Los empresarios redujeron drásticamente las expectativas de aumento del empleo

Los datos a febrero la Encuesta de Indicadores Laborales de Trabajo habían arrojado un salto a 2,4% de los casos, el más alto en 33 meses, para el trimestre siguiente, ahora se debilitó a 0,5%. Las principales causas

Guardar
La industria y la construcción los que impulsaron la recuperación parcial del empleo asalariado respecto de la nómina declarada a la AFIP en febrero (Reuters)
La industria y la construcción los que impulsaron la recuperación parcial del empleo asalariado respecto de la nómina declarada a la AFIP en febrero (Reuters)

En marzo de 2021, el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas del total de los aglomerados relevados, aumentó 0,3% con relación al mes anterior; y atenuó la caída respecto de igual mes del año previo a 1%, unos 42.000 puestos.

“A diferencia de lo que venía ocurriendo en los meses previos, tanto en el conjunto de los aglomerados del interior del país como en el Gran Buenos Aires (GBA) se observó un comportamiento expansivo de similar magnitud. En el caso de los aglomerados del interior, el crecimiento sostenido durante los últimos meses, permitió alcanzar prácticamente el mismo nivel de empleo previo a la irrupción de la pandemia (febrero de 2020)”, informó el Ministerio de Trabajo.

En ambos centros urbanos, fueron los sectores de la industria y la construcción los que impulsaron la recuperación parcial del empleo asalariado respecto de la nómina declarada a la AFIP en febrero, y se sumó la reincorporación de trabajadores en las áreas de los servicios sociales, principalmente por las empresas de actividades de enseñanza, con la vuelta de la actividad presencial, pero que volvió a ser parcialmente interrumpida.

Las expectativas netas de las empresas con relación a la contratación de personal para los próximos tres meses resultaron positivas en 0,5% de los casos, aunque se ubicaron en un nivel notablemente más bajo que el mes previo cuando había subido a 2,4%, el nivel más alto en 33 meses, cuando se quebró por el ingreso de la economía en una nueva faz recesiva.

Este indicador resulta de la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirla: del 7,1% de las empresas que declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses 3,8 puntos porcentuales espera aumentar la dotación y 3,3 pp estima que la reducirá.

Del 7,1% de las empresas que declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses 3,8 puntos porcentuales espera aumentar la dotación y 3,3 pp estima que la reducirá

Se trata de una porción muy pequeña del total de empleadores privados que proyectaba una tímida mejora de la dotación, en marzo fue inferior a 1 por cada 300 ocupados en febrero, claramente influido por la decisión presidencial de volver a restringir actividades intensivas en mano de obra, como los servicios de esparcimiento, desde gastronomía y actividades artísticas, en todo el horario nocturno, desde las 19 horas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, (AMBA), como deportivas, y limitar la construcción y la movilidad social, en particular de escolares, desde mediados de abril, momento en que el Ministerio de Trabajo hizo la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).

De ahí que resultó efímero el salto de 2,4 puntos porcentuales observado en febrero, y la brusca desaceleración detectada ahora se proyecta que ingrese en a terreno negativo en el próximo mes, y no se revierta hasta que no se perciban señales concretas de haber logrado un punto de inflexión en la ola de contagios de covid-19, probablemente hacia fines del invierno.

“Un hecho destacado es que, como resultado del incremento de la ocupación asalariada formal en los últimos 8 meses en la construcción, en marzo de 2021, el nivel de empleo registrado sectorial superó el de marzo de 2020”, resalta la cartera laboral que conduce Claudio Moroni, aunque se mantiene en más de 100.000 puestos por debajo del pico de marzo de 2019, y 120.000 menor al récord anotado en noviembre de 2017, según la serie del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) como consecuencia de que el total de firmas en actividad mantiene una disminución en ese período de 12,4%, casi 3.000 menos.

Alta proporción de suspensiones

“La suspensión de personal con percepción de una asignación no contributiva ha sido uno de los instrumentos utilizados por las empresas para sostener el nivel de empleo asalariado registrado, en un contexto de paralización de parte de la estructura productiva y comercial”, destaca el informe de la cartera laboral.

A un año de ingreso en un inédito cuadro de crisis sanitaria, y pese a la recuperación parcial de diversas actividades, el empleo formal muestra una alta resistencia a volver a los valores previos a la llegada del covid-9 por la concurrencia de diversos factores entre los que sobresalen:

1) Los errores de cálculo del Gobierno sobre la llegada de vacunas y proceso de cobertura de la población, tanto la riesgo y personal esencial, como la amplia franja de trabajadores, cuya oferta se concentra en el rango de 30 a 64 años; porque llevó a limitar la movilidad social desde la segunda quincena de abril, y restringió la actividad de la construcción fuente multiplicadora de empleos;

2) El deterioro del poder de compra de los ingresos, asalariados y no asalariados, por la aceleración de la inflación, porque debilitó las expectativas de recuperación de consumos postergados, y con ello afectó a los planes de producción de las empresas;

La suspensión de personal con percepción de una asignación no contributiva ha sido uno de los instrumentos utilizados por las empresas para sostener el nivel de empleo

3) La agudización de los controles sobre las importaciones, aún de insumos necesarios para bienes de posterior exportación o directamente vinculados con los sectores generadores de divisas, como es el caso de los neumáticos especiales para sembradoras y cosechadoras del agro pampeano; y

4) La incertidumbre política que dispararon marchas y contramarchas en decisiones de política económica y sanitaria, entre otras que se manifestaron una brutal caída del índice de confianza de los consumidores.

El informe de Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de Trabajo revela que si bien “el porcentaje de empleos suspendidos pasó del 8,8% en mayo de 2020 a 1,8% entre enero y marzo últimos, lo que representa una caída de 7 puntos porcentuales, la incidencia en el empleo registrado privado sigue siendo elevada con relación a la serie histórica”.

“Si bien el porcentaje de empleos suspendidos pasó del 8,8% en mayo de 2020 a 1,8% entre enero y marzo últimos, la incidencia en el empleo registrado privado sigue siendo elevada con relación a la serie histórica” (Trabajo)

Y agrega la EIL: “Desde la perspectiva de las empresas, en marzo de 2021 al igual que los dos meses previos, alrededor del 10% aplicaron suspensiones, duplicando también los valores históricos”.

Al cierre del primer trimestre, y antes de que el Gobierno volviera a tomar medidas restrictivas en el aglomerado urbano con mayor concentración demográfica del país, como es el AMBA, el empleo asalariado en el sector privado registrado mantenía una caída de 1% respecto de un año, aunque con notable heterogeneidad:

Bajas de más de 1%: Gran Buenos Aires 1,6%; Gran Mendoza 3,1%; y Gran Jujuy 3,8 por ciento;

Estancamiento: Gran Tucumán 0,1%; Gran Mar del Plata -0,2%; Gran Paraná 0,5 por ciento;

Subas moderadas: Gran La Plata 0,7%; Gran Santa Fe 1%; Gran Rosario 1,3%; Gran Bahía Blanca 1,7%; y Gran Córdoba 2,1 por ciento;

Aumento dinámico: Sólo Gran Resistencia 4,2 por ciento.

La Encuesta de Indicadores Laborales es una encuesta que releva mensualmente y de forma permanente desde 1996 a 2.961 empresas privadas formales a partir de diez trabajadores en doce centros urbanos con una dotación actual de 267.984 personas asalariadas, representativa de un conjunto en esa área de 63.263 establecimientos con 3,22 millones de trabajadores en relación de dependencia.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar