La inflación 2021 estará más cerca del 60 que del 50% y costará que en lo que queda del año se sitúe por debajo del 3,7% mensual, estimó Eduardo Fracchia, director del Área de Economía de la Escuela de Negocios del IAE de la Universidad Austral.
El economista y académico agregó además que el PBI, que según el Presupuesto oficial crecería 5,5% este año y que el ministro de Economía, Martín Guzmán, decía antes de la imposición de nuevas restricciones que crecería cerca del 7%, estará más cerca del 4%, teniendo en cuenta que en el segundo semestre del año habrá nuevos confinamientos para reducir la circulación del coronavirus. De hecho, según Fracchia, en el segundo trimestre del año, en pleno transcurso, el PBI caerá 3% pese al respiro que significó el aporte de divisas en el “trimestre dorado” de la soja.
Entre las incógnitas, Fracchia incluyó el precio de la carne a partir de la suspensión de exportaciones que impuso el Gobierno y el paro de comercialización con que respondieron los productores rurales, inicialmente por 9 días, luego prolongados hasta el próximo miércoles. “El precio de la carne es una incógnita ya que depende del desabastecimiento, de la oferta doméstica, de las prácticas de los frigoríficos, de la demanda de China”, dijo el economista, quien señaló que la medida oficial “parece una jugada improvisada, con costos políticos, que dividió incluso al campo”.
Compensaciones limitadas
Según Fracchia, los aportes compensatorios a la población en el marco del rebrote de coronavirus son limitados, “menos del 1,5% del PBI” lo que no es suficiente “y se manifestará en marchas y piquetes anti cuarentena, despidos y cierres”. Los sectores más perjudicados un clima recesivo y de malestar social serán los servicios “en particular el comercio”, dijo el economista, quien reconoció que se trata de un problema de difícil resolución “porque hay que evitar de modo drástico la circulación”.
El economista estimó que la tasa de pobreza del país sería del 54% si el año pasado el Gobierno no hubiera compensado la fortísima recesión con los programas de “Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y de Ayuda al Trabajo y la Producción (ATP). “Si bien fue poco lo otorgado, logró en cierta medida compensar ingresos”, dijo. Ahora el contexto es más complicado. Al respecto, citó que en las encuestas la gente expresa más preocupación por la situación económica que por la pandemia, pero puntualizó que en una situación en que las terapias intensivas están colapsadas y en que la Argentina aparece en el Top 10 mundial de muertes por habitante a causa de la pandemia, “la prioridad debe ser la vida”.
El principal instrumento, tanto para atender la situación sanitaria como la economía es la vacuna. “La falta de vacunación es evidente, deberíamos tener hoy 30 millones de primeras dosis -y no 10- y 15 millones de segundas”, dijo Fracchia, quien señaló que esa fue una “gran omisión” del Gobierno. “El mayor responsable es el presidente, porque no hace foco en el tema y se dispersa en muchos frentes. En este momento, la gran política se llama vacunar, todo lo demás es secundario”, enfatizó.
En cuanto al modo en que el Gobierno responde a la inflación, Fracchia fue muy crítico. “La inflación depende de acortar el gasto público, de subir la tasa de interés y de que el dólar no crezca como le pasó a Macri. Es un tema macro. Lo que pase en las góndolas está en una prioridad ocho, es importante, pero en esa escala. En ningún país del mundo la inflación depende de lo que pase en el mundo de Paula Español y las mediciones de góndolas”, puntualizó, además de criticar la “obsesión” oficial con los precios internacionales. “Influyen pero no son determinantes”, señaló. De todos modos, señaló que la tendencia marca que los alimentos seguirán subiendo y complicando a los hogares de menores recursos.
El académico se atrevió también al pronóstico político y dijo que “la elección de medio término será muy pareja” entre un oficialismo “herido por la macro, la pandemia, la corrupción, la falta de un plan económico, la inflación, las diferencias internas, entre otros factores” y una oposición que “está jugando 5 puntos sobre 10”, por falta de una estrategia definida y un exceso de internismo entre moderados y halcones.
Después de las urnas, prosiguió, el panorama se complicará aún más. “Es grande la probabilidad de alza del blue de modo importante como en la última elección, el oficial se va a disparar” a caballo de incertidumbres como las tensiones entre las demandas del kirchnerismo y la visión más ortodoxa del Guzmán, anticipó Fracchia, quien se atrevió incluso a hacer prognosis sobre el próximo bienio.
“El PIB crecerá aproximadamente cero durante el 22 y 23. Hay que esperar a un gobierno bueno -muy bueno es mucho pedir- para crecer al 3 %, y recuperar en parte lo perdido entre 2010 y 2023 en salario real, consumo, exportaciones e inversión”, señaló. Y un daño perdurará más allá de la pandemia, la economía y la política. “La falta de clases presenciales hará caer el ingreso promedio de los estudiantes a futuro; se pierde capital humano, es un tema muy estudiado en el mundo”, concluyó Fracchia.
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