Cuáles son los tres datos centrales para saber si continuará el ciclo virtuoso de los mercados

La licitación de deuda del Tesoro en pesos, la evolución de la Bolsa tras una jornada de toma de ganancias y la negociación de la provincia de Buenos Aires con sus acreedores determinarán el rumbo de las cotizaciones

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Foto de archivo: Un hombre
Foto de archivo: Un hombre observa una pantalla que muestra el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), Argentina. Sep 26, 2018. REUTERS/Marcos Brindicci

Hoy es un día bisagra. Los hitos que marcarán el futuro en el corto plazo pueden resumirse en tres cuestiones:

-En la licitación de bonos y letras de hoy debutará la nueva normativa que permite a los bancos cambiar las tenencias de Leliq que utilizan de encajes por bonos del Tesoro.

-La Bolsa deberá demostrar hoy que su caída de ayer fue una toma de ganancias después de haber subido 30% en dólares en menos de un mes y de un rally de seis días consecutivos de subas importantes; también que hay temor a que el próximo 24 de junio pueden bajarles la calificación a mercado fronterizo.

-Otra clave está en cómo resolverá Axel Kicillof la deuda de su distrito. Hubo comunicados hostiles entre bonistas y la provincia de Buenos Aires con amenazas de mandar a los bonos a default.

Respecto a la licitación, no se esperan problemas para captar los $19.000 millones que se propusieron como hipótesis de mínima. Hoy debutan los bancos con la normativa que les permite adquirir títulos a un plazo mínimo de 180 días y se van a abalanzar sobre las letras que indexan por el CER por dos razones: porque tienen un exceso de depósitos UVA ($154,492 millones, que es récord) que crecieron $2.900 millones en tres días de junio (+2%) y porque son los únicos instrumentos que tienen el plazo mínimo que exige el Banco Central.

Las LECER que se licitan vencen el 31 de marzo y el 23 de mayo, son ideales para calzar los depósitos de los bancos que tienen plazos mínimos de 90 días. Estas dos letras garantizan el éxito de la licitación en un mes donde deberán renovar $240 mil millones, pero tienen un fondeo de las licitaciones anteriores de $199 mil millones que explican porque necesitan captar esa cantidad para estar cubiertos.

En la caída de la Bolsa, que fue de consideración, hubo un aspecto relevante: los negocios fueron por $1.685 millones contra $3.000 millones de la rueda anterior. Es decir que un enorme porcentaje de los tenedores de acciones se negó a vender a esos precios y los mantuvo en su poder. Es más, algunos incrementaron sus carteras comprando a la baja.

Lo cierto es que el S&P Merval bajó 2,58% pero en el mes acumula ganancias de 12% que, siguiendo la evolución del dólar Bolsa o MEP, implica una suba similar en dólares. Nada mal para solo 8 días del mes.

Las caídas más importantes correspondieron a los bancos. Supervielle (-5,58%) y Galicia (-4,44%) que devolvieron parte de las fuertes ganancias del último tiempo. También bajaron Cresud (-4,40%), YPF (-4,31%) y Banco Macro (-3,88%).

Las alzas correspondieron casi todas a empresas de servicios públicos. Transener subió 2,14%; Cablevisión, 2,01%: Edenor, 1,94% y Transportadora Gas del Norte, 1,79%.

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $1.447 millones (por segundo día operaron menos que las acciones). Los certificados argentinos tuvieron una mala rueda, donde los saldos negativos poblaron las pantallas. Las mayores caídas fueron las de Central Puerto (-4,33%), Galicia (-4,31%) y Supervielle (-3,38%).

Los bonos de la deuda argentina, tanto en ley local como extranjera, que son los que influyen en la confección del indicador del riesgo país, tuvieron alzas de hasta más de 1% porque hubo fondos del exterior que los incorporaron a sus carteras. Estuvieron firmes todo el día y se rehabilitaron de las leves caídas diarias de las tres ruedas anteriores. Por eso el riesgo país bajó 12 unidades (-1%) a 1.494 puntos. El 12 de mayo pasado, el riesgo estaba por encima de los 1,600 puntos básicos.

Los dólares alternativos bajaron tanto en el mercado oficial, donde el Banco Central regula los precios con el Bono AL30, como en el de las mesas de dinero donde se negocia sin cepo con el bono GD30. En la plaza oficial perdieron 70 centavos y en la más libre, alrededor de $1. El MEP Libre cerró a $160,28 y el contado con liquidación a $166,36. El “blue”, en el mercado libre, perdió $1 a $156.

En la plaza mayorista, el dólar subió 4 centavos a $95,02. Los exportadores liquidaron USD 238 millones y el Banco Central compró USD 70 millones que, sumados a la suba del oro del día anterior y a la caída del dólar de 0,21% frente a las seis principales monedas del mundo, influyeron para que las reservas crezcan USD 138 millones a USD 42.430 millones.

En tanto, el frente que quedó abierto es el de Axel Kicillof con los acreedores. Los bonistas se quejan porque esta es la 18° propuesta que elevaron donde cedieron en varios puntos, pero la respuesta fue “ni” como para dilatar las negociaciones y la excusa fueron puntos antes aprobados que ahora los niegan. En este fuego artificial entrecruzado, los analistas ven que las propuestas están cercanas y nadie cree que habrá default porque los precios de los bonos bonaerenses se mantuvieron en los valores habituales. La apuesta es que hay arreglo y, si eso ocurre, los que tomaron posiciones con anticipación obtendrán fuertes ganancias porque estos bonos tienen tasas efectivas de arriba de 50% para los próximos meses.

Solucionadas estas tres incógnitas, el mercado puede decir: “hagan juego señores”. El verano financiero parece seguir hasta la proximidad de las elecciones primarias y las encuestas comenzarán a jugar un rol central. Si no se hubieran inventado los encuestadores, los inversores acudirían a los adivinos.

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