El huracán Dorian se abatió en septiembre de 2019 sobre las islas Ábaco y Gran Bahama, causándoles altísimas pérdidas humanas y materiales y desconectándolas de las más de 700 islas y cayos restantes de Bahamas, que quedó casi aislada de sí misma.
Meses después, la irrupción de la pandemia global de coronavirus dificultó aún más la reconstrucción, que demandaba una mínima infraestructura financiera, clave para el funcionamiento de la economía del archipiélago. A los bancos no les es viable tener sucursales y cajeros automáticos en islas remotas, poco habitadas y expuestas a eventos climáticos extremos, que además encarecen el mantenimiento.
Agudizada la necesidad de atender a una población poco bancarizada y modernizar el sistema de pagos, en octubre de 2020 Bahamas dio un salto y creó el sand-dollar (dólar de arena) la primera moneda digital del mundo emitida por un Banco Central.
“Procuramos eliminar todos los obstáculos que fuera posible para que la gente pudiera acceder al equivalente de una cuenta de depósito o una billetera móvil para transacciones”, explicó John Rolle, titular del Banco Central de Bahamas. Se hicieron pruebas y se distribuyeron “dólares de arena” a bancos comerciales y proveedores de sistemas de pago y transferencias, que luego los depositaban en billeteras digitales de los clientes, con acceso a distintos montos de dinero y límites de transacción.
En un artículo publicado en la web del FMI, Anke Weber, jefa de misión del Fondo en las Bahamas, atribuyó la veloz implementación a la necesidad creada por las dos calamidades, aunque el proyecto está aún en una etapa temprana, con solo 130.000 “dólares de arena” sobre una circulación total de 500 millones de dólares bahameños.
Govcoins: China y Europa
Recientemente la revista británica The Economist reseñó las ventajas de las “Govcoins”, o monedas digitales de estado, a las que presentó como el mayor riesgo para las criptomonedas descentralizadas, por no tener comisiones ni costos de transacción ni requerir cuenta bancaria: los fondos están “depositados” en el Banco Central. Ni siquiera es necesario tener un teléfono móvil, aunque por ellos pasa la mayoría de las transacciones. A la seguridad de operar sin efectivo se agrega la ventaja de la digitalización, pero sin el temor a oscilaciones salvajes de cotización, como sucede con el Bitcoin y tokens similares.
Los menos de 400.000 habitantes de Bahamas son una cantidad ínfima comparada con los casi 450 millones de personas que viven en países de la Unión Europea y usan el euro, y de los casi 1.400 millones de chinos que usan el yuan, las dos monedas cuyos emisores parecen más avanzados en el proceso de digitalización.
En la prueba china ya participan las plataformas Alipay y JD.com y varias ciudades y el experimento tendrá un test internacional en los juegos Olímpicos de Invierno que se desarrollarán en 2022 en Beijing.
El Banco Central Europeo, cuya titular Christine Lagarde, ex directora del FMI, criticó el Bitcoin por considerarlo un vehículo útil de actividades criminales, analizar poner en marcha el “euro digital” en 2025, para lo cual necesita la aprobación de la Comisión y del Parlamento Europeo, algo a decidir en el próximo verano boreal.
También Canadá, Japón, Suecia, Rusia, el Reino Unido y hasta Venezuela, que anunció en febrero la creación del Bolívar digital, estudian el tema y el uso de la tecnología de bloques (blockchain), implicando a firmas locales en pruebas piloto.
También Canadá, Japón, Suecia, Rusia, el Reino Unido y hasta Venezuela, que anunció la creación del Bolívar digital, estudian el tema y el uso de Blockchain
Una aspiración de China es que el yuan digital ayude a desplazar al dólar como moneda de reserva mundial. La divisa de EEUU sigue siendo dominante en el comercio y las finanzas internacionales, pero está en declive. En el primer trimestre de este año, su participación en las reservas de los bancos centrales del mundo fue de 59%, su nivel más bajo de los últimos 25 años, señaló recientemente el FMI.
Mientras, China se prueba en modo digital. Hace dos semanas, Alipay anunció que parte de sus usuarios podrán probar el yuan digital a raíz de un acuerdo del MYBank (de Ant) y WeBank (de Tencent, otro gigante) con el Banco Popular de China, informó la cadena norteamericana CNBC. Y la plataforma JD.com inició pruebas para que algunas empresas paguen salarios en yuanes digitales y los usen como medio de pago en algunos comercios.
JD.com fue el primer marketplace que aceptó pagos en yuanes digitales cuando el municipio de Sushzou repartió 20 millones de yuanes digitales (USD 3,5 millones) entre 100.000 residentes para probarlo en un evento de compra, como ya hizo Beijing en febrero. Todos preparativos para su “internacionalización”, en los Juegos de Invierno 2022.
EEUU se lo toma con soda
En EEUU, por ahora, el tema se limitó a palabras prudentes del titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, y de la titular del Tesoro, Janet Yellen, quien dijo que el “dólar digital” podría servir para lograr la “inclusión financiera” de los sectores más pobres.
El Banco Central Europeo (BCE) parece ir más rápido: entre octubre y enero pasado hizo consultas públicas y publicó un análisis, a debatir en la Comisión Europea, antes de iniciar el estudio final sobre la creación del “euro digital”. Hasta ahora hubo pruebas piloto en Francia, Italia y España. Del último país participaron los bancos Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell y la compañía de servicios de pago Iberpay.
Lagarde estableció un calendario que implantaría el “euro digital” hacia 2025, pero Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCR, aclaró que, a lo sumo complementará pero no sustituirá el efectivo. Un euro totalmente digital resolvería de los más complejos problemas logísticos de la autoridad monetaria europea: la emisión de euros “físicos” en varios idiomas y en más de un alfabeto.
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