La actividad de las industrias pyme tuvo un salto de casi 77% internual en abril, aunque estuvo influido por la baja base de comparación que había dejado ese mes del año anterior, en que la producción se había desplomado 53,1 por ciento, según cálculos de la Confederación de la Mediana Empresa Argentina (CAME).
De todas formas, para quitar esa distorsión en la medición, la entidad comparó la performance de las pymes industriales con abril de 2019. La conclusión de ese estudio fue que no hay ningún rubro de los relevados que en abril haya producido más que hace dos años.
“En abril 2020, la elaboración de las pymes industriales había caído 53,1% anual, con lo cual era esperable una recuperación fuerte en las tasas de variaciones, a pesar de que todavía el 55% de las empresas relevadas declaran que su situación es entre ‘regular’ y ‘mala’”, consideró el informe de la CAME.
CAME comparó la performance de las pymes industriales con abril de 2019: la conclusión de ese estudio fue que no hay ningún rubro de los relevados que en abril haya producido más que hace dos años.
“A pesar del rebote, fue un mes de mucha incertidumbre para las pymes, por la llegada de la segunda ola del Covid-19. Desde mediados de abril, algunos pedidos comenzaron a frenarse y finalizó con una caída de 1,4% frente a marzo”, continuó la entidad que nuclea a pequeñas y medianas empresas.
Con ese resultado medido por CAME, en el primer cuatrimestre del año la industria manufacturera pyme acumuló un crecimiento de 14,8% frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación los prmieros cuatro meses de 2019, de todas formas, sigue estando 9,1% por debajo.
Todos los rubros medidos por esa entidad privada subieron en la comparación interanual. Los mayores incrementos tuvieron lugar en Productos electrónico, mecánicos e informática (+262,1%), Textiles (+188,8%) y Productos de metal, maquinaria y equipos (+179,1 por ciento).
”Es muy difícil vender en estos momentos porque en cada entrega de insumos que nos hacen los proveedores, los precios vienen con aumentos promedio del 5%, 7%, 10% o a veces hasta el 15%, entonces vendes y no sabes a qué precio repones”, explicó un empresario del rubro químico de la ciudad de Neuquén citado en el informe.
Un punto a favor es que si bien la producción continúa por debajo de 2019, el uso de la capacidad instalada se ubicó en 66,8% en abril, según el promedio declarado por las industrias medidas. “El nivel fue bastante superior al de abril 2019 (57,5%). El 57% de las firmas relevadas trabajaron dicho mes con más del 70% de su capacidad instalada”, explicó CAME.
El Indec había medido recientemente que la industria manufacturera trabajó al 64,5% de su capacidad instalada en marzo, por lo que había alcanzado así su nivel más elevado en poco más dos años.
En el primer cuatrimestre del año la industria manufacturera pyme acumuló un crecimiento de 14,8% frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación los prmieros cuatro meses de 2019, de todas formas, sigue estando 9,1% por debajo.
“De todos modos, hay que tener en cuenta que en el último año no pocas empresas redujeron sus instalaciones, ya sea porque debieron achicar sus negocios, porque la maquinaria en mal estado no fue reparada, o porque vendieron capital, entre otras cosas. Un caso es Calzado y marroquinería, que en promedio trabajó con el 70% de su capacidad instalada, a pesar que todavía su producción es 40% inferior a la de abril 2019″, apuntó el reporte de la entidad.
Un indicador “adelantado” de la actividad industrial realizado por el Ministerio de Desarrollo Productivo había medido hace algunos días que la suba de contagios de coronavirus en las fábricas hizo que la producción industrial manufacturera cayera un 2,9% en abril en comparación con marzo.
Se trata de un índice que anticipa a la medición oficial de Indec, que tiene dos meses de rezago. “De acuerdo a nuestras estimaciones que toman como insumo el consumo de energía provisto por Cammesa a las principales plantas industriales, en abril la industria se contrajo 2,9% mensual desestacionalizado respecto a marzo. Sin embargo, se ubicó 6% por encima de abril de 2019 (y 58,6% por encima de abril de 2020, que coincidió con el peor momento económico de la pandemia)”, sostuvo el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
Cruces entre el Gobierno y la oposición por las medidas de ayuda
Tras la implementación de un nuevo confinamiento estricto, el Gobierno nacional anunció una serie de ampliaciones a programas vigentes de asistencia a empresas y familias. Entre ellas, el refuerzo de la Tarjeta Alimentar, que incluirá chicos y chicas de hasta 14 años, y del plan Repro II, por el cual el Estado ayuda al pago de salarios de trabajadores del sector privado.
El alcance y efectividad de esas medidas fueron cuestionadas por la oposición y defendidas por funcionarios del oficialismo. En ese sentido, la presidenta del PRO Patricia Bullrich propuso por Twitter la “suspensión de impuestos en todos los niveles durante el presente y los futuros períodos de confinamiento”.
Además, reclamó “ATP a todas las pymes y empresas que no pueden operar; IFE para profesionales, monotributistas e informales, equivalente al gasto diario en base a la canasta familiar”. Por último, solicitó una “reducción del 20% de los sueldos políticos por 6 meses, lo que representa más de 3000 millones de ahorro”.
El subsecretario de Política Tributaria, Roberto Arias, le respondió, también por Twitter: “Muy lamentable ver dirigentes que creen que ser oposición es oponerse a todo. No toman dimensión de la pandemia, ni ven que hay un Gobierno enfrentando el enorme desafío del Covid y los gravísimos problemas económicos, sociales y de deuda insostenible que nos dejaron”.
“Ante este mensaje -pura especulación electoral- de Patricia Bullrich creo importante destacar su gran irresponsabilidad, con propuestas contradictorias, irrealizables, que pareciera sólo buscan generar confusión y mayor inquietud en la población”, continuó el titular de Política Tributaria, que depende del Ministerio de Economía.
“Estamos en un momento que requiere responsabilidad y madurez política. Empatía y compromiso con la gente que la está pasando mal y no estar pensando en las elecciones. Menos egoísmo y más trabajo colectivo. El virus no elige por ideología. Nos daña a todas y todos”, concluyó.
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