En medio de la segunda ola de contagios de coronavirus y mientras aún persiste la interna entre el ministro de Economía Martín Guzmán y el sector del Frente de Todos que responde a Cristina Kirchner, un funcionario del gobierno bonaerense de Axel Kicillof y miembro de La Cámpora salió a reclamar el regreso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una medida que fue discontinuada por el Gobierno de Alberto Fernández a fines de 2020.
“Toda persona que acredite necesidad requiere presencia del Estado. Tenemos que establecer un piso de dignidad y terminar, por lo menos, con la indigencia”, afirmó este lunes en declaraciones radiales el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Andrés Larroque.
“Es indispensable que continúe el IFE y creemos que debemos reconvertir esas instancias en políticas para que no reciban ningún tipo de cuestionamientos”, agregó el ex diputado nacional e integrante de La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
Andrés Larroque, funcionario del gobierno bonaerense de Axel Kicillof y miembro de La Cámpora salió a reclamar el regreso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una medida que fue discontinuada por el Gobierno de Alberto Fernández a fines de 2020.
“Nosotros lo expresamos en su momento, siempre entendimos que era indispensable que continuara una política como el IFE”, dijo el ministro en declaraciones a Radio Provincia. “Creo que hay un debate abierto en ese sentido, sobre cómo estabilizar medidas de política social en mediano y largo plazo”, concluyó.
El Gobierno nacional decidió a fines del año pasado dejar de pagar el IFE, que implicaba una suma de $10.000 de forma bimestral para casi 9 millones de personas, tras haberlo abonado en tres oportunidades. La reapertura de las restricciones y la recuperación del ritmo de actividad dieron el pie al Poder Ejecutivo a terminar tanto con el IFE como con el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), por el cual el Estado ayudó a empresas privadas a pagar el salario.
El Ingreso Familiar de Emergencia apuntó desde el principio a distintos sectores del mercado laboral, que como consecuencia de las restricciones de circulación pasaron a ser aún más vulnerables. En ese universo se identificó tanto a desocupados, trabajadores y trabajadores informales como a personal de casas particulares, y monotributistas sociales o de las categorías A y B. De acuerdo a datos oficiales, en total, prácticamente el 30% de la población argentina.
Este lunes el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, defendió las últimas medidas que tomó el Gobierno en medio de la segunda ola de contagios. “La situación en Argentina es crítica. Es evidente que hay circulación comunitaria del virus y porque van creciendo los casos. Es evidente que estamos ante un problema grave”, sostuvo Arroyo en declaraciones radiales.
El Gobierno nacional decidió a fines del año pasado dejar de pagar el IFE, que implicaba una suma de $10.000 de forma bimestral para casi 9 millones de personas, tras haberlo abonado en tres oportunidades
“Estamos reforzando todo lo alimentario. Hoy hay 10 millones de personas que reciben asistencia alimentaria. Ese número no baja aún con más changas”, indicó el titular del área de Desarrollo Social. “Está claro que las restricciones complican al mundo que trabaja. Nosotros tomamos tres medidas: lanzamos un bono de 15 mil pesos para un millón de familias. En segundo lugar, los REPRO: el pago de 18 mil pesos para las personas con trabajo formal de sectores golpeados por la pandemia y pequeños emprendedores. Lo tercero es el aumento del salario mínimo”, explicó Arroyo.
Por su parte, Daniel Menéndez, subsecretario de Políticas de Integración de la cartera que conduce Arroyo, dijo que “los comedores están al borde del colapso”. “El IFE se discute en términos del incremento de restricciones para cuidarnos y evitar el colapso del sistema sanitario. Si vamos a convivir un tiempo con restricciones, la gente tiene menos posibilidades de rebuscársela. Hay que pensar compensaciones”, consideró en diálogo con Radio con Vos.
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