El ministro de Economía, Roberto Lavagna, criticó al gobierno y a “importantes sectores” de la política por hablar “siempre” del gasto social, pero no prestarle la misma atención al crecimiento del gasto en intereses de la deuda, interna y externa.
“Somos una sociedad asombrosa. En el gobierno y en importantes sectores se habla siempre del monto y el aumento del GASTO SOCIAL. Pero increíblemente no se habla en paralelo del monto y el aumento del GASTO en INTERESES de una deuda total, interna y externa, que no deja de crecer!” tuiteó el ex ministro de Economía y excandidato presidencial, incluyendo en su crítica también a otros sectores políticos y sociales, pero sin ser específico al respecto.
Lavagna es el referente nacional del espacio “Consenso Federal”, cuyos tres miembros en la Cámara de Diputados, Graciela Camaño, Alejandro “Topo” Rodríguez y Jorge Sarghini, anunciaron recientemente que no darían quórum y en caso de votarse lo harían en contra del intento del oficialismo de reformar la ley del Ministerio Público para aprobar por simple mayoría al nuevo Procurador General de la Nación, cargo del que el kirchnerismo quiere desplazar al actual Procurador interino y jefe de los fiscales que entienden en delitos federales, como corrupción, lavado de dinero y narcotráfico, Eduardo Casal.
El lunes pasado, Lavagna había tuiteado al respecto que “en cuestiones INSTITUCIONALES -las reglas fundamentales de funcionamiento de los poderes de la República- toda reforma requiere mayorías amplias y acuerdos previos, extendidos y profundos, lo que hoy no ha sido construido. De ellos dependen la estabilidad y calidad democrática”.
Ahora, la economía y la deuda
La nueva crítica tuitera apunta en cambio al crecimiento del gasto en intereses de deuda, lo que incluye también el aumento de la llamada “deuda cuasifiscal” del Banco Central por lo que paga en intereses a los bancos e instituciones financieras en operaciones de Pases y Leliq (letras de liquidez) para absorber parte de la fenomenal expansión monetaria, lo que de lo contrario expondría al país a un serio riesgo de una aceleración aún mayor de la inflación.
En su campaña presidencial, en 2019, Alberto Fernández había dicho que con la reducción de los intereses de las Leliq financiaría al asumir un aumento del 20% de los haberes jubilatorios. En cambio, la deuda en Leliqs se incrementó notablemente y a lo largo de 2020 cayó el poder adquisitivo de las jubilaciones y los aumentos concedidos por decreto por el gobierno fueron menores a los que hubieran correspondido de haber seguido en vigencia la ley de movilidad jubilatoria aprobada en 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, que la gestión de Fernández derogó a poco de asumir.
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