La restricción a la exportación de la carne sorprendió no solo al sector privado sino a varias -y relevantes- oficinas del sector público. La decisión, creen, fue tomada directamente por el presidente Alberto Fernández, ya que no formaba parte del menú de opciones preferentes en la mesa del Ministerio de Economía que dirige Martín Guzmán. Al igual que éste último, desde que se anunció la medida el ministro de Agricultura, Luis Basterra, no apareció públicamente para hablar sobre el tema.
Solo hubo una voz dentro del equipo económico que había advertido explícitamente que lo que podría llegar hacia adelante en la relación con el sector de la carne era un cierre de exportaciones temporal para negociar bajo otras condiciones. Fue la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, una funcionaria que políticamente está más cerca de Axel Kicillof (fue su secretaria de Comercio Exterior cuando el actual gobernador bonaerense fue ministro) que de la conducción del Palacio de Hacienda.
“No nos va a temblar el pulso si hay que cerrar las exportaciones de carnes”, había asegurado Español en una entrevista. Según la funcionaria, “hay que tener en cuenta diversas cuestiones con los precios de los alimentos. No es lo mismo lo que sucede con los alimentos de góndolas con respecto a los frescos. Éstos han subido más el año pasado y este año ha incidido mucho el precio de la carne”.
Entre esa declaración y el anuncio del cierre de exportaciones, Comercio Interior “ganó” poder sobre el mercado cárnico: una disposición del Ministerio de Agricultura involucró a esa secretaría en el proceso de autorización y control de las exportaciones de carne.
Si bien ese registro quedó bajo la órbita de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario y la información de las DJEC se dará por cumplida con la información brindada a la AFIP, la medida oficial señaló que una vez ingresadas las DJEC “quedarán en estado de ‘pendiente’ mientras la Autoridad de Aplicación analiza el contenido de las mismas”. Esa autoridad de aplicación, además, “podrá requerir documentación respaldatoria a los operadores” del mercado a solicitud de Comercio Interior.
Matías Kulfas, incluso, fue crítico de este tipo de medidas cuando fueron tomadas por gobiernos kirchneristas. En su libro Los tres kirchnerismos: una historia de la economía argentina (2003-2015), editado en 2016, el ahora ministro de Desarrollo Productivo cuestionó el cierre de exportaciones anunciada por el gobierno de Néstor Kirchner en 2006, que fue anunciada por 180 días pero que se extendió.
En la página 42, Kulfas hablaba de las limitaciones o errores en la implementación de ciertas medidas como problema más relevante incluso que la naturaleza de las medidas en sí. En ese sentido, habla del cierre de las ventas al exterior de las carnes.
“Las intervenciones en la industria, cuyos objetivos eran evitar la suba de precios, generaron problemas en el sector (estancamiento, cierre de frigoríficos y, peor aún, el precio de la carne siguió aumentando)”, cuestionó. “Esto provoca que muchos sectores se alineen con la idea de que en realidad el Estado no debe intervenir en ningún mercado, porque las distorsiones que producen no solo no resuelven el problema, sino que lo agravan”, continuó.
Por último, postulaba que “el fracaso de una iniciativa concreta y particular muchas veces lleva a impugnar, de una manera general, ciertas políticas públicas de intervención”. Quienes conocen al ministro aseguran que el razonamiento con el que criticó esa medida en ese momento no aplica linealmente a la actualidad porque “es un contexto completamente distinto” y que sigue pensando que “en el mediano y largo plazo” es una medida negativa para aumentar la oferta del sector.
Este miércoles tuvo lugar una reunión con representantes del sector cárnico en el que participaron Kulfas y Español, en la que no estuvo en agenda el cierre de exportaciones. Entre ellos estuvieron Dardo Chiesa (Mesa de la Carne) y Mario Ravettino (consorcio de exportadores ABC).
Según pudo saber Infobae, los matarifes ofrecieron al Gobierno la logística para poder llevar cortes de carne a precios más bajos a las carnicerías. El acuerdo con los frigoríficos exportadores para vender a valores “populares” solo incluye a los supermercados. A cambio, los empresarios pidieron levantar la medida que limita las ventas al exterior.
En lo sucesivo, Kulfas y Español seguirán siendo las caras del Gobierno en la negociación abierta con el sector. Este viernes habría una reunión con el Consejo Agroindustrial, entre los que habrá algunas ausencias como las de Gustavo Idígoras (presidente de la cámara de exportadores) y el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires José Martins. Sí habrá otras presencias como Ravettino, Daniel Urcía (Federación de Industrias Frigoríficas) y Juan Eiras (Cámara de Feedlots).
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