El Bitcoin cayó ayer hasta rozar el umbral de los 30.000 dólares a un mínimo de tres meses y medio debido a una ola de venta de monedas digitales que se intensificó después de que China prohibió a las instituciones financieras y de pago brindar servicios de criptomonedas. Esta mañana el criptoactivo rebota desde el pozo que supo transitar para volver a acomodarse alrededor de los 40.000 dólares por unidad. Hay distintos factores que explican el por qué de los movimientos del Bitcoin y de su volatilidad mucho mayor a la de los activos financieros tradicionales.
El Bitcoin, la criptomoneda más amplia y conocida, ya había estado bajo presión por una serie de tweets del jefe de Tesla, Elon Musk, pero las noticias de China lo hicieron retroceder hasta los USD 31.000 por la mañana, con una caída del 25% en cuestión de horas, para ubicarse otra vez más cerca de los USD 40.000 hacia el final del día, en un verdadero “día de furia”.
Siete claves:
1) Suba excesiva. Muchos analistas advirtieron sobre una “burbuja” de criptomonedas, cuando en poco más de cuatro meses de 2021 el Bitcoin había duplicado su valor, con un récord el 14 de abril en los 64.869 dólares. En una comparación interanual, el Bitcoin había acumulado un alza de más de 800% en un año de pandemia.
Miguel Sweitzer, de Quantia Capital, dijo que “más que decir qué hay que comprar, diría que no hay que comprar: ni Doge, ni Shiba, no hay que comprar todas las monedas de los perritos y los gatitos. Desde un punto de vista del riesgo, hay que tener en cuenta que Bitcoin es hoy el componente más seguro y menos volátil en una cartera cripto”.
“Cada criptomoneda tiene un tope de emisión, es un medio de cambio, sirve para atesorar, genera confianza el hecho de que sea un sistema totalmente descentralizado, no se trata de sacar el dinero del país, sino que el país no entra directamente en mi dinero. Mi miedo es que los bancos centrales quieran regularlo y poner prohibiciones; ha habido hackeos y fraudes en algunas cripto, o que aparezcan muchas cripto, y ahí se me rompe la regla del tope de emisión”, explicó Guillermo Pérez, del Grupo GNP, en el marco de la ExpoEFI 2021.
2) Señal de agotamiento bursátil. La debacle cripto se da junto con una clara toma de ganancias en activos financieros tradicionales. El ascenso de las criptomonedas se dio dentro de una corriente de reflación de activos (fuertes estímulos estatales) que se extendió a escala global, aún cuando la actividad en las economías centrales recién está recuperando los niveles pre-pandemia. Tesla, por ejemplo, la acción más ganadora de 2020, resta un 22% en 2021. Mercado Libre, otro activo financiero que descolló el año pasado, cede 21% en 2021.
3) Expectativa de suba de tasas. La evidente aceleración de la inflación en los EEUU, a un 4,8% anual en abril, podría traer una pronta respuesta desde el lado de un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal. Una eventual apreciación del dólar por este motivo le restaría a las criptomonedas uno de sus principales fundamentos: el de ser reserva de valor frente a la devaluación de las monedas “fiat”, es decir el dinero fiduciario, cuyo valor se respalda en la confianza en el gobierno y la institución que lo emite.
Entre el máximo de 2021 y su piso, el Bitcoin recortó un 50% de su valor en poco más de un mes
4) Débil respaldo institucional. Voces institucionales relevantes cuestionaron en los últimos días al mercado de las monedas virtuales. Hace una semana, uno de los principales promotores de las cripto, el empresario sudafricano Elon Musk, anunció en Twitter que Tesla dejará de aceptar Bitcoin como forma de pago por sus vehículos eléctricos por su supuesto impacto oambiental.
Este martes, China prohibió a las instituciones financieras y empresas de pago digitales brindar servicios relacionados con transacciones de criptomonedas y advirtió a los inversores contra el comercio especulativo de criptomonedas. Y en esta rueda, también afecta a los precios de las monedas virtuales un informe de JP Morgan que señaló que “la imagen del flujo de Bitcoin continúa deteriorándose y apunta a una reducción continua por parte de los inversores institucionales (...) Quizás sea demasiado pronto para caracterizar al Bitcoin como sobrevendido”, mientras que fijó un eventual valor piso de corto plazo en los USD 26.000 para reiniciar un recorrido alcistas.
