Un banco internacional recomendó a sus clientes aumentar sus tenencias de bonos soberanos argentinos en dólares. La sugerencia, toda una novedad luego de que la reestructuración de deuda de 2020 fuera seguida por retrocesos prácticamente constantes en las cotizaciones de esos papeles, llega de la mano de la cercanía de unas elecciones legislativas que aparecen como desafiantes para el gobierno de Alberto Fernández. A ello se le suma el “viento de cola” internacional que mantiene a la cotización de la soja cerca de máximos de una década y al Banco Central con poder de fuego como para mantener la estabilidad cambiaria.
El banco de origen estadounidense Citi sugirió a sus clientes aumentar levemente su exposición a títulos de deuda en dólares “globales”, los regidos por la Ley de Nueva York, dada la evolución del contexto económico y político argentino. El análisis que lleva la firma de Donato Guarino y Fernando Díaz, economista responsable de Argentina, Chile y Uruguay en la entidad, mueve a “overweight” (sobreponderar) su mirada sobre la deuda argentina.
Los bonos soberanos argentinos cayeron 1% en promedio ayer, pero el recorte interrumpió un repunte de varias ruedas que llevó al riesgo país a tocar los 1.510 puntos después de haberse acomodado por encima de las 1.600 unidades a principios de mayo.
“Creemos que los inversores deberían empezar a construir una posición larga en los bonos globales argentinos denominados en dólares, y por lo tanto cambiamos nuestra postura en la cartera de crédito de mercados emergentes a una pequeña sobreponderación (...). Basamos nuestra recomendación en los recientes acontecimientos macro y políticos”, afirma el reporte al que tuvo acceso Infobae.
La sugerencia -particularmente apuntada a los bonos con vencimiento en 2029 y 2030- se basa en una serie de fundamentos, algunos de ellos la mejora relativa de la macro local luego de la turbulencia cambiaria de la segunda mitad de 2020. También en algunos avances en la relación con el FMI y el Club de París.
“La situación macro se ha estabilizado. Con el aumento de los precios de las materias primas y los estrictos controles de divisas, además de una menor impresión de dinero por motivos fiscales, el Banco Central ha estado comprando dólares en el mercado oficial de divisas, y el diferencial entre los tipos de cambio paralelos y oficiales se ha estabilizado. No obstante, incluso con estos factores, creemos que será difícil que los fundamentos subyacentes mejoren. La inflación ha aumentado y es probable que el crecimiento a medio plazo siga siendo muy bajo”, agregó el reporte.
“Empezamos a ser más constructivos con respecto a los resultados de las elecciones, ya que sospechamos que la probabilidad de que el kirchnerismo obtenga un mal resultado en las elecciones está aumentando”
“En cuanto al Club de París, Bloomberg informó de que habría voluntad de dar un respiro a Argentina, para que ésta negocie primero con el FMI. Las declaraciones del presidente francés (Emmanuel) Macron apuntaban también en esta dirección. En cuanto al FMI, el presidente Alberto Fernández se reunió con la directora gerente (Kristalina) Georgieva la semana pasada, y dijo que su objetivo es llegar a un acuerdo lo antes posible. No obstante, las declaraciones de ambas partes sugieren que las negociaciones están en una fase muy preliminar, y es probable que la política interna impida una acción significativa hasta después de las elecciones de mitad de mandato”, agregó el reporte.
En clave política
Uno de los principales elementos de la apuesta sugerida, sin embargo, es político. Luego de una análisis respecto a la imagen del presidente Alberto Fernández, el banco que se había mostrado particularmente negativo en sus informes sobre activos argentinos, espera un mal resultado para el oficialismo en las elecciones legislativas de este año con alrededor del 35% de los votos y, con ello, un potencial disparador de subas para los precios de los bonos.
“En cuanto a las elecciones de mitad de mandato, creemos que aumenta la probabilidad de que el kirchnerismo obtenga un mal resultado. Esto podría ser un catalizador para los bonos, ya que los participantes en el mercado podrían empezar a valorar una mayor probabilidad de cambio de régimen, hacia políticas macroeconómicas percibidas como más sostenibles”, sostiene el informe.
“Las elecciones de mitad de mandato son clave para los precios de los activos. El momento clave para los precios de los activos en Argentina serán probablemente las elecciones de mitad de mandato en octubre de este año. Empezamos a ser más constructivos con respecto a los resultados de las elecciones, ya que sospechamos que la probabilidad de que el kirchnerismo obtenga un mal resultado en las elecciones está aumentando. La situación económica actual, con una alta inflación que realmente perjudica a los salarios reales, más la incertidumbre provocada por una nueva ola de Covid-19 que no se desvanece, hace que las elecciones sean un gran desafío para el gobierno”, abundaron Díaz y Guarino.
“El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella muestra lo mucho que ha sufrido ya la popularidad del gobierno. La popularidad de Alberto Fernández es ahora similar a la que tenía Cristina Kirchner en la misma etapa de sus dos mandatos, y cabe recordar que fue derrotada en las intermedias de 2009 y 2013. La diferencia esta vez es que el peronismo se mantiene unido, pero no está claro si eso le bastará para anotarse una victoria dada la actual situación económica. El nivel actual del ICG sugiere una intención de voto de alrededor del 35% para el titular”, agregó.
“En este contexto, vemos la radicalización observada en cuanto a la política económica del gobierno como una señal de la creciente preocupación por sus posibilidades en las elecciones. Así, aunque como explicamos más adelante creemos que los fundamentos no mejorarán mucho en los próximos trimestres, la probabilidad de un cambio en la formulación de políticas hacia un modelo económico más sostenible a medio plazo podría ser un buen augurio para los acreedores privados, compensando los problemas a corto plazo”, concluyó.
Por último, admite el análisis, hay riesgos asociados a la inversión. Asociados sobre todo a la gran cantidad de fondos que quedaron atrapados después de la reestructuración de deuda del año pasado y que todavía quieren vender: “la posición técnica es difícil, y hay una falta de interés en estos bonos”, concluyó Citi.
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