Tras la capitalización del Estado, Impsa se prepara para salir a competir con mejores herramientas en la Argentina y en el exterior, favorecida por el saneamiento financiero de la empresa y por el valor del tipo de cambio.
Así lo expresó el CEO de Impsa, Juan Carlos Fernández, quien seguirá al frente de la empresa fundada por el holding Pescarmona luego de que el gobierno nacional y el de Mendoza anunciaran un aporte de 20 millones de dólares. El Estado nacional inyectará un total de $1.362.900.000 al capital de IMPSA, por lo que su participación accionaria pasa a ser del 63,7%, mientras que el Estado provincial aportará $454.300.000, quedándose así con el 21,2% de las acciones. El porcentaje restante (15,1%) permanecerá en manos privadas, correspondiendo un 9,8% de las acciones al fideicomiso de acreedores y otro 5,3% para el fideicomiso de la familia fundadora, informó el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas.
En una entrevista telefónica con Infobae, este ingeniero de 66 años -quien ingresó en la empresa a fines de 1979- contó entusiasmado que están participando en licitaciones en Estados Unidos y Asia, además de varias en territorio argentino.
Fernández es ingeniero electromecánico recibido en la Universidad Tecnológica Nacional y posee títulos de posgrado de la Universidad de Stanford y de la Escuela de Negocios de Harvard. Desde que ingresó a Impsa, ocupó diferentes cargos en los departamentos de ingeniería, planeamiento y comercial; se desempeñó además como presidente de Impsa Asia y de Impsa Energy, además de liderar los negocios de la compañía en Asia desde Malasia durante 18 años. Fue CEO en 2015 y 2016 y regresó a este cargo en abril de 2018 por consenso de los nuevos accionistas para liderar la nueva etapa de la compañía.
Este CEO consideró clave la decisión del Estado de dejar intacto el management profesional privado, para evitar una connotación negativa del aumento de la presencia estatal en la compañía, en base a otras experiencias.
- ¿Qué cambia y que no cambia para IMPSA a partir de la capitalización que anunció el Estado la semana pasada?
- Venimos trabajando junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo hace más de un año en un plan de reestructuración. Primero necesitábamos cambiar la estructura de deuda y en función de ese objetivo logramos mejores condiciones financieras en noviembre pasado. Lo segundo fue entrar en un programa del Ministerio de Desarrollo Productivo para empresas estratégicas que logramos en diciembre, mientras terminábamos lograr inyectarle caja, porque cada proyecto que ganamos necesitamos más caja; y este aspecto se trabajó con una Obligación Negociable a los acreedores que manejan el 65% de la compañía, que querían más la deuda que el capital. La empresa es estratégica porque exportamos tecnología y mucho valor agregado, lo que nos permite competir fuerte en el exterior, después del problema por el colapso de la empresa melliza en Brasil.
- ¿Cuánto demorarán para volver a competir en una posición óptima luego de esta capitalización?
- Va a llevar tiempo. Yo viví 25 años afuera del país y sé que es difícil; nos llevará un año reposicionarnos afuera, pero mientras tanto aquí estamos cambiando turbinas en Yacyretá, construyendo un reactor nuclear y una central fotovoltaica, entre otras iniciativas; nunca dejamos de operar.
- ¿Cómo pueden evitar la connotación negativa de la idea de una estatización, a partir de otras fallidas experiencias que hubo en el pasado en el país?
- Nunca había tenido la experiencia de estar tratando con el Estado previamente, pero en este tiempo el trabajo tanto con la Nación como con la provincia fue excelente. Ellos entienden la complejidad del proceso tecnológico y en la última asamblea se decidió preservar el perfil profesional de la compañía para evitar esos errores del pasado.
- ¿Cómo está la empresa en términos financieros?
- La empresa está totalmente saneada, pero el gran desafío es conseguir nuevos proyectos. Ahora, más que a salvarla nos podemos dedicar a conseguir proyectos en el mundo.
- ¿Dónde ven nuevas oportunidades?
- Ya estamos trabajando en licitaciones locales e internacionales. En el país hay muchos proyectos en los que estamos buscando participar y tener al Estado como socio ayuda. Afuera, en Estados Unidos participamos en un proyecto de dos grúas contenedoras y, por otro lado, tenemos dos proyectos hidroeléctricos en Malasia y otro en India. Además, ganamos uno recién de altísima tecnología en Brasil.
- ¿Cómo está el mercado con la pandemia?
- En muchos países continuó sin pausa. Al tener un menú bastante grande de opciones, nos permitió ir compensando: quizás si América latina no funciona bien, Asia sí y así compensamos. Somos altamente competitivos; en particular, en turbinas somos el número uno del mundo.
- ¿El modelo de cooperación que tienen es el del Invap?
- Sí; es el ejemplo que estamos siguiendo de innovación y management profesional.
- ¿Cómo los afecta la situación macroeconómica argentina?
-El hecho de posicionarnos en el exterior nos permite manejarnos con dólares a pesar del alto contenido local, así que estamos más competitivos que en otros momentos. Y en el mercado local, por el tipo de productos y proyectos, este nivel del tipo de cambio nos vuelve más competitivos.
- ¿La falta de financiamiento del país y las empresas no los complica?
- Sobrevivimos así desde 2014 sin financiamiento, desde el colapso de la firma en Brasil. Tener financiamiento es fundamental, pero tener una participación del estado nos abre una puerta de financiamiento importante y más importante es que tenemos acceso a garantías para nuestros clientes, porque eso nos permite participar en más proyectos. Así que es una combinación: a más proyectos, más fondos para crecer más, aquí y en el exterior.
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