La crisis económica de los últimos tres años, con devaluaciones, suba de la inflación y pandemia incluidas, hicieron perder a los asalariados hasta el 25% del poder de compra de sus ingresos. Así lo estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en base a datos oficiales.
Según un relevamiento del centro dirigido por el economista Nadin Argañaraz, “la compleja situación macroeconómica de los últimos tres años ha provocado una significativa caída en los salarios reales”.
Para comparar la evolución de los distintos tipos de salario, el estudio tomó marzo de 2018 como punto de partida. Esto es, el mes previo al inicio de las sucesivas corridas cambiarias que hicieron acelerar la inflación y dieron origen a la crisis económica. Desde entonces el salario de los empleados formales del sector privado perdió 15,6% de su valor y el de los empleados públicos un 20,7%, pero ambos superaron superados por la caída que sufrieron los trabajadores informales: 25,9 por ciento.
“Viendo la evolución por año, se aprecia que para los tres sectores de trabajadores la mayor caída real se dio entre marzo de 2018 y marzo de 2019. El segundo año de mayor caída real depende del sector. Para el sector privado no registrado fue el período que va de marzo de 2019 a marzo de 2020 y para los otros dos el que va de marzo 2020 a marzo 2021″, es una de las conclusiones del informe.
Cuántos salarios perdieron los trabajadores desde 2018
Para dimensionar la pérdida del poder de compra de los ingresos, Iaraf calculó cuántos salarios de bolsillo dejaron de percibir tanto empleados privados registrados, los no registrados y los públicos.
“Resulta evidente que un trabajador percibe hoy un salario que ha perdido entre un cuarto y un quinto de su valor real comparado con tres años atrás. Un ejercicio interesante es calcular la pérdida acumulada durante el último trienio”, analizó Iaraf.
Y en ese sentido, estimó que “el sector más perjudicado es el privado no registrado (informales) con una pérdida de 6,8 salarios. Esto equivale al 18,9% de su capacidad de consumo en el trienio”, apuntó el centro de estudios. Otro cálculo, derivado del anterior, es que para recuperar lo que perdió en los últimos tres años un trabajador informal que tenía a marzo de 2021 un ingreso mensual de $30.000 debería recibir una compensación por única vez de $204.000. Y otro: para que su sueldo mensual vuelva a tener el poder de compra de marzo de 2018, debería pasar de esos $30.000 a $40.486.
Desde marzo de 2018, el salario de los empleados formales del sector privado perdió 15,6% de su valor, mientras que los del sector público lo hicieron un 20,7 por ciento. Los que más perdieron fueron los trabajadores informales: 25,9 por ciento.
“Luego le sigue el sector público con una pérdida de 4,7 salarios, lo cual equivale al 13 % de su capacidad de consumo durante los 3 años. Y, por último, el sector privado registrado perdió 3,6 salarios, equivalente al 10,3% de su capacidad de consumo en el trienio considerado”, concluyó Iaraf.
Para Argañaraz, la clave para que este año comiencen a mejorar los salarios reales será “la reactivación de la economía y la disminución sostenida de la inflación. Mientras la inflación no se estabilice en tasas bajas, se hace más difícil la recuperación de los salarios reales. Si bien todos los trabajadores han perdido poder adquisitivo en los últimos 3 años, los más perjudicados han sido los trabajadores informales, cuyo poder de negociación salarial es muy bajo”, señaló.
Las últimas cifras oficiales del Indec mostraron que el índice general de salarios registró en marzo un aumento de 5% respecto al mes previo, dos décimas por encima de la evolución de la inflación en el mismo período (4,8%). Así, más allá de que en términos anuales se verifica una caída del salario real, al cabo del primer trimestre del año, el Índice de salarios total acumuló un aumento de 13,1%, una décima por encima incremento del 13% que registró el índice de precios al consumidor.
La suba de marzo estuvo impulsada por un incremento del 7,5% en los salarios de la administración pública; a lo que se sumó una mejora del 4% en el sector privado registrado, y del 4,3% en los ingresos de los empleados no registrados o informales.
Los salarios, sin embargo, tienen aumentos discretos, avanzan a “saltos”, según se negocie en paritarias o entre empleador y empleado. El nivel de precios, en cambio, avanza de modo continuo, pues todos los días, en un contexto inflacionario, aumentan muchos de las decenas de miles de precios que existen en la economía. Con lo que aquella ganancia medida a marzo fue seguramente, borrada en abril.
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