El “Britcoin” podría ser pronto una realidad después de que el Banco de Inglaterra afirmara hoy que está profundizando en una libra digital.
El Banco de Inglaterra que lidera Andrew Bailey expresó que estudiará más a fondo el lanzamiento de su propia moneda digital, indicó Business Insider; todavía no se ha adoptado una decisión sobre el “Britcoin”, pero una moneda digital complementaría, no sustituiría, los billetes, aclaró.
Un escenario posible es que un 20% de todos los depósitos bancarios minoristas del Reino Unido estén denominados en una nueva forma de dinero digital.
Entusiasmado, el Banco de Inglaterra va a estudiar más profundamente la posibilidad de lanzar su propia moneda digital, aunque aún no ha tomado una decisión sobre su ejecución, según BI.
Hoy, el Banco de Inglaterra publicó un documento de debate en el que busca respuestas a sus reflexiones sobre una moneda digital del banco central, que planteó el año pasado, ya que considera que debería “como mínimo, estudiar detenidamente las CBDC”, dijo.
“El Banco de Inglaterra no ha tomado una decisión sobre la introducción de la CBDC, pero se ha comprometido a participar ampliamente en los beneficios, riesgos y aspectos prácticos de hacerlo”, indicó en un comunicado. “El Banco tiene ahora la intención de profundizar en su exploración de CBDC”.
Las CBDC son efectivamente criptomonedas vinculadas a una moneda nacional y controladas por el banco central. Funcionan como “stablecoins”, un token digital cuyo valor está vinculado a un activo subyacente. Cabe aclarar que la principal diferencia entre una stablecoin y una CBDC es que la primera está controlada por una entidad del sector privado.
El interés de los bancos centrales por las monedas digitales está aumentando, a medida que los inversores grandes y pequeños se suben al carro de las criptodivisas. Prácticamente todas las criptomonedas, desde el bitcoin hasta el éter, han alcanzado máximos históricos este año, aunque con su habitual volatilidad.
En este sentido, China ya está realizando pruebas con su yuan digital, mientras que la Reserva Federal tiene previsto publicar un documento de debate en las próximas semanas sobre sus ideas acerca de los pagos digitales. Al respecto, Jon Cunliffe, vicegobernador del Banco de Inglaterra, dijo el mes pasado que era “probable” que el banco central lanzara su propia moneda digital, que los observadores del mercado han apodado “Britcoin”.
“Un CBDC podría contribuir a un sistema de pagos más resistente, innovador y competitivo, pero también plantearía cuestiones importantes para la economía y el sistema financiero”, dijo Cunliffe en la declaración del lunes.
“El Banco aún no ha tomado una decisión sobre la introducción de un CBDC. Si lo hiciera, cualquier CBDC complementaría, y no sustituiría, a los billetes”, agregó.
En su documento, el BdE plantea un escenario para ilustrar cuál podría ser la demanda de medios de pago alternativos. Según su modelo, estima que el 20% de todos los depósitos minoristas del Reino Unido estarán en nuevas formas de dinero digital.
“En el ejemplo ilustrativo, una quinta parte de todos los depósitos minoristas del Reino Unido se transfiere a nuevas formas de dinero digital. Se supone que factores como la comodidad, la confianza y la seguridad percibida desempeñan un papel fundamental a la hora de determinar la demanda de nuevas formas de dinero digital”, explicó.
El banco central tiene previsto coordinar esfuerzos con el Ministerio de Finanzas británico, el Tesoro, para explorar las cuestiones de política pública en torno a un CBDC, con el fin de estudiar más detenidamente el posible lanzamiento de una moneda digital. Cualquier CBDC sólo podría aprovecharse si se utilizara ampliamente y fuera fácilmente accesible para un amplio grupo de la sociedad, dijo.
Además de respetar la privacidad de los usuarios, cualquier CBDC debería cumplir las normas sobre blanqueo de capitales o financiación de delitos que existen para los actuales sistemas de pago digitales, una de las cuestiones más controvertidas al respecto.
La clave es que cualquier CBDC no debe interferir con la capacidad del Banco de Inglaterra para gestionar la política monetaria y garantizar la estabilidad financiera. “Por ejemplo, el Banco considerará cuidadosamente cualquier riesgo asociado con la salida de depósitos del sector bancario comercial”, dijo el BoE en el informe.
El banco central subrayó en el documento que apoya los esfuerzos por mejorar los pagos en el Reino Unido, cuando éstos son seguros, viables y bien comprendidos.
“Un CBDC sólo debería introducirse si agrega suficiente valor y ofrece beneficios netos, y si se lanza, debería diseñarse para coexistir con otras innovaciones en materia de pagos. A la hora de explorar la CBDC, el Banco también reconocerá plenamente el potencial de las alternativas del sector privado para obtener los resultados buscados”, concluyó.
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