El Índice de Confianza del Consumidor se mantiene en valores agregados entre los más bajos de la serie histórica, con subibajas cada mes, pero sin ocultar la afirmación en un sendero que no anticipa recuperación inmediata.
En la Ciudad de Buenos Aires disminuyó 4,8%, y en menor medida en el Gran Buenos Aires, 2,3%. Por el contrario, se recuperó parcialmente en el interior del país, 8,3% tras la caída del 9% detectada en abril. De ahí surgió un índice general superior en 0,3% al nivel del mes previo.
Aunque en todos los casos, los índices resultaron más bajos que un año antes: 7,8% en el agregado general; 1,4% en CABA; 9,1% en GBA y 8,6% en el resto del país.
En todos los casos, los índices resultaron más bajos que un año antes: 7,8% en el agregado general; 1,4% en CABA; 9,1% en GBA y 8,6% en el resto del país
Un nivel en torno a 35 puntos, muy por debajo del rango próximo a 50 que registra en los tiempos de parcial reactivación de la economía, refleja el malestar social prevaleciente por la aceleración de la inflación, el regreso a la faz recesiva de la actividad general y el recrudecimiento de la crisis sanitaria por la subestimación de la aceleración de los contagios de covid-19 por parte de las autoridades nacionales.
El deterioro de la confianza en el AMBA, donde se concentra la mayor parte de la población del país, se asocia al desempeño de sus economías, como consecuencia de la combinación de varios factores, entre los que sobresalen con nitidez la aceleración de la inflación y consecuente deterioro de la capacidad de consumo; el regreso de la actividad agregada a una faz recesiva, según los índices del Indec hasta marzo, y los adelantos de las consultoras e informes privados para abril y también mayo; y el recrudecimiento de la crisis sanitaria asociados claramente a la ausencia de una política sanitaria coherente con las circunstancias y con las promesas de las máximas autoridades desde hace más de seis meses.
El Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT destacó que “por nivel de ingresos del individuo, la confianza bajó 3,1% en el grupo de consumidores de nivel educativo/ingresos más altos y aumentó 2,1% en los más bajos”, siempre respecto a abril.
Por nivel de ingresos del individuo, la confianza bajó 3,1% en el grupo de consumidores de nivel educativo/ingresos más altos y aumentó 2,1% en los más bajos (CIF UTDT)
Ese cuadro heterogéneo también se manifestó en los índices de situación personal: bajó 0,2% en mayo y 14,2% en los pasados 12 meses; mientras que en la situación macroeconómica repuntó levemente: 1,2%; pero se derrumbó 20,8% respecto de un año antes; y disminuyó 0,4% en el mes, pero creció 58,4% en comparación con el mínimo nivel del año previo.
Esos índices que son el resultado del relevamiento de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (CIF) a 1.200 personas radicadas en los principales aglomerados urbanos del país, acumulan caídas generalizadas desde el inicio del gobierno del Frente de Todos de 16,3% en el promedio general; 15% en CABA; 15,8% en GBA y 17,9% en el interior del país.
Los índices de confianza acumulan caídas generalizadas desde el inicio del gobierno del Frente de Todos de 16,3% en el promedio general; 15% en CABA; 15,8% en GBA y 17,9% en el interior del país
Mientras que en el caso de los subíndices acumulan caídas respecto de un año antes de 14,3% en la situación personal y 33% en la situación macroeconómica, en contraste con un aumento de 39,9% en las expectativas de compra de bienes durables, principalmente automotores y la vivienda, incluido en este caso las inversiones en refacciones.
Aceleración de las expectativas de inflación
Según el sondeo de la casa de altos estudios sobre las expectativas de inflación de la población para los próximos 12 meses se aceleró a 50,2%, el mayor registro en casi 20 años, desde la crisis de 2002, tras la traumática salida de la convertibilidad fija 1 a 1 entre el peso y el dólar. El relevamiento detectó además que “En la distribución regional, en CABA subió a 50,6%, similar al Interior del País, 50,8%; mientras que en el Gran Buenos Aires resultó algo más baja, 49,8 por ciento”.
Las expectativas de inflación de la población para los próximos 12 meses acusaron una aceleración del indicador a 50,2%, el mayor registro en casi 20 años
Y como también comprobó la ciencia económica, en los procesos de aceleración de la inflación, las franjas más afectadas de la población son las de menores ingresos, ahí las expectativas se elevaron a 51,8%, dos puntos porcentuales más que en los sectores con mayores recursos monetarios.
Las perspectivas no lucen en general favorables para la región en general y la Argentina en particular. Según el Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, Alejandro Werner, “la pandemia provocará un retroceso de 10 años en el nivel de ingreso de América Latina”. Y agregó: “La demoras en el ritmo de vacunación ralentizará la velocidad de esa recuperación que venía experimentando la región tras un fatídico primer trimestre de 2020”. Claramente, una lectura espejo de los indicadores del Indec en la Argentina que fueron difundidos en las últimas semanas.
Concluye el informe de la UTDT: “En mayo las percepciones de los consumidores respecto a las Expectativas Futuras y a la Condiciones Presentes se mantuvieron estables con respecto al mes anterior (ambos mostraron una variación positiva de 0,3% con respecto a abril)”, pero en el primer caso con un índice de 44,71% que se ubicó 18,6% por debajo del año anterior, y el segundo con un mínimo nivel de 26,16 puntos, aunque superior en 19,5% al del año previo.
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