El rally alcista del precio internacional de la soja parece no tener techo por estos días en el mercado de Chicago, y tras poco menos de 9 años, logró quebrar nuevamente la barrera de los USDS 600 la tonelada en dicha plaza. Esta suba exponencial en su valor no solamente supone un ingreso extra de divisas por parte del complejo sojero para la Argentina, sino que también posiciona a la oleaginosa cada vez más cerca de alcanzar su récord histórico, cuando en septiembre de 2012 cotizó a USD 659 la tonelada.
Así, el contrato de mayo, próximo a su vencimiento, subió hoy USD 6,43 y cotizó a USD 601,49 la tonelada, mientras que la posición julio 2021 aumentó su valor USD 10,47 y la tonelada cotizó a USD 593,33. En lo que respecta a la Bolsa de Comercio de Rosario, la oferta abierta para fijaciones llegó a los 366 dólares la tonelada, con la mejor propuesta en pesos ubicándose en $ 34.315 la tonelada. Por soja con entrega en el mes de junio se ofrecieron USD 366 la tonelada y para el mes de julio USD 370 la tonelada.
Los incrementos de precios se registraron por la expectativa del mercado ante el informe mensual que mañana publicará el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sobre oferta y demanda, donde se darán a conocer las primeras estimaciones del organismo para la campaña 2021/2022.
De acuerdo a lo informado por la Bolsa de Comercio de Rosario, las proyecciones de los operadores acerca de los números que informará el USDA prevén una situación de stocks ajustados hasta fines del 2022, lo cual apuntala a los precios.
Las razones que empujaron los precios desde mediados de 2020 hasta la fecha, proceso que se vio acelerado a partir de este año, radican en la fuerte demanda china en un contexto de disminuidos stocks norteamericanos, que le ponen un coto al suministro a nivel mundial y activa las compras de los fondos especulativos
Si se toma en cuenta que la primera cotización del año de la posición mayo fue de USD 483,72, la oleaginosa da cuenta de un salto de USD 117,47 por tonelada, mientras que al hacer la comparación con el valor que se registraba a esta misma altura el año pasado, el salto se vuelve exponencial al pasar de USD 313 al actual precio, lo que da cuenta de un incremento superior al 90% en su valor con una diferencia de USD 288,19 por tonelada.
Por supuesto que esto repercutirá en el ingreso de divisas, ya que el complejo oleaginoso es el principal sector exportador de Argentina. Según los últimos cálculos realizados por la Bolsa de Rosario, los despachos de dicho complejo podrían alcanzar los USD 21.865 millones, USD 7.565 millones más que en 2020. Si se toma en cuenta a los demás granos y sus subproductos, los cuales también han tenido marcados aumentos, en especial el maíz, el sector exportaría USD 33.613 millones, casi USD 10.000 millones más que el año pasado.
Las razones que empujaron los precios desde mediados de 2020 hasta la fecha, proceso que se vio acelerado a partir de este año, radican en la fuerte demanda china en un contexto de disminuidos stocks norteamericanos, que le ponen un coto al suministro a nivel mundial y activa las compras de los fondos especulativos. Asimismo, problemas climáticos tanto en el norte, como en Sudamérica suman presión.
Repercusiones
Según comentó a Infobae el analista de mercados de la corredora de granos Fyo, Nicolás Sesnich, “hoy es la demanda la que domina al mercado, principalmente de China para alimentar su stock de cerdos en recomposición luego de la gripe porcina africana que lo disminuyó a la mitad, y la escasez consecuente la que impulsa los precios”.
“Esto hizo que veamos una relación stock/consumo en Estados Unidos para la campaña actual en su valor mínimo registrado por debajo del 2,6%, es decir dejando sólo 10 días de soja restante en Norteamérica cuando llegue la nueva cosecha a este nivel de demanda. Si bien la campaña 2020/2021 no es la mejor en producción de los Estados Unidos y Argentina, lejos está de ser de las peores”, agregó Sesnich.
Por otro lado, sostuvo que “no solamente son los fundamentos de oferta y demanda sobre la oleaginosa los que favorecen el rompimiento de la barrera de los USD 600, factores financieros como los estímulos del gobierno estadounidense sobre su economía debido al Covid-19 debilitan al dólar haciendo que en relación con el mismo la soja tenga que aumentar su valor nominal”.
Para el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora Grassi SA, Ariel Tejera, “los granos están transitando con mucha firmeza, en un contexto dominado por demanda muy activa por parte de compradores tradicionales y Estados Unidos cerrando el ciclo actual con bajas existencias”.
“Sobre esto se ha sumado incertidumbre por el lado de la oferta. Primero fueron bajas temperaturas en el país norteamericano en momentos de siembra y luego se sumaron focos de sequía en Brasil, que podrían comprometer la producción de maíz de segunda en el país vecino. Claramente, la producción no tiene margen para fallar”, destacó Tejera.
Por su parte, el analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Guido D’Angelo, sostuvo que durante la jornada “se rompió la barrera psicológica de los USD 600” y suma como un importante driver de la suba de hoy “la factible huelga que se está pensando en el puerto brasileño de Santos por parte de sus trabajadores. Brasil es el principal exportador de soja del mundo y, en ese marco, cualquier cosa que suceda en ese país impacta en el mercado. Eso es muy corto plazo y depende de qué suceda”.
Informe del USDA y qué puede pasar en los mercados
Los analistas consultados por Infobae también coincidieron que para poder dilucidar con mayor precisión qué puede suceder en el mediano y largo plazo en el mercado, es esencial, en primer lugar, qué publicará mañana el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su informe mensual sobre oferta y demanda mundial de granos (WASDE) y cómo se desarrollará la campaña sojera en ese país.
“Este informe es muy importante por el impacto que tiene en Chicago. Estados Unidos está en stocks mínimos y lo elemental es que hoy hay un ritmo de siembra histórico por la falta de lluvias. A priori, el rápido avance es positivo, pero hay un problema del rinde productivo que se relaciona con la falta de precipitaciones. Entonces, en un marco de stocks recortados y con una demanda muy robusta, el rendimiento de la soja estadounidense es uno de los factores que más va a pesar en los próximos meses”, remarcó D’Angelo.
En este sentido, Tejera coincidió: “Mañana es un día clave para los mercados. En esta edición del reporte del USDA, aportará las primeras proyecciones para el ciclo 2021/22. Según las previsiones de analistas privados, se espera que las hojas de balances de soja y maíz continúen muy ajustadas en el nuevo ciclo”.
Por su parte, Sesnich consideró que existen fundamentos para que el mercado continúe a la suba y que, si bien el récord de precios de la oleaginosa se ubicó en USD 650 en 2012, “hoy en USD 600 tenemos fundamentos para lograrlo, siempre y cuando no aparezca algún evento que no prevea el mercado, como un rebrote de gripe porcina en China o revaluación del dólar en Estados Unidos que nos quite la visión alcista de un momento a otro”.
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