediato y definitivo de la actividad y aplicar sanciones”, señaló el BCRA en su comunicado.
La investigación anunciada hoy por el BCRA es independiente de otra medida impulsada por la autoridad monetaria que impactó sobre esta actividad: en abril, el Central pidió a los bancos que informen qué empresas se dedican a la operatoria con criptomonedas
“Si las investigaciones determinan indicios de intermediación financiera sin autorización, el BCRA realizará las correspondientes denuncias penales en los términos del artículo 310 del Código Penal,” añadió el comunicado. Ese artículo dispone penas de prisión, multas e inhabilitación para quienes realicen “actividades de intermediación financiera, bajo cualquiera de sus modalidades, sin contar con autorización emitida por la autoridad de supervisión competente”.
Aún cuando es un paso orientado a un mayor control del mercado cripto, la investigación anunciada hoy por el BCRA es independiente de otra medida impulsada por la autoridad monetaria en abril que impactó sobre esta actividad. En esa ocasión el Central pidió a las asociaciónes de bancos y a la Cámara Argentina de Fintech que informen a todas aquellas empresas que realizan operaciones con criptoactivos. La nota que llegó a esas instituciones pidió todos los datos “tendientes a permitir la identificación de aquellos clientes de los que se tenga conocimiento que administran, gestionan, controlan y/o procesan movimientos de activos y/o pagos a través de plataformas de gestión electrónica por cuenta y orden de personas humanas y jurídicas residentes en el país o en el exterior, empleando criptoactivos”.
Para no dejar ninguna actividad fuera del control, el BCRA agregó que se debe incluir también “a quienes brindan servicios de resguardo de los criptoactivos” o a quienes “hayan constituido granjas de minado de criptoactivos y/o hayan implementado plataformas de inversión y/o financiamiento basadas en ellos”.
Según explicaron en el BCRA, los bancos ya suministraron esa información y los técnicos del Central la están consolidando. El objetivo declarado por la entidad era contar con un relevamiento que le permita decidir si la compraventa de criptomonedas y sus negocios afines requieren de una mayor regulación por parte de la autoridad monetaria. Un punto clave es que los datos solicitados no son sobre los compradores de criptomonedas sino sobre las empresas que las venden.
Asimismo, el 20 de mayo pasado el BCRA y la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitieron un duro comunicado conjunto advirtiendo acerca de los peligros de invertir en Bitcoins y otros criptoactivos y la necesidad de “recomendar una actitud prudente a fin de mitigar una eventual fuente de vulnerabilidad para los usuarios e inversores”.
En esa declaración, ambos organismos enfatizaron que las criptomonedas no son dinero de curso legal, tienen elevada volatilidad, no cuentan con seguro de depósitos y son susceptibles de sufrir ciberataques y fraudes. “Es importante que quien decida operar con criptoactivos o invertir con productos relacionados con ellos acceda a información suficiente para entender y evaluar los riesgos asociados a los mismos”, señaló el documento.
“Si bien los criptoactivos actualmente no evidencian niveles significativos de aceptación y utilización en Argentina, la velocidad de los desarrollos y el creciente interés en ellos hacen necesario la adopción de una actitud precautoria frente a los mismos”, manifestaron el BCRA y la CNV.
Pese a esa declaración, la fiebre de las criptomonedas en general y del Bitcoin en particular registra un fuerte avance en la Argentina, donde se estima que ya fueron abiertas 2 millones de cuentas para operar con criptoactivos. La fuerte suba del Bitcoin en los primeros cuatro meses del año, luego interrumpida, intensificó la tendencia.
La etapa experimental que todavía atraviesa este mercado lleva a muchos a destacar que la existencia de 2 millones de cuentas no implica 2 millones de clientes activos. La apertura de la cuenta siempre es gratuita y lleva pocos minutos, con lo que es común que un cliente las abra en distintas plataformas para experimentar, ver qué monedas ofrecen y saber cuán amigable es su funcionamiento, en especial para los principiantes.
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