Los inversores que apostaron en favor del Bitcoin asumieron la postura vendedora en mayo, para capturar buen parte de las amplias ganancias obtenidas con la carrera alcista que había adquirido la criptodivisa más popular en primer tramo de 2021.
Los precios de Bitcoin cayeron un 8% el viernes y con cierta volatilidad recuperaron algo de terreno durante el fin de semana, para colocarse en torno de los USD 37.000 este lunes. El valor de la criptomoneda se ha desplomado cerca del 35% en mayo, su peor desempeño mensual desde septiembre de 2011.
Un torrente constante de noticias negativas hizo que el Bitcoin cayera en un espiral descendente luego de haber alcanzado el 14 de abril un máximo histórico al situarse por encima de los 64.000 dólares.
La debacle de la cripto que concentra casi la mitad del volumen del mercado comenzó cuando el CEO de Tesla, Elon Musk, dio un giro de 180º en su postura y le dijo a sus clientes que el gigante de los autos eléctricos no va a aceptar más Bitcoin como moneda de pago para los vehículos, debido a las preocupaciones sobre el impacto ambiental de la minería de bitcoin, que demanda mucha energía.
Luego Musk suavizó la postura y acordó —gracias a la intervención del CEO de MicroStrategy, Michael Saylor, un evangelista de las criptomonedas— reunirse con los jefes de varias mineras de Bitcoin con base en América del Norte para dialogar sobre las preocupaciones vinculadas al uso de energía.
Durante el mes de mayo el Bitcoin resignó más de la tercera parte de su valor
Además, se sumó la comunicación de una serie de medidas regulatorias -o la intención de aplicarlas- en países centrales como China y EEUU. También en Irán un participante de relevancia en el minado cripto.
La cuestión es que mayo que un mes brutal en cuanto a la salida de fondos de las criptomonedas, a una velocidad tal que dejó en una posición incómoda a muchos inversores novatos que encontraron en las monedas virtuales una vía rápida para obtener más ganancias que las ofrecidas por otros activos financieros tradicionales.
Otras criptomonedas, especialmente Ethereum —la segunda más grande después de Bitcoin y central en muchos acuerdos para la compra de los populares tokens no fungibles- aguantaron mejor. El Ether cayó solo cerca del 6%. El Dogecoin, la criptomoneda que nació como un meme y sobre la que Musk ha tuiteado en repetidas ocasiones, tuvo un descenso ligero en mayo.
El Bitcoin retrocedió un 43% desde su máximo histórico del 14 de abril, cuando se acercó a los USD 65.000
Bitcoin es notoriamente volátil y los precios siguen con una suba de 28% este año a pesar de la caída de mayo. Así que los seguidores a largo plazo, a los que les gusta denominarse “HODLers”, en realidad pasaron por esta situación en muchas otras ocasiones.
En la jerga finaciera, “HODL” es un término que viene del inglés “hold” (conservar) y que posteriormente se convirtió en el retroacrónimo, “hold on for dear life”, que en español sería algo así como “conservar (la criptomoneda) como si fuera la vida en ello”.
“Ser un inversor de criptomonedas es realmente fácil. Ser un comerciante de crioptomendas es es extremadamente difícil”, dijo a CNN Money Peter Smith, CEO de Blockchain.com, una startup de investigación, inversión y préstamos de criptomonedas valorada en USD 5.200 millones. “Es un mercado con una volatilidad muy alta y te puede pasar por encima fácilmente”, añadió.
Los precios de Bitcoin se desplomaron desde cerca de USD 20.000 en diciembre de 2017, cuando estaban en un pico para ese entonces, a menos de USD 3.500 a principios de 2019. Luego repuntaron.
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