El debate que se produce en estas horas acerca de la posibilidad de un mayor cierre de la economía ante el crecimiento de contagios por el coronavirus y la decisión de restringir por 30 días las exportaciones de carne, ante el salto inflacionario de los últimos meses, incentivó la dolarización por fuera del cepo, con un alza de precios para las cotizaciones alternativas.
El dólar libre ganó tres pesos, para ofrecerse a $156 para la venta en el reducido mercado paralelo. En los que va mayo, el dólar “blue” sube seis pesos o 4%, después de haber aumentado un 6,4% en abril.
En la Bolsa, la cotización del “contado con liquidación” terminó a $160,10, es decir por encima de los $160 por primera vez desde el 22 de octubre del año pasado, unos siete meses atrás. Durante la rueda llegó a operarse a 161 pesos. El dólar MEP concluyó a 155,13 pesos.
En la plaza interbancaria otra vez el Banco Central se volvió a quedar con la mitad de la oferta: el monto operado en el segmento de contado (spot) alcanzó los USD 264,9 millones, mientras que fuentes privadas estimaron que las compras oficiales totalizaron unos USD 130 millones en el día.
En el mercado mayorista, el billete ascendió escasos tres centavos, a $94,16, con una brecha cambiaria del 65,6% respecto del dólar libre. En 2021, el tipo de cambio oficial asciende un 11,9%, frente a una inflación acumulada por encima del 18 por ciento.
El dólar libre todavía se pacta a unos 10 pesos o 6% por debajo de los valores de cierre de 2020
Justamente, en el marco del ascenso de la inflación (a un 46,3% anual en abril), el Gobierno comunicó anoche el cese de la exportación de carne, una mala noticia para el ingreso de divisas a la economía, que a la vez va en camino contrario a promover la incipiente recuperación que está exhibiendo la actividad.
“La economía argentina necesita, más que nada, dólares. Los dólares se consiguen exportando, vía deuda o con la entrada de inversiones productivas. Las restricciones a las exportaciones de carne van en contra de estos tres objetivos, a corto y mediano plazo. Un error”, comentó Matías Rajnerman, economista de Ecolatina.
Desde el mes de diciembre de 2020, el Banco Central exhibió un saldo positivo de casi USD 6.000 millones por sus intervenciones cambiarias. En el año el resultado favorable es cercano a los USD 5.300 millones y en este segundo trimestre supera los USD 3.000 millones.
Las reservas internacionales registraron el lunes el mayor incremento diario de la administración de Alberto Fernández: se ubicaron USD 41.264 millones, con un aumento de USD 276 millones respecto al viernes último.
“A nivel cambiario, con la ‘super soja’ el BCRA sigue aprovechando para acumular divisas y en simultáneo continuar pisando la dinámica del dólar mayorista, que viene corriendo cada vez más por debajo de la inflación”, puntualizó el economista Gustavo Ber.
“Este amigable contexto -junto a las intervenciones y la expectativa de un mayor ‘poder de fuego’- es el que ha frenado de inmediato el amague de repunte de los dólares financieros, aún cuando se reconocen los riesgos de menor oferta en próximos meses y la habitual mayor dolarización preelectoral”, agregó el titular del Estudio Ber.
Fuente: Amílcar Collante (CeSur) (Twitter: @AmilcarCollante )
El Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario a través de sus pasivos remunerados: Pases pasivos y Letras de Liquidez (Leliq) que generan intereses a pagar por más de un billón de pesos al año.
En ese sentido, el monto total de los títulos de deuda que el BCRA les coloca a los bancos creció 106,3% en los últimos doce meses, a un récord de $3,61 billones el pasado 14 de mayo, equivalentes a unos USD 38.413 millones al tipo de cambio oficial, o 93% de las reservas internacionales.
“Con la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario”, indicó Martín Calveira, economista e investigador del IAE Business School de la Universidad Austral.
“El objetivo de converger hacia un menor desequilibrio fiscal en aras de minimizar la asistencia monetaria aún no parece definido en el marco de la urgencia socioeconómica actual y la intensidad del déficit fiscal primario. La estabilización en el mercado cambiario dependerá también del sostenimiento de la estrategia monetaria, pues la reversión hacia la expansión puede generar nuevas tensiones cambiarias”, advirtió Calveira.
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