China advirtió a los inversores contra el comercio especulativo de criptomonedas
5) Inversión sin resultado práctico. La secretaria del Tesoro de los EEUU, Janet Yellen, había advertido en febrero que el Bitcoin sigue sin establecerse como método de pago y es “una manera extremadamente ineficiente de llevar a cabo transacciones”. Este mes, el gobernador del Banco Central de Inglaterra, Andrew Bailey, lanzó una advertencia que alertó a los inversores de criptomonedas: “Cómprenlas solo si están preparados para perder todo su dinero”. Y afirmó: “Enfatizaría lo que he dicho varias veces en los últimos años, me temo que no tienen valor intrínseco”.
6) Comportamiento de mercado no regulado. Aunque es diferente la difusión del Bitcoin en 2021 respecto de lo ocurrido en 2017 -pues hoy esta apuesta es mucho más masiva y ese volumen es un sostén para los precios-, la volatilidad de un mercado no regulado como el de las cripto es mucho mayor a la evolución de otros activos tradicionales. Se producen vertiginosas alzas, pero también tomas de ganancias violentas, muchas veces manipuladas por declaraciones públicas, mensajes en Twitter y por las “ballenas”, es decir, grandes fondos con criptomonedas que concentran las tenencias.
Los críticos de las cripto argumentan que estos activos no tienen valor “real” ni son emitidos por un banco central
Iván Tello, cofundador de Decrypto, explicó que “cuando se habla de la manipulación del mercado o el sesgo por la opinión de personalidades relevantes, ellos no mueven el mercado, sino que son los mismos usuarios que se dejan embeber por lo que estas personas dicen para hacer subir o bajar el mercado. Es claro que cuando aparece una noticia que afecta el precio, después el mercado va a ir ajustando esa diferencia”.
7) Euforia, ajuste y volatilidad. Un antecedente a tomar en cuenta en las correcciones es que siempre el nuevo piso establecido queda un escalón por encima del anterior. Por ejemplo, en el rally de 2017 se inició a mediados de año con un Bitcoin en USD 2.000; saltó a casi USD 20.000 en diciembre de 2017 y tocó un piso en torno a los USD 3.500 a fines de 2018, un 75% por encima del piso previo.
En abril de 2020 el Bitcoin se transaba en torno a USD 7.000; un año después superó los USD 60.000, y en estas horas marcó un piso cercano a USD 30.000, aún más de USD 300% que la anterior zona de piso.
La criptomoneda tocó este miércoles un piso de USD 31.500, la mitad que su precio máximo de USD 64.895 alcanzado el 14 de abril
“Los mercados de criptomonedas están procesando actualmente una cascada de noticias que alimentan el argumento bajista para el desarrollo de los precios”, dijo a Reuters Ulrik Lykke, director ejecutivo del fondo de cobertura de criptomonedas ARK36. ”Noticias como esta pueden generar mucha tracción y agitar fácilmente el ánimo del mercado, pero a menudo resultan de poca importancia a largo plazo”, agregó.
8) La barrera psicológica que no se rompió
Las filas de creyentes en Bitcoin deben haberse achicado después del derrumbe del 19 de mayo. Sin embargo, los inversores de más largo plazo y los cazadores de oportunidades parecen haber encontrado en los USD 30.000 por unidad una barrera que al menos no fue franqueada. Las ventas en pánico del miércoles no deberían repetirse, al menos, si la cotización se mantuviera en el futuro por sobre ese nivel.
El jueves, el ambiente en el mercado era más tranquilo, con los operadores buscando los próximos niveles técnicos y especulando si los precios se han sobrevendido. El Bitcoin ganó un 21% hasta superar los USD 41.000 dólares en las operaciones de la mañana. El Ether sumaba un otro tanto hasta alcanzar los 2.877 dólares.
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