El crecimiento de la red de cajeros automáticos instalados en los bancos se estancó durante la pandemia, al mismo tiempo que se expandieron los medios digitales de pago y otras formas para facilitar el acceso del público al efectivo, como retirar los billetes al comprar en cadenas comerciales o al pagar una factura en una recaudadora tipo Rapipago, Pagofácil o Provincia Net.
Según los datos del BCRA, en abril funcionaron en la Argentina 17.613 cajeros automáticos, de los cuales 13.177 están ubicados dentro de las sucursales bancarias y 4.436 están fuera de ellas. En el último año, dentro de los bancos se instalaron solamente 86 cajeros nuevos. Las restricciones de la “nueva normalidad” hicieron que muchos se volcaran a reducir el uso del efectivo al mismo tiempo que quedó en evidencia la poca capilaridad del sistema financiero en muchos lugares del país, en particular el conurbano bonaerense.
Ninguna de las dos grandes redes de cajeros, Red Link y Banelco, registra planes significativos de instalación de nuevos cajeros en las sucursales, aunque la decisión de hacerlo no parte de ellas, sino de los bancos. Pero sí aparecen nuevas formas de pagar y de acceder al efectivo.
Al mismo tiempo, el coronavirus cambió los hábitos. El informe trimestral de Prisma Medios de Pago, la empresa que maneja la red Banelco, registró una tendencia en el último año: los usuarios de la tarjeta de débito se acostumbraron a pagar más con ella y a aprovechar ese momento para retirar efectivo. A la vez, van menos al cajero y cuando lo hacen retiran más cantidad; durante la pandemia, se ampliaron los límites e incluso llegaron a eliminarse las comisiones durante muchos meses.
En este escenario, se entrecruzan dos tendencias. Muchos piden más cantidad de cajeros automáticos, en particular en ciudades pequeñas o en el conurbano, en zonas muy densamente pobladas con pocas sucursales bancarias. A la vez, en todo el mundo se ve que la cantidad de sucursales y cajeros empieza a decrecer, en sintonía con el auge de apps, tarjetas, pagos QR y toda clase de herramientas digitales para reemplazar el efectivo.
“De eso, todavía estamos lejos”, explica Jorge Colombatti, gerente comericial de Red Link. “No somos Suecia, donde casi todos los pagos son digitales. En América latina, la penetración del efectivo todavía es muy alta. Hay grandes conglomerados urbanos con altos niveles de economía informal y la baja conectividad a Internet. A pesar del avance de los medios digitales, todavía las redes de cajeros siguen siendo importantes”, agregó
El ejecutivo explicó que si bien en muchos lugares del mundo “las sucursales físicas se empiezan a desarmar”, eso no es aplicable en la Argentina, menos en el caso de los bancos públicos (los dueños de Red Link), que tienen un objetivo social de presencia en ciertas localidades. “Los grandes bancos del estado no pueden no estar en algunos lugares”, señaló Colombatti. Mencionó el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que miles de beneficiarios cobraron en la red de cajeros aún sin tener tarjeta gracias a Punto Efectivo, un servicio de Red Link que permitió distribuir esa ayuda estatal en la emergencia. De los 10.685 cajeros de Red Link en todo el país, 8.916 están habilitados para operar con Punto Efectivo.
En Red Link hay más planes de mejorar la tecnología del parque de cajeros ya existente antes que de expandirlo. En ese tren, un próximo paso es la identificación con huella digital, enmarcada en una norma del BCRA, que permitiría operar sin tarjeta. Y no requiere cambiar los cajeros, sino actualizarlos. También hay un relevamiento constante para “mapear” las zonas en las que hay déficit de cajeros y hacer llegar allí puntos de acceso a través de la interacción con redes de cobranza extrabancaria y cadenas comerciales.
La modalidad para este último fin se llama Cajero Express y ya hay 600 equipos instalados fuera del circuito bancario, que reciben 1,85 millón de operaciones por mes. Hay otros 260 en proceso de instalación. Para ello armó una red de alianzas con estaciones de servicio (YPF, Axion, Raizen-Shell, Puma), supermercados (Sodimac, Carrefour, Ribeiro, Shop Gallery), cobradoras (Rapiago, Pagofacil, Pago24, Ripsa), farmacias (Punto Salud) y hasta edificios municipales repartidos por todo el país.
¿Cuál es la ventaja para una estación de servicio o un súper de tener un cajero, además de dar un servicio más a sus clientes? La misma que en el caso del retiro de efectivo en caja: pueden depositar allí el efectivo que reciben y de ese modo ahorrarse muchos costos operativos y financieros. Mover billetes puede ser caro e inseguro y que se los lleven los clientes es una buena opción.
Desde la otra red de cajeros, Banelco, también se ve más inclinación a dar soluciones para pagar que a instalar más cantidad de cajeros. “La tendencia es estar inmersos en la habitualidad del usuario. Por eso desde Prisma le damos la posibilidad al usuario de tarjetas de poder extraer efectivo no solo a través de los más de 7.000 cajeros Banelco sino también en los 40.000 puntos de extracción, ya sea en las cajas de los comercios de la red Lapos como Carrefour, Día%, Mc Donald’s o las estaciones de servicio Axion, por mencionar algunos ejemplos”, comentó Valeria Melchior, Head of Billing & Payments de Prisma.
Por último, si bien la tecnología los vuelve cada vez más seguros y eficientes, en muchas zonas puede ser más provechoso instalar un cash dispenser, un cajero que solamente sirve para entregar dinero, que uno con muchas otras funciones. Transferir dinero, pagar una factura o consultar saldos parece estar cada vez más lejos del interés del usuario, que puede hacer esas operaciones en su celular mediante las apps que las fintech y los bancos lanzan en forma constante.
SEGUIR LEYENDO