Inflación e impuestos: cómo impactarán en el bolsillo de los argentinos durante junio

Aunque no se prevé aumentos en los servicios regulados o en los combustibles como ocurrió durante los meses anteriores, hay varios vencimientos impositivos y recategorizaciones en Monotributo que hay que tener en cuenta

Sin ajuste de tarifas ni en servicios regulados, las consultoras proyectan un camino descendente en el recorrido de los precios al consumidor (Reuters)

Mientras se estira la definición sobre el aumento de las tarifas de los servicios públicos, como el gas que aun no tienen oficializados los nuevos valores de los cuadros tarifarios, durante junio no están previstos otros aumentos en los servicios regulados. De ahí que las consultoras esperan un leve descenso de la inflación con respecto al mes anterior.

Hasta el momento, según adelantaron fuentes del Enargas, se espera que los nuevos cuadros tarifarios para el gas sean oficializados en los primeros días de junio, con aumentos que rondará el 6%. Sin embargo, esto recién tendría impacto en las facturas del usuarios durante julio, según explicó el interventor Federico Bernal.

De acuerdo a las consultoras, la inflación puede comenzar un camino descendente a partir de junio, especialmente porque no habrá ajustes de tarifas y la menor actividad por las medidas de restricciones por las contagios de coronavirus

“Contemplando el tiempo entre lecturas, más unos 15 días hasta que el usuario recibe esa factura, sabiendo además que el consumo facturado es del bimestre anterior, el impacto se estará registrando a partir de julio”, dijo el funcionario. Sin embargo, aclaró que esos tiempos son relativos.

¿Cuáles serán los factores que pueden tener impacto en el bolsillo durante el mes próximo? De acuerdo a las consultoras, la inflación puede comenzar un camino descendente a partir de junio, especialmente porque no habrá ajustes de tarifas y la menor actividad por las medidas de restricciones por las contagios de covid-19.

El aumento de la tarifa de gas no fue oficializado e impactaría recién en julio (Adrián Escandar)

“El Gobierno está fortaleciendo y potenciará en los próximos días las medidas de control y seguimiento de precios, el congelamiento de las tarifas y el retraso cambiario. Eso, en conjunto con una contracción en el nivel de actividad por efecto del confinamiento, generará fundamentalmente a partir de junio una presión hacia la baja de la inflación cuya magnitud está aún indefinida. Sin embargo, a pesar de que el foco de la política económica estará allí, difícilmente pueda ubicarse de forma continua y sostenida por debajo del 3%”, estimó Pablo Besmedrisnik, director de la consultora Invenómica.

“Claramente está prevaleciendo la idea de contener la inflación en el corto plazo con medidas que ya demostraron ser ineficientes. Por el contrario, la política antinflacionaria del gobierno está engendrando desequilibrios que terminarán impactando sobre el final del año”, destacó el economista.

La política antinflacionaria del gobierno está engendrando desequilibrios que terminarán impactando sobre el final del año (Besmedrisnik)

Los precios de alimentos y bebidas son uno de los que más impacto tienen en la inflación. En abril se cumplieron 31 meses consecutivos donde los incrementos interanuales de los artículos de este rubro alimentos fueron superiores al promedio general. “Este desacople de precios de alimentos respecto de la canasta total se apreció con mayor claridad en los últimos meses, de ahí la justificación para las medidas que están en proceso de implementación”, aseguró Besmedrisnik.

Con todo, junio será un mes central en materia de inflación porque el índice puede volver a ubicarse nuevamente cerca del 3%, mientras el promedio desde diciembre es del 4%. “Esto puede darse principalmente por una caída en la inflación núcleo, producto de la política de apreciación real del peso en los últimos meses a la par de la política monetaria contractiva del Banco Central. Al mismo tiempo, el freno a la actualización de tarifas va a limitar la suba del conjunto de los precios regulados. El único contrapeso estará en los bienes que tienen estacionalidad, que mostrarán un aumento mayor respecto al de mayo, de todas formas, son los que tienen menor participación dentro del IPC”, explicó Claudio Caprarulo, economista principal de la consultora Analytica.

Aunque no habrá aumentos en los servicios regulados o en los combustibles como ocurrió durante los meses anteriores, durante junio hay previstos varios vencimientos de presentaciones y pagos de impuestos. Entre ellos, el Impuesto a las Ganancias e Impuesto a los Bienes Personales, que impactan en las personas de patrimonios más altos. Por otro lado, también se espera la reglamentación por parte de la AFIP de la recategorización para el Monotributo.

Durante junio, vencen impuestos como Ganancias y Bienes Personales, y la recategorización del Monotributo

El impuesto a los Bienes Personales tiene fechas de presentación entre el 11 y el 15 de junio y de pago entre el 14 y el 16 de junio. La presentación de la declaración jurada informativa podrá realizarse hasta el 30 de junio.

Este impuesto se aplica sobre los bienes, en el país y en el exterior, al 31 de diciembre de cada año. En relación a la valuación total del patrimonio, el monto mínimo a partir del cual se aplicará el impuesto es de $2 millones, el mismo que el año anterior. El impuesto surge de la aplicación de una alícuota (de entre 0,5% y 1,25%) al patrimonio que exceda el mínimo aplicable.

El monto mínimo a partir del cual se aplicará el impuesto a los Bienes Personales es de $2 millones, el mismo que el año anterior

En el caso del Impuesto a las Ganancias, se aplica sobre distintas categorías: las generadas por el usufructo de los inmuebles urbanos y rurales (primera categoría); ingresos obtenidos por compra-venta de acciones, intereses, dividendos (segunda categoría); utilidades de las sociedades y empresas unipersonales (tercera categoría); y las obtenidas por el trabajo personal (cuarta categoría).

“Como cuestiones importantes este año tenemos la posible deducción del Impuesto a las Grandes Fortunas, para aquellos que son contribuyentes, en el Impuesto a las Ganancias. Obviamente hablamos del aporte sobre los bienes de tipo “productivos”, que generan renta gravada, y se debe analizar el tema de la imputabilidad, el criterio según las categorías de ganancias, para ver qué es posible deducir en 2020 o 2021″, explicó Ezequiel Passarelli, especialista en temas impositivos.

Este año, el Impuesto a la renta financiera, que está dentro del impuesto a las Ganancias pero se presenta en una declaración diferente, volvió a tener cambios. “Un tema no menor va a ser el tema de las criptomonedas y su tratamiento. Considerando lo que se ha expandido el uso de estos activos. Y por último, algo que también va a ser medianamente complejo va a ser el tema de la brecha cambiaria, para aquellos que hayan operado en MEP o CCL. Es decir, hacer el seguimiento del dinero y de la renta exenta”, agregó Passarelli.

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