Después de un largo proceso, la cadena Garbarino, la más importante de electrodomésticos del país, se vendió el año pasado. Pasó de la familia que le dio nombre y la fundó a manos del empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora PROF y protesorero de San Lorenzo de Almagro.
Pero ahora podría volver a venderse. El interesado es Facundo Prado, presidente de la operadora de televisión por cable e internet Supercanal Arlink, y CEO de la empresa Centrocard. “Se encuentra interesado en las operaciones de Grupo Garbarino y mantiene actualmente conversaciones con los dueños de la cadena”, detallaron cerca de Prado.
“El empresario, quien cuenta con experiencia en la gestión financiera de empresas y la dirección de negocios en el país, ha comenzado a interiorizarse sobre el estado de situación del holding y llevará adelante un proceso de análisis, que podría durar hasta 20 días por las dimensiones del Grupo, con el objetivo de evaluar la viabilidad de una inversión para adquirir las operaciones de Garbarino”, destacaron.
Desde la cadena no hicieron comentarios y pidieron contactarse con el entorno de Prado.
Según informó Bloomberg ayer, Garbarino tiene cheques rechazados en los últimos 15 meses por unos USD 29 millones, según datos del Banco Central. Sobre el cierre de algunas sucursales y despido de personal, la empresa afirmó hace pocos días que están en “proceso de reconversión”, “incorporando personal con alto nivel de calidad profesional” y “orientando la empresa según la demanda lo requiera”.
“Estamos redefiniendo el sentido de los locales, hoy no es necesario contar con grandes locales, sino que la demanda nos orienta a tener la misma cantidad de locales o más, pero de menor tamaño inferior, donde el cliente pueda retirar lo que compró desde su móvil o notebook”, agregaron.
“La empresa más grande del país no cuenta con locales físicos y nadie se los reclama”, dijeron en clara referencia a Mercado Libre.
El tucumano Prado y el fondo de inversión norteamericano CarVal Investors, ya socios en Supercanal –que le compraron al Grupo Vila Manzano el año pasado– podrían ingresar como nuevos socios de Rosales aunque en el entorno de Prado aseguran que “su objetivo es quedarse con el negocio”.
La evaluación del negocio demorará unos 20 días, aseguraron fuentes de la negociación.
La venta
A mediados del año pasado y después de meses de negociaciones, el Grupo Garbarino fue comprado por Rosales. En ese momento se acordó el pago de salarios atrasados y una inversión de $2.000 millones en un período de 18 a 24 meses.
“El empresario Carlos Rosales se convirtió en presidente del Grupo Garbarino luego de que este miércoles 10 de junio se firmó el traspaso de las acciones y así hacer efectiva la compra del Grupo Garbarino, que se encuentra conformado por las empresas Garbarino. Compumundo. Digital Fueguina, Tecnosur, Garbarino Viajes y Fiden”, anunció entonces el comprador a través de un comunicado.
“Después de un largo proceso de trabajo conjunto, entre los equipos técnicos, proveedores y management de la empresa, finalizó el due diligence y esto marca el inicio de una nueva etapa Carlos Rosales destacó el enorme desafío que implica poner en marcha el nuevo plan de negocios y expansión de la mayor cadena de retail del mercado argentino. Una empresa de 69 años de historia con un importante capital humano que ha sabido apostar a la omnicanalidad, integrando todas las ventajas del mundo físico y del online, para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, siendo la segunda empresa de comercio electrónico del país”, agregó el comunicado.
Garbarino tenía el cartel de venta desde principios de 2020 cuando los bancos acreedores –el Santander y el Galicia, principalmente– se hicieron cargo de la empresa y decidieron buscar un nuevo dueño para cobrar la deuda. Tiene una deuda calculada en $12.000 millones, entre los $5.000 millones del pasivo que contrajo con bancos y los $ 7.000 millones adeudados a proveedores.
En marzo de este año se supo que, en medio del conflicto entre Walmart y Camioneros –en el que ayer fracasaron las negociaciones– Pablo Moyano presionó para lograr un bono de 100.000 pesos para cada uno de sus 180 afiliados del centro de distribución del Grupo Garbarino en La Tablada, como una “compensación económica” por el cambio de manos de la empresa, que en junio pasado fue vendida.
A principios de este año, el Grupo Santamartah, propiedad de Rosales, se convirtió en el nuevo dueño de las emisoras AM 590 Radio Continental, los 40 Argentina FM 105.5, la FM 104.3 y las plataformas digitales de cada una de ellas. Se las compró al Grupo Prisa.
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