El Club de París con el que Argentina renegoció en 2014 una deuda de casi USD 10.000 millones durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner –con Axel Kicillof como ministro de Economía–, es un una entidad integrada por acreedores oficiales y países deudores.
Está conformado por un conjunto de 19 países coordinados por Francia y en el que se destacan Alemania, Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Suecia y Finlandia. Su función es establecer formas de pago y renegociación de deudas externas de los países e instituciones de préstamo.
Si bien se trata de un foro sin carácter institucional, este grupo de países desarrollados presta dinero a los países con problemas financieros, aunque no es un banco ni tampoco está considerado un organismo de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
El 30 de mayo vencen pagos por USD 2.419 millones entre capital e intereses de la deuda con el Club de París, aunque aún queda un margen estrecho de 20 días de negociación, motivo del viaje de Alberto Fernández a Europa esta semana. Luego del vencimiento corren 60 días de período de gracia que, de incumplirse, significaría un nuevo default soberano el 1 de julio próximo.
El acuerdo firmado por Kicillof y los países acreedores de la Argentina implicó la devolución de USD 9.690 millones en un plazo de cinco años, hasta mayo de 2019. De total, cerca de USD 5.000 millones fue el capital adeudado mientras que el resto (unos USD 4.700 millones) estuvo integrado por intereses de esos pasivos y por punitorios acumulados a lo largo de los años.
En ese 2014 en que se firmó el acuerdo realizó un primer pago de USD 640 millones. Al año siguiente fue de USD 682 millones. Ya bajo el mandato macrista, el Tesoro giró USD 1.680 millones en 2016, USD 1.380 millones en 2017, USD 1.891 millones en 2018 y USD 1.868 millones en 2019. Ese fue el último pago hecho por el Estado.
Ya el año pasado, en contexto de pandemia, el Tesoro acordó una postergación de los pagos al Club. Se descarta, por otro lado, que una buena sintonía entre el FMI y la Argentina también permitiría reprogramar o refinanciar el pago de este año también. Sin embargo, hasta ahora no hay nada anunciado y la obligación de pago sigue en pie.
Además, según datos de la Secretaría de Finanzas, este año la Argentina tiene que pagar USD 5.072 millones al FMI si se toman en cuenta juntos tantos los vencimientos de capital como los de intereses. De esos, USD 305 millones ya se cancelaron en febrero, y otro monto similar el pasado 6 de mayo. El próximo vencimiento es en agosto, cuando corresponde abonar otros USD 396 millones.
Son los tres pagos de intereses este año, pues queda pendiente con el organismo la renegociación del vencimiento de capital e intereses por los USD 44.000 millones otorgados en el marco del stand by desembolsado entre 2018 y 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri.
Argentina recibió alrededor de USD 44 mil millones del FMI y deberá devolverle casi USD 53 mil millones hasta 2024
Las grandes erogaciones llegan con los pagos de capital, que vencen en septiembre y diciembre. En ambos casos son USD 1.868 millones que hay que pagar de una sola vez si es que el ministro de Economía, Martín Guzmán, no consigue un acuerdo que refinancie esos vencimientos antes de esas fechas.
Por otra parte, se espera que en septiembre la decisión del excepcional del directorio del FMI por la pandemia, la de la ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del Fondo, que tiene cada miembro. La Argentina recibiría el equivalente a unos USD 4.350 millones por esa decisión.
El FMI no acepta quitas en sus préstamos, por lo que el Gobierno buscaría un nuevo acuerdo de “facilidades extendidas” para, principalmente, alargar los vencimientos que tiene con el organismo.
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