Los efectos negativos de la crisis sanitaria sobre las economías de las empresas y empleadores como las pequeñas unidades familiares y administradores de consorcios de edificios con más de un encargado registrado en el Sistema Integrado Previsional Argentino se mantienen, sin dar señales de reversión, pese a que los índices generales de actividad muestran que algunos sectores lograron acumular varios meses de mejora, tras la depresión del segundo trimestre de 2020, cuando las medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio se cumplieron casi estrictamente, ante un escenario que nadie había anticipado y cuya extensión aún se desconoce, al menos en la Argentina.
Aunque con singular atraso respecto de lo que era habitual, las estadísticas de empleadores registrados en el SIPA y que procesa la AFIP, correspondiente al primer mes de 2021 dieron cuenta del menor nivel de empresas que ingresaron sus aportes y contribuciones sobre la nómina salarial para ese mes en 13 años, fueron 519.425, e incluso se redujo en poco más de 1.000 en comparación con el punto mínimo anotado en mayo del 2020, cuando el organismo recaudador y la Anses dispusieron de un período de gracia y baja de alícuotas para cumplir con las obligaciones previsionales.
El empleo asalariado registrado en la Anses en enero fue el más bajo para ese mes de los últimos 9 años
En el caso del empleo, por el contrario, las facilidades de pago y la modesta recuperación de algunas actividades posibilitaron regularizar la situación de unos 110.000 trabajadores en relación de dependencia registrados, respecto del mínimo de mayo anterior, pero se ubicaron en el peor registro para enero en 9 años, con poco más de 7,7 millones, entre ocupados asalariados en el sector público y privado.
Claramente, las ramas más afectadas por las restricciones a la movilidad social y al desarrollo de actividades concentradoras de gente, como la gastronomía 11% y las recreativas y artísticas 9,3%, y también del comercio 4,2% y del transporte 8,7% en general, fueron los empleadores que se clasifican en el segmento los servicios. Representó poco más de 9 bajas en la cantidad de empresas que pudieron cumplir con los aportes y contribuciones a la Anses sobre la nómina salarial.
Por el contrario, en la denominada economía real, como la industria, el agro y la explotación minera y de canteras, la disminución de las empresas aportantes al SIPA fue notablemente más acotada, entre 1% y 3%, porque también ha sido históricamente la menos expansiva.
Mientras que por cantidad de empleados declarados a la Anses con aportes en al menos 1 de los 3 meses previos a los datos que procesa la AFIP, las caídas más significativas se concentraron en la franja de 1 a 5 asalariados, las cuales representan poco más de la mitad del total, e incluye no sólo a pequeños emprendimientos familiares, sea del comercio, como de la construcción, y en menor medida en la industria manufacturera, sino también a administradores de consorcios por los encargados de edificios anotados en el sistema previsional.
El mito de las pyme empleadoras
Si bien la cantidad de empresas con hasta 25 asalariados registrados representa más del 93% del total de los empleadores que presentan todos los meses sus declaraciones juradas del personal bajo relación de dependencia, su participación como generadoras de puestos formales se reduce a menos de la cuarta parte, un proporción que no cambió significativamente desde el inicio de la crisis sanitaria: apenas se redujo en medio puntos porcentual, pasó de 24,8% a 24,4%, con 1,9 millones de trabajadores.
Las empresas con hasta 25 asalariados registrados representa más del 93% del total de los empleadores, pero contribuyen con menos del 25% del total de puestos en relación de dependencia formalizados
Sin embargo, la franja de la pequeña y microempresas, por cantidad de personal a cargo, fue la que en términos relativos mayor acusó el efecto económico de la crisis sanitaria, con una reducción de la nómina de 4,1%, casi el doble que el total general.
En términos relativos, siempre en la franja formal y asalariada de la economía, los trabajadores más afectados por dejar de aportar al sistema previsional en comparación con enero 2020 fueron los dedicados al alojamiento y servicios de comida 14,3%; la construcción 12,8%; y los servicios artísticos, culturales y deportivos 10,8%; y en menor medida los abocados a los servicios inmobiliarios 8,2%; la explotación de minas y canteras 7,7%; y los servicios profesionales y técnicos 6,9 por ciento.
Otro trimestre con pobres indicadores de empleo formal
Y las expectativas de las empresas del ámbito privado con más de 10 asalariados detectadas por la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, como las previsiones para el segundo trimestre que consultó el Indec entre las empresas de la industria y la construcción, anticipan que el escenario laboral no cambiará significativamente.
De ahí que el Gobierno nacional decidiera sobre el cierre de la semana ampliar las medidas de asistencia monetaria a las familias con mínimos o ahora incluso nulos ingresos a través del trabajo, formal e informal.
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