El sector gastronómico fue uno de los más afectados por la pandemia, con varios meses de cierre durante 2020 y ahora con nuevas restricciones que limitan el horario para cenas o la presencia en el interior de los salones. Con todo, en algunos barrios de la ciudad la situación es aun más compleja por la menor circulación de personas, entre ellos el centro y Puerto Madero.
Según estimaciones del sector, en Puerto Madero ya cerró cerca del 20% de los locales gastronómicos pero anticipan que los cierres van a terminar afectando al 50% de los restaurantes. “La zona perdió dos de sus bastiones, el cliente corporativo y el turismo. Lo único que le quedaba eran las cenas, pero ahora eso también está limitado y sin los acompañamientos que dio antes el Estado. Hay que seguir pagando alquileres, servicios y solo quedó el Repro, al que no es tan fácil acceder como fue con el ATP”, señaló Daniel Prieto, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires (Ahrcc).
Hay que seguir pagando alquileres, servicios y solo quedó el Repro, al que no es tan fácil acceder como fue con el ATP (Daniel Prieto)
Algunos de los restaurantes de la zona que bajaron la persiana son La Parolaccia Casa Tua, Sottovoce, Le Pain Quotidien, Le Grill, Fabric Sushi y el local de la cadena Burger King, entre otros. Según estimaciones de empresarios de la zona, son unos 14 locales cerrados sobre un total de 45 aproximadamente.
“Los locales ya venían tecleando desde la obra del Paseo del Bajo, que tuvo cerrada la zona. Ahora estimamos que hay un 20% de locales cerrados y creemos que otro porcentaje va a cerrar más adelante. Va a llegar al 50% del total en la pospandemia, aunque una vez normalizada la situación puedan reabrir nuevamente o con otros dueños”, dijo Prieto.
“Los que van a cerrar son los que estaban en el nivel de flotación y no pueden soportar un nuevo cierre de las actividades. Hoy mantenerse es mucho más dificultoso. El Estado no está acompañando tanto. Se ataca a la economía formal, que es la que cumple con los protocolos. La economía formal puede ser un centro de ayuda y no es un foco de contagio”, agregó el presidente de la Ahrcc.
De acuerdo con las estimaciones, en promedio, un 20% de los locales gastronómicos de la ciudad tuvo que cerrar sus puertas, pero mientras en algunos barrios el porcentaje puede ser del 10% en otros, como el macro y microcentro porteño, puede alcanzar hasta el 50 por ciento.
“Hace cinco años, con el turismo, la zona caminaba, estaba bien. Pero la debacle comenzó con la obra del Paseo del Bajo que empezó a liquidar a los locales que ya venían con baja rentabilidad porque no se podía trasladar la inflación al precio de las cartas. La obra duró dos años y no nos dieron ninguna ayuda del Gobierno porteño, seguimos pagando ingresos brutos y ABL pero había calles por las que no se podía pasar. También nos quedamos sin 4.500 cocheras. No había forma de aguantar”, recordó un empresario con varios locales en la zona, que es parte del movimiento Sillas al Revés, que agrupa al sector.
Algunos de los restaurantes de la zona que bajaron la persiana son La Parolaccia Casa Tua, Sottovoce, Le Pain Quotidien, Le Grill, Fabric Sushi y el local de la cadena Burger King, entre otros
“Luego vino la pandemia. Los restaurantes de Puerto Madero dependen exclusivamente del turismo y de las oficinas, y ya no lo tenemos. Y el negocio principal es a la noche, que ahora no se puede. El metro cuadrado del alquiler de los locales se paga en dólares y es el más caro del país, con contratos de 6 a 10 años. Los contratos siguen vigentes pero la mayoría logró acordar con los propietarios. Son muchos locales de 800 a 1.000 metros cuadrados, de muchos comensales y que requieren grandes inversiones”, detalló.
En este contexto, los empresarios de la zona reclaman más ayuda del Gobierno porteño y del Estado nacional con ayudas como eliminación o bajas de impuestos (entre ellos Ingresos Brutos y el IVA), un salario mínimo para cada trabajador —que lo puedan cobrar en forma directa como el ATP— y créditos a tasa cero para el sector. “Nos dieron la posibilidad de no pagar Ingresos Brutos durante 6 meses que fueron justo los que nos obligaron a estar cerrados. Lo necesitamos ahora. La gastronomía es el principal creador de puestos para el primer empleo, no nos pueden dejar caer”, aseguraron. El delivery, que para muchos locales representa apenas entre 3% y 4% de la facturación, les implica un costo fijo muy alto que luego no pueden compensar.
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