El precio internacional de la soja operó una vez más en el mercado de Chicago en los valores más altos de los últimos 8 años y la cotización de la tonelada se acerca a los 600 dólares.
En la primera rueda de la semana, la oleaginosa registró leves ganancias en su posición más cercana, en tanto hubo caídas en las demás con vencimientos más largos. De acuerdo a lo informado por la Bolsa de Comercio de Rosario, las tomas de ganancias por parte de los fondos de inversión habrían presionado a los precios. Y por otro lado, en el informe que publicará este miércoles, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, presentará su primera estimación para la campaña 2021/22, de la cual se espera que se sostenga un ajustado nivel de stocks finales, lo cual da soporte al mercado.
Además, durante la rueda de Chicago los contratos con vencimiento en el presente mes, alcanzaron un valor máximo de USD 597,82 la tonelada y cerraron la rueda de negocios a USD 596,17 la tonelada. Por su parte, los precios de los contratos con entrega en julio llegaron a cotizar en torno a los USD 585,55 la tonelada y su precio de cierre fue de USD 583,32 la tonelada.
En el terreno de los cereales, los futuros de trigo presentaron caídas en sus precios por ventas técnicas y el cierre de posiciones por parte de los fondos. También hubo un impacto de las lluvias que son favorables el desarrollo del cultivo en las planicies de Estados Unidos y en algunas regiones de Europa también habría impulsado estas caídas. En Chicago la posición mayo del cereal cotizó a USD 272,83 la tonelada y la de julio a USD 268,42 la tonelada.
Por último, el maíz operó con bajas frente a la toma de ganancias por parte de los fondos de inversión, luego de siete días consecutivos de ganancias. También las lluvias de fin de semana en áreas claves del cultivo en el medio oeste de Estados Unidos, serían beneficiosas para el desarrollo de cultivos sembrados recientemente. La posición mayo cerró a USD 294,48 la tonelada.
La Bajante del Paraná y su impacto en las exportaciones
Hay alerta en el sector exportador agroindustrial de la Argentina, por el impacto que genera una nueva bajante del Río Paraná, en momentos de un movimiento diario de miles de camiones que llegan a los puertos del Gran Rosario transportando soja y maíz, en pleno desarrollo de la cosecha gruesa. La problemática abre un interrogante para el destino que en definitiva se le daría a un volumen de granos, que no puede ser embarcado en Rosario.
Como consecuencia de la ausencia de precipitaciones río arriba, en la actualidad el calado efectivo en el río es de apenas 31 pies. Un problema que derivó en que los buques que se llenan en los puertos de Rosario, presenten una pérdida de capacidad de carga de entre 4.500 y 5.500 toneladas por cada embarcación que se despacha. Esto representa un 10% menos de capacidad de carga en cada buque, necesario para posibilitar el tránsito por el lecho del río para salir al mar.
Un reciente informe elaborado por economistas de la BCR, recordó que las estimaciones del ministerio de Agricultura, para el presente mes se debería cumplir con la carga en las bodegas de los buques de un mínimo de 7,2 millones de toneladas de trigo, maíz, poroto y harina de soja. Sin embargo, por la bajante del Paraná, dicho volumen se debería reducir en casi 730.000 toneladas. Este tonelaje debería quedar en puerto o bien ser despachado desde los puertos del sur bonaerense, como Bahía Blanca o Necochea-Quequén para cumplir allí con el rellenado del buque en cuestión.
Los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron, ante el impacto de a bajante del río Paraná, que hay un interrogante para el destino que en definitiva se le daría a un volumen de granos, que no puede ser embarcado en Rosario, por un valor de casi 270 millones millones de dólares.
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