En medio de un escenario de elevada incertidumbre por los efectos del coronavirus y la situación política y económica de la Argentina, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó hoy el lanzamiento de la Campaña Fina 2021/2022, en el marco del Congreso “A Todo Trigo”, que de manera virtual organiza la Federación de Acopiadores hasta el jueves.
El nuevo ciclo de cultivos de invierno, que está por comenzar y cuya cosecha se realizará a partir de noviembre próximo, aportaría entre entre trigo y cebada una producción total de 23,6 millones de toneladas e ingresos de divisas por exportaciones que superarían los 3.700 millones de dólares. La siembra de ambos cultivos crecería un 3,4% y la producción un 11,8%, todo en relación al ciclo anterior.
Los especialistas destacaron que las condiciones climáticas serán mejores a las de la campaña pasada, que tuvo un un fuerte impacto de la ausencia de precipitaciones desde la siembra y hasta la cosecha, donde la zona más afectada fue el centro y norte del área agrícola nacional. Actualmente hay una muy buena humedad disponible en gran parte de la región agrícola, gracias a las lluvias que se registraron en las últimas semanas.
Además, existe un contexto favorable por el aumento de los precios internacionales, donde los valores del trigo aumentaron un 45% entre marzo del año pasado y el mismo mes del presente año, a pesar que ha perdido competitividad en relación a los valores de otros cultivos, como la cebada, cuyos precios crecieron un 50% entre la pre campaña pasada y la actual, ante una mayor demanda por parte de China. Todo esto también provocará una mejora en los márgenes para los productores.
“A partir de un escenario más tentador para la cebada, tendremos una puja por superficie, especialmente en provincia de Buenos Aires donde se concentra la mayor parte del área sembrada con cebada en la Argentina. Habrá una nueva redistribución del área de trigo y cebada. El primero de los cultivos tendrá un impulso en el centro y norte del área agrícola, con potenciales de rendimientos de cosecha menores que los que se pueden alcanzar en Buenos Aires, que es donde gana terreno la cebada”, dijo Esteban Copati, Jefe de Estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Y agregó: “Es importante comentar que hay muchos productores que necesitan hacer pie en esta campaña fina para poder arribar a la próxima campaña gruesa. Hay sectores del centro y norte del área agrícola que el año pasado tuvieron muy malos resultados en la cosecha fina y ahora está atravesando un contexto de mucha heterogeneidad en los rendimientos de gruesa que están cosechando”.
Proyecciones
Según las proyecciones de la Bolsa porteña, la siembra de trigo alcanzaría las 6.500.000 hectáreas, ubicándose en los mismos niveles del ciclo pasado, sería la tercera mayor superficie sembrada en los últimos 22 años y derivaría en una cosecha total de 19 millones de toneladas, registrando un aumento de 2 millones de toneladas con respecto a la campaña 2020/2021 y se alcanzaría los niveles del ciclo 2018/2019.
De ese total proyectado de producción total, la exportación se ubicaría en los 12 millones de toneladas, con Brasil como principal comprador y con mayores importaciones por parte del sudeste asiático, y la industria molinera local demandará unas 6,3 millones de toneladas.
Por otro lado, se estima una siembra de cebada de 1.150.000 hectáreas, que en caso de concretarse la misma registraría un aumento del 28% en relación a la campaña anterior, y con una producción que llegaría a los 4,6 millones de toneladas, son 500 mil toneladas de incremento en comparación con el último ciclo.
En total, los cultivos de invierno aportarían una siembran récord de 7.650.000 hectáreas y una cosecha de 23.600.000 toneladas. De concretarse estas estimaciones, el Producto Bruto de ambas cadenas sería de 4.570 millones de dólares, con ingresos de divisas por las exportaciones de ambos cultivos por 3.790 millones de dólares y la recaudación fiscal llegaría a los 1.250 millones de dólares.
Es decir, si las condiciones climáticas acompañan la campaña de cultivos de invierno registrará un nuevo récord de siembra, cosecha y exportaciones, de la mano de una inversión por parte de los productores de 1.910 millones de dólares, especialmente a través del mayor uso de tecnología.
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