La AFIP acumuló ocho meses consecutivos con aumento del total de la recaudación por arriba de la tasa de inflación de los 12 meses previos. En abril, ascendió a $817.882 millones, 105,2% en valores nominales y 43,8% ajustado por inflación (con desfase de un mes, porque gran parte de los tributos la base imponible corresponde al período anterior al del pago).
Fue la variación nominal más alta de la serie histórica en tiempo con tasas de inflación por debajo de rango de los tres dígitos porcentuales al año y en ausencia de un ingreso extraordinario, como en diciembre de 2016, y también las más significativa en términos reales.
A ese desempeño contribuyeron varios factores:
1) La muy baja base de comparación: Es una de las causas más relevantes del salto nominal de los recursos tributarios en abril, como se manifestó en marzo con un aumento de la brecha respecto de la inflación interanual de más de 30 puntos porcentuales y ahora se amplió a más del doble, porque fue justamente desde el 20 de marzo de 2020, con la llegada de la pandemia de Covid-19, hasta avanzado agosto de ese año, que que el Gobierno nacional dispuso diversas facilidades para el pago de los impuestos y las contribuciones y aportes al Sistema de la Seguridad Social, ante el nuevo escenario de parálisis de diversas actividades productivas y comerciales, algunas de las cuales persisten actualmente;
2) El aumento de la presión tributaria, con suba de alícuotas y pago a cuenta de Ganancias en la compra de dólar para ahorro o pagos de consumos facturados en moneda extranjera;
3) El impulso del cobro de retenciones, por el auge de los precios internacionales de las materias primas, en particular del complejo oleaginoso liderado por la soja, pero también del trigo y el maíz, junto al efecto de la constante devaluación del peso, los cuales permitieron superar con creces e efecto negativo de las menores cosechas por la sequía;
4) El cobro de altas alícuotas sobre los bienes en el exterior blanqueados en 2017, con alto grado de cumplimiento;
5) La flexibilización parcial de las importaciones de bienes finales, en particular a las terminales de la industria automotriz, posibilitó también incrementar los ingresos aduaneros, como los pago a cuenta de Ganancias;
6) La modesta recuperación de la actividad económica en términos relativos, aunque no son pocos los sectores que aún no llegaron a recuperar los niveles pre pandemia, los cuales ya eran bajos, tras arrastrar entonces casi dos años en recesión;
7) Los planes de facilidades de pago de la AFIP para regularizar deudas tributarias (impositivas y de la Seguridad Social, principalmente) que se fueron instrumentando a lo largo de la crisis sanitaria, cuyos cobros se distribuyen entre los tributos afectados (IVA, Ganancias, SSS).
Asimismo, a la recaudación de abril se sumó el denominado “impuesto a la riqueza”. Según aclaró la AFIP, “ingresó dentro de recursos no tributarios, en concepto de Aporte Solidario y Extraordinario (Ley 27.605), la suma de $103.788 millones”.
En declaraciones radiales, la titular de AFIP Mercedes Marcó del Pont aseguró que “abril es el octavo mes consecutivo de crecimiento por encima de los aumentos de precios, con una variación del 40% en términos reales. Es cierto que se compara con un periodo crítico del año pasado pero también se observa el efecto de la heterogénea recuperación económica que impacta en forma positiva sobre distintos impuestos”.
Las principales variaciones del mes
Los técnicos del Ministerio de Economía destacaron que “tomando como referencia los niveles de ingresos tributarios en términos reales, la recaudación se situaría respecto a abril de 2019 en un nivel superior al 7%”, claramente determinado por el aumento de las retenciones, el impuesto PAIS y sobre los activos en el exterior.
“La recaudación se situaría respecto a abril de 2019 en un nivel superior al 7%” (ministerio de Economía)
El conjunto de conceptos que responden a la actividad económica registró un incremento de 104,7% interanual nominal y superior al 2% real comparado contra el mismo mes de 2019. En este grupo “resaltan los especialistas lo ocurrido con el IVA 97,7% y el Impuesto a las Ganancias 98,7%”, en comparación con los muy pobres niveles del año anterior.
Los derechos de exportación continúan siendo el principal impulsor de la recaudación por el sostenimiento de los términos de intercambio favorables. Este tributo registró una suba interanual de 183,2 por ciento.
Los derechos de exportación continúan siendo el principal impulsor de la recaudación por el sostenimiento de los términos de intercambio favorables
En lo referente a los tributos alcanzados por la Ley de Solidaridad, destaca el incremento de Bienes Personales, que arrojó una suba de 372,7% interanual. Esta suba se da tanto por el incremento de alícuota previsto en la Ley, así como por el pago a cuenta para bienes en el exterior, que en 2020 se efectuó en mayo, afectando la base de comparación.
Los economistas de Iaraf observaron que “el último registro de un crecimiento real de esta magnitud se remonta a diciembre de 2016 (crecimiento del 44,6% real), cuando se produjo el ingreso del blanqueo de activos en el resto del mundo”.
Dado el muy pobre desempeño de los recursos tributarios entre mayo y agosto de 2020, cabe esperar que se sostenga el ciclo alcista de los recursos tributarios en términos reales, aunque más por “efecto estadístico” que por la superación del cuadro depresivo de la economía en su conjunto en ese período.
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