Mientras espera una definición política que determine con certeza cuál será el futuro del subsecretario de Energía que intentó despedir el viernes sin éxito, Martín Guzmán se refugió hoy en su agenda de gestión para atravesar el vendaval. Esta mañana referentes del kirchnerismo salieron a respaldar a Federico Basualdo e, implícitamente, elevaron sus críticas hacia el ministro de Economía.
El jefe del Palacio de Hacienda concurrió esta mañana temprano a la Casa Rosada donde el presidente Alberto Fernández tomó juramento del nuevo ministro de Transporte, Alexis Guerrera. Guzmán fue una de las caras más buscadas del evento, en su primera aparición pública luego de que se hubiera desatado la cruda interna del Frente de Todos por la política tarifaria.
Esta mañana referentes del kirchnerismo salieron a respaldar a Federico Basualdo e, implícitamente, elevaron críticas hacia el ministro de Economía.
Guzmán tomó contacto con otros miembros del gabinete y funcionarios que asistieron a la jura de Guerrera. Compartió además evento no solo con el mandatario sino con el jefe de ministros Santiago Cafiero, quien actuó como su respaldo el viernes cuando intentó activar la salida del subsecretario de Energía. También estuvo Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, padrino político del nuevo ministro de Transporte y la tercera pata integrante de la coalición de gobierno.
Más tarde el ministro continuó con su agenda de gestión, que tendrá en los próximos días distintas novedades: este lunes el Palacio de Hacienda dará a conocer números positivos de la recaudación, que crecieron en términos anuales un 40% por la baja base de comparación con el mismo mes del año pasado, cuando comenzó la cuarentena estricta. En el plano doméstico, además, afrontará este miércoles una nueva licitación de deuda en pesos, aunque con un volumen de colocación menor al de semanas anteriores.
En la última operación en el mercado local, la Secretaría de Finanzas no llegó a cubrir los vencimientos de la última semana de abril, aunque el “sobrante” de pesos de adjudicaciones anteriores le permitieron terminar el mes con números positivos.
En términos internacionales, por otra parte, Guzmán prepara en estos días su agenda europea, donde ya estuvo a mediados de abril. Alberto Fernández viajará al Viejo Continente la semana próxima y el ministro de Economía será uno de los integrantes de su comitiva, algo que desde Hacienda eligieron ver como un espaldarazo tácito presidencial, aún con el conflicto irresuelto por las tarifas.
Guzmán se refugia en su agenda local entre la mejora en los ingresos tributarios, la deuda en pesos y la negociación con el FMI y el Club de París.
La negociación con el Fondo Monetario Internacional y con el Club de París entra a partir de este mes en un período crítico. La cuenta regresiva para el vencimiento de USD 2.400 millones con el consorcio de naciones acreedoras se acerca a su final y tendrá como primer mojón el 28 de mayo, la fecha oficial de pago prevista. Luego habrá una ventana de 60 días como período de gracia antes de caer en default.
Algunos miembros del gabinete económico leen que pagarle al Club de París podría dejar en una situación muy comprometida a las reservas internacionales, ya que no dan los tiempos para “calzar” el envío de USD 4.500 millones que adelantó el FMI como parte del recálculo de derechos especiales de giro (DEG) para cada país miembro.
La hoja de ruta de Guzmán con el Fondo Monetario tendrá como objetivo próximo conseguir una declaración de fuerte apoyo de parte del organismo (tal como hizo antes de que se iniciara el tire y afloje con los bonistas privados al blanquear que la deuda argentina era “insostenible”), como muestra al Club de París (que permita la refinanciación de ese pasivo) y a los inversores de que las negociaciones continúan.
Los contactos técnicos entre el staff del FMI y el gabinete económico continúan semanalmente. Según pudo saber Infobae, la principal cuestión a dirimir entre el organismo y la Casa Rosada es actualmente la meta de déficit fiscal de este y los próximos años.
Inclusive hay quienes creen en el equipo económico que, una vez que puedan alcanzar un consenso sobre ese tema, el acuerdo podría avanzar rápido con otros temas que si bien son decisivos en términos macroeconómicos son menos espinosos en el diálogo con Washington, como por ejemplo, el horizonte de acumulación de reservas en el Banco Central.
Los contactos técnicos entre el staff del FMI y el gabinete económico continúan semanalmente. Según pudo saber Infobae, la principal cuestión a dirimir entre el organismo y la Casa Rosada es actualmente la meta de déficit fiscal de este año y de los próximos.
Según comentaron a Infobae desde otra dependencia ligada a la política económica y con comunicación directa y diaria con el Ministerio de Economía, no percibieron ninguna “parálisis” de actividad por la tensión alrededor del ministro y del futuro del todavía subsecretario Federico Basualdo, y los funcionarios de ambas áreas intercambiaron llamados como lo hacen habitualmente.
Este lunes distintos dirigentes del kirchnerismo salieron a respaldar a Basualdo y a criticar elípticamente la política tarifaria que quiere imponer Guzmán. “Federico Basualdo fue funcionario en mi época, un excelente funcionario”, afirmó el gobernador bonaerense Axel Kicillof, con relación a su etapa como ministro de Economía durante el gobierno de Cristina Kirchner. “Si se habla de un aumento (de las tarifas eléctricas), no puede superar al que se estableció del 9%, esa discusión ya está saldada. Aumentos mayores, con los bolsillos flacos, con momentos de pandemia, es muy difícil pensar”, agregó.
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