La estabilidad del Gabinete económico del Gobierno quedó en duda cuando la semana pasada se dirimió a plena luz del día una dura interna entre facciones dentro de la coalición oficialista que enfrentó al ministro de Economía, Martín Guzmán, con el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. Un pedido de renuncia al funcionario de menor jerarquía quedó en la nada luego de que el ala política kirchnerista defendiera al subsecretario, que encarna el deseo de ese sector de mantener al mínimo los ajustes de tarifas. La pulseada política pasó así a primer plano mientras que el costo que pagan los usuarios del servicio eléctrico no para de bajar.
Los precios de la electricidad, y por lo tanto el precio promedio de una factura, se mantienen sin cambios desde marzo de 2019, cuando se aplicó la última suba durante el gobierno de Mauricio Macri. Desde entonces, el valor nominal se mantiene sin cambios, pero en el medio pasaron más de dos años con la inflación más alta desde principios de la década del 90. Por efecto de la inflación, por lo tanto, las tarifas hogareñas de energía eléctrica están hoy en los niveles más bajos desde enero de 2017, hace algo más de 4 años.
Para verlo, una métrica elaborada por el Estudio EcoGo compara el precio nominal de la tarifa entendida como una factura promedio de la zona metropolitana de Buenos Aires -que suma los precios de transporte, distribución y la generación más impuestos- con la evolución del salario en base al coeficiente de variación salarial (CVS).
El resultado es que el valor de la tarifa de electricidad en Buenos Aires se derrumba desde marzo de 2019 para perder, punta a punta, un 51% de su valor real en dos años y un mes. Y, si se lo compara con el valor real que tenía antes de la salida de la convertibilidad, la caída en el valor real de la tarifa de electricidad urbana llega al 96 por ciento.
“Cuando Macri llegó al poder pagábamos el 10% del costo de la electricidad hogareña, con los aumentos llegamos a pagar el 605 del valor y, ahora, por el congelamiento y la aceleración de la inflación, volvimos a cerca del 40% del valor”, dijo Marina Dal Poggetto, titular de EcoGo.
“Lo llamativo es que se aceleró muchísimo el efecto de la inflación sobre el precio. El Kirchnerismo aguantó 15 años atrasando las tarifas, Macri la tuvo que ir actualizando pero el deterioro no era tan rápido, porque enfrentaba cerca de 25 puntos de inflación anual. Con una inflación que camina al 50% anual, la velocidad en que se van atrasando los precios es mucho peor. Todavía no estamos en el peor momento de precios, pero lo que preocupa es qué tan rápido va a ser ahora el atraso”, dijo Dal Poggetto.
La pulseada entre Guzmán y Basualdo, o mejor dicho con la rama política del oficialismo que defiende al subsecretario, gira alrededor de si se hará un único ajuste de al alza en el año o dos. Y esos ajustes serían del 8% al 9% cada vez. Difícil que ese ajuste logre hacer que las tarifas acompañen el nivel general de precios o, mucho menos, recuperen terreno perdido por la inflación de los últimos dos años.
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