La mejor noticia para el Gobierno fue que las reservas del Banco Central crecieron USD 276 millones a 41.264 millones. Fue el mayor aumento en la gestión de Alberto Fernández ¿El motivo? La fuerte liquidación de dólares de los exportadores, en un mercado mayorista que negoció USD 312 millones y le permitió al Banco Central comprar USD 200 millones. A esto se le agregó el aumento de casi 2% del oro a USD 1.868 por onza troy y la caída del dólar de 0,15% frente a las seis principales monedas del mundo que revalorizaron al euro, la libra esterlina y otras divisas que están entre las reservas locales. Ese conjuro de buenas noticias vino de la mano del optimismo del mercado que respondió con alzas en los bonos de la deuda y una caída del riesgo país de 47 unidades (-3%) a 1517 puntos básicos. A esta caída del riesgo ayudó la baja de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que son la referencia para el cálculo del riesgo país.
En el exterior, los bonos más representativos con ley extranjera, estuvieron compradores desde la mañana. Comenzaron con una suba de 20 centavos promedio y terminaron 80 centavos arriba que representa un alza de entre 2 y 2,5% de acuerdo al título que se trate.
Ya las empresas privadas venían anticipando este verano financiero cuando consiguieron renovar sus deudas a tasas inferiores a 10% anual colocando sus bonos por encima de la par. También estimuló a que Telecom Argentina consiguiera financiamiento subsidiado por USD 30 millones de Finnvera PLC, la institución estatal finlandesa que financia las operaciones de comercio exterior de sus empresas a tasas por debajo del mercado.
Los dólares alternativos tuvieron leves subas en la plaza donde operan las mesas de dinero. El Banco Central casi no intervino en el contado con liquidación, solo hizo algunas ventas en el dólar MEP. En las intervenciones fueron cautos y alcanzaron a USD 4,5 millones en el AL30C, el mismo volumen del viernes. De hecho, en el mercado de los dólares MEP se operaron USD 38,5 millones, un volumen que es 30% mayor al del viernes. El MEP cerró a $ 154,70 con un alza de 53 centavos. En las mesas de dinero, se negoció a 74 centavos más alto a $ 155.
El contado con liquidación con operaciones por USD 65,1 millones aumentó 54 centavos a $ 159,7 y en el mercado donde los operadores negocian el GD30 que no tiene las limitaciones del AL30, cotizó a $ 160,29 casi un peso por encima del viernes.
La mayor demanda de bonos en el contado con liquidación se debió a que hubo compras para hacer el parking de 24 horas porque los fondos del exterior no van a renovar en la licitación de mañana su cartera de bonos, sino que van a cobrar los pesos y los van a transformar en dólares vía contado con liquidación. Por esta razón hubo diferencias y quedaron desarbitrados los GD30 al contado con los de 48 horas. Son señales, de fuga de los fondos extranjeros porque en la licitación de mañana vence un bono indexado del cual tienen fuertes tenencias que las van a convertir en dólares y no van a aceptar canjearlos por nuevos bonos.
En el mercado libre, el “blue” quedó sin cambios en $ 53, mientras en la plaza mayorista sorprendió una aceleración de la devaluación que hizo subir al dólar 14 centavos que representan 5 días de la devaluación habitual.
La Bolsa tuvo un considerable monto de negocios por $ 1.402 millones y acompañaron la resurrección de los bonos que, al igual que las acciones están en precios de liquidación medidos en dólares. El “driver”, la motivación que mueve a los inversores es que esos papeles a largo plazo van a tener subas de tres dígitos en dólares. La apuesta es al resultado de las elecciones que es el evento que puede cambiar esta historia.
Por eso el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 2.27% de la mano de Cresud (+11,07%), YPF (+5,50%) y Loma Negra (+5,17%). Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- redujeron sus negocios por el desmejoramiento de las acciones del exterior. Por eso se operaron $ 1.744 millones.
Si bien en la Argentina se vivió un clima de resurrección, en el mundo no hubo el mismo humor. Las Bolsas de Nueva York bajaron y los inversores buscaron refugio en el oro y activos más seguros porque le temen a la inflación. Además, el derrumbe de las criptomonedas, que continuaba después del cierre de los mercados, lesionó a varios fondos de inversión que las tenían entre sus activos.
De todas maneras, los ADR’s argentinos tuvieron un mejor comportamiento que las acciones que cotizan en Wall Street y el Nasdaq donde las bajas rondaron 0,20%. Los certificados de mejor comportamiento fueron Cresud (+10,45%), favorecido por el crecimiento de los precios de la soja, el trigo y el maíz, Loma Negra (+6,29%) e YPF (+4,92%) que está impulsadas por el alza del petróleo y que puede provocar nuevos aumentos de los combustibles si sigue ascendiendo a este ritmo.
Para hoy se jugará en el mercado con la vista puesta en la licitación de bonos de mañana. Es la primera de una serie de grandes vencimientos. Pero el mercado atrás del movimiento le está mandando un mensaje al Gobierno: cree más en la gestión de Martín Guzmán que en la política económica del Instituto Patria. Hay que ver si el mensaje es captado. No hay que confundir el mejor humor de los inversores con una mejora en la economía que sigue sin encontrar respuestas al déficit fiscal y a la suba descontrolada de precios. Alquileres y alimentos están haciendo caer los salarios en particular en la clase media.
